Julio 26, 2016
EFE
México es desde hace tiempo un país en el que muchos homicidios quedan impunes, algo que generalmente sucede por la corrupción desplegada por el narcotráfico en casi todos los ámbitos del país. Un ejemplo de ello es el conocido caso de los 43 estudiantes desaparecidos en el municipio de Iguala, en el estado sureño de Guerrero.Sin embargo, es en ese mismo estado donde la Justicia mexicana buscará dilucidar el homicidio de Ambrosio Soto, alcalde del municipio de Pungarabato, que fue asesinado cuando viajaba escoltado por policías federales el pasado viernes 22 de julio.
En un comunicado, el organismo indicó que ejercerá "la facultad de atracción de la indagatoria de los hechos de violencia registrados la noche del 22 de julio en una zona del estado de Michoacán, limítrofe con el estado de Guerrero".
El ataque contra Soto, quien había denunciado en varias ocasiones amenazas del crimen organizado, ocurrió cuando viajaba hacia Ciudad Altamirano en su vehículo y era escoltado por varios policías federales.
Dos de los agentes que acompañaban al alcalde –como parte de un operativo de protección puesto en marcha en abril– también resultaron heridos.
El pasado 5 de julio, un familiar del alcalde, que también trabajaba como su conductor, fue ejecutado y su cadáver fue encontrado en un basurero con claras huellas de haber sido torturado y varios impactos de bala.
Pungarabato está ubicado en la región de Tierra Caliente, que comprende municipios de Guerrero y Michoacán y es una zona controlada por el cártel de Los Caballeros Templarios donde se cultiva amapola, la planta con la que se produce la heroína que luego se envía a Estados Unidos.
Según datos de la Asociación Nacional de Alcaldes que publicó el medio estadounidense The Atlantic, en la última década fueron asesinados 37 alcaldes en ejercicio, siete que aún estaban por asumir y 31 que ya habían abandonado su cargo.
Quinientos ataques
A su vez, esta organización establece que en los últimos 20 años hubo cerca de 500 ataques a figuras municipales por parte de miembros del crimen organizado o de los carteles.
A su vez, según un informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2015 se registraron 20.525 homicidios en el país, una cifra ligeramente superior a los 20.010 reportados en 2014.
La estadística preliminar de este organismo reveló que el año pasado la tasa de homicidios fue de 17 por cada 100 mil habitantes a nivel nacional, igual a la registrada en 2014.
De los 32 estados de México, Guerrero registra la tasa más alta de homicidios (67 por cada 100.000 habitantes), seguido de las regiones norteñas de Chihuahua (42) y Sinaloa (36).
Las tasas más bajas las registran los estados de Aguascalientes y Yucatán, con 3 homicidios por cada 100 mil habitantes, Tlaxcala (6), además de Querétaro y Campeche (ambos con 7).
A su vez, según un informe del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en 2015 se registraron 20.525 homicidios en el país, una cifra ligeramente superior a los 20.010 reportados en 2014.
La estadística preliminar de este organismo reveló que el año pasado la tasa de homicidios fue de 17 por cada 100 mil habitantes a nivel nacional, igual a la registrada en 2014.
De los 32 estados de México, Guerrero registra la tasa más alta de homicidios (67 por cada 100.000 habitantes), seguido de las regiones norteñas de Chihuahua (42) y Sinaloa (36).
Las tasas más bajas las registran los estados de Aguascalientes y Yucatán, con 3 homicidios por cada 100 mil habitantes, Tlaxcala (6), además de Querétaro y Campeche (ambos con 7).
Fuente: Agencias