Por Paul Walder
13 junio, 2019
La economía chilena, piedra angular en el discurso electoral de Sebastián Piñera, da tumbos. Al bajo crecimiento del primer trimestre, que rozó una expansión mínima del uno por ciento, esta vez el golpe lo ha dado el mismo Banco Central: tras bajar la tasa de interés a niveles no observados por estas latitudes desde la crisis global de las hipotecas subprimes, ha emitido un informe con una proyección crepuscular para el año en curso. El escenario local y global está tan enrarecido que promete convertirse en un lastre para el resto del gobierno del conservador Piñera.