12 ago 2017

VUELTA AL MEDIOEVO

URUGUAY PIDE REUNIÓN URGENTE

Duro planteo uruguayo a la reforma laboral del gobierno de Michel Temer
Ago 12, 2017 |



Uruguay teme que la reforma laboral que impulsa el gobierno de Michel Temer pueda impactar en trabajadores y empresarios uruguayos, por ese motivo, solicitó a Brasil en su condición de presidente protémpore del bloque regional, que convoque de manera urgente a los órganos sociolaborales del bloque para analizar la declaración sociolaboral del Mercosur.

El ministro Ernesto Murro expresó duramente que “Si vale más un acuerdo individual entre un trabajador y un empresario que una ley o un convenio, retrocedimos dos o tres siglos” y eso no va a ser solo para los brasileños.

Por este motivo, el gobierno uruguayo envió una nota a través de Cancillería para que Brasil acceda a analizar la gravedad de la situación que se planteará en la región a partir de la implementación de esta reforma.

Murro informó que el miércoles 10 de agosto hicieron un acuerdo con el Ministerio de Relaciones Exteriores y el gobierno uruguayo le envió una nota a Brasil, pidiendo un urgente reunión para analizar el posible impacto de la reforma laboral brasileña en la Declaración del Mercosur que firmaron y aprobaron los cuatro países.

El pasado 11 de julio el Senado brasilero aprobó la reforma laboral con 50 votos a favor y 26 en contra, generando grandes manifestaciones en las calles, huelgas generales y el repudio generalizado hacia el gobierno de Temer.

El ministro uruguayo explicó que la reforma laboral que puede entrar en vigencia en 120 dias, y las principales perjudicadas van a ser las empleadas domésticas.

“Si en el Mercosur tenemos que hacer respetar distintos derechos y obligaciones, también tenemos que hacer respetar los derechos sociales y laborales”, señaló el ministro, quien aclaró que la nota remitía a Brasil es una iniciativa del Ministerio de Trabajo y Seguridad Social apoyada por la Cancillería.

“También en estos aspectos tenemos que preocuparnos por el desarrollo con justicia social y con cultura del trabajo que queremos en el país”, agregó.

Desprotección

La reforma de Brasil profundizó la desprotección de los trabajadores y pone al empleado en paridad de condiciones con el empleador. “Es como si un obrero cualquiera, Juan Pérez, del rubro automotor, tiene que discutir su salario con General Motors. Es absurdo”, explicó un especialista en temas laborales.

Después de 13 años en los cuales gobernó el Partido de los Trabajadores, ahora los obreros de Brasil deben soportar las modificaciones en muchos de sus derechos. Entre los puntos más importantes, se destaca que de ahora en más los acuerdos salariales fijados entre empleadores y empleados -es decir, en desigualdad de condiciones- prevalecerán por encima de los convenios colectivos de trabajo

También posibilitan la extensión de una jornada simple hasta las 12 horas y se reduce el típico descanso de una hora a tan solo 30 minutos. Uno de los aspectos polémicos, entre otras vulneraciones, es que las vacaciones podrán dividirse en tres tramos. Además, los trabajadores autónomos, aunque tengan siempre un mismo patrón, no tendrán una relación laboral normal.

Temor en Argentina

La medida causó temor en los sindicatos argentinos qu temen que Mauricio Macri pueda intentar una reforma semejante una vez que pase el proceso electoral en el que está inmerso el país.

El Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT), consideró que los sindicatos argentinos deberían llamar a un frente común con los brasileros contra la aplicación de la reforma.

“Para todo el empresariado alto de Latinoamérica, la reforma anti trabajadores de Brasil es como un modelo a imitar”, dijo Ricardo Aronskind, economista de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y Magíster en Relaciones Internacionales por la Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales (FLACSO).

Sin embargo, consideró muy difícil que se pueda proyectar la reforma en Argentina, porque hay “una tradición bastante más fuerte de lucha sindical y social, y aunque haya un gobierno de derecha electo de forma legítima, el panorama es diferente”.

“En Brasil hay una grieta enorme entre lo que pasa en el Congreso y la opinión pública. Hay mucho rechazo a la reforma laboral, aunque no se refleje en el sistema político”, explicó.