ARGENTINA LOS DEPOSITOS EN DOLARES AUMENTARON 55 POR CIENTO EN UN AÑO
Del colchón al plazo fijo
El aumento de la tasa de interés para las colocaciones en divisas lograron atraer al sistema bancario los dólares que se habían retirado desde octubre de 2011. Más de 2300 millones son de clientes con depósitos de más de un millón.
El Banco Central computa más de la mitad de los depósitos en dólares como reservas.
Por Federico Kucher
Los depósitos en moneda extranjera del sistema financiero sumaron 15.336 millones de dólares en junio, con un incremento de 55,1 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. El volumen de depósitos dolarizados volvió a los niveles de octubre de 2011, antes de los controles sobre la compra de divisas para atesoramiento y turismo. Los bancos promocionaron este crecimiento, cuando a principios de año elevaron la tasa de interés de los depósitos hasta 5 por ciento, con el objetivo de capturar recursos en moneda extranjera. Más de la mitad de estas colocaciones computan como reservas del Banco Central, puesto que están inmovilizadas en la cuenta corriente de la autoridad monetaria. A diferencia del desempeño de los depósitos en divisas, los montos colocados en pesos subieron 24,5 por ciento, tasa muy inferior al 44,1 por ciento que anotó la inflación del último año.
Un documento del Banco Central al que accedió este diario detalló la evolución de los depósitos en moneda extranjera en las entidades financieras del país. Las cuentas de los organismos del sector público y de provincias registraron colocaciones en junio por 3492 millones, al incrementarse 98 por ciento, por las emisiones de deuda provinciales en el mercado de capitales internacional. En tanto, las colocaciones privadas sumaron 11.845 millones, con un aumento de 46 por ciento, de los cuales 2300 millones corresponden a clientes con depósitos de más de 1 millón de dólares. Los depósitos totales en divisas en el sistema financiero, de este modo, volvieron a los valores del último trimestre de 2011, cuando sumaban algo más de 15.000 millones. A partir de octubre de ese año, las colocaciones habían anotado un fuerte retroceso, alcanzando mínimos de 6700 millones de dólares a finales de 2013, cuando hubo una fuerte corrida del mercado para forzar una devaluación, que terminó ocurriendo en enero de 2014.
Parte del crecimiento de los depósitos en dólares estuvo asociado con el aumento de la tasa de interés. El Santander fue una de las entidades más activas, al promocionar entre clientes tasas de casi 5 por ciento en dólares para los plazos fijos a un año. Este fenómeno se potenció por las medidas del Central, que en el primer trimestre de 2016 aceptó la colocación de Lebacs en moneda extranjera, lo que le dio incentivos a la banca para subir sus depósitos en dólares y comprar estas letras, quedándose con una ganancia segura por el negocio con el diferencial de los intereses. Pero en los últimos meses, el organismo a cargo de Federico Sturzenegger dejó de ofrecer estos instrumentos dolarizados y la tasa de los plazos fijos en dólares descendió a menos del 1 por ciento.
Los créditos en dólares, al igual que ocurrió con los depósitos, también tuvieron un importante aumento en los últimos meses. En el documento del Central se precisó que sumaron 6129 millones en junio, con un alza del 38,3 por ciento respecto del mismo mes del año pasado. La suba se explicó por una nueva regulación de la autoridad monetaria, que le permitió a las empresas exportadoras tomar créditos para otros fines además de la prefinanciación de exportaciones. Desde el BC aseguraron que la medida se hizo para evitar que el mayor incremento de los depósitos dolarizados no pudiera ser ofrecido en nuevos préstamos por falta de demanda. Mencionaron que la iniciativa no rompe la regla de oro del descalce de moneda, es decir prestarle a un individuo o firma en moneda extranjera sólo cuando su actividad genera divisas. Los exportadores ahora pueden conseguir créditos en divisas para compra de maquinaria. Pero, por ahora, la autoridad monetaria mantuvo la normativa del 2002 que impide a quienes no generan flujo de dólares tomar préstamos en una moneda que no sea el peso.