SEGUN LA CASA BLANCA, MURIERON MAS DE 2500 SOLDADOS Y HASTA 116 CIVILES EN 473 ATAQUES EN YEMEN, SOMALIA Y LIBIA
Aviones no tripulados realizaron 473 operaciones, desde que asumió la presidencia estadounidense Barack Obama, en países que técnicamente no están en guerra con EE.UU., dice el informe, que no incluye ataques en Irak, Siria o Afganistán.
Obama reconoció que ha habido críticas legítimas a su programa de ataques con drones.
Estados Unidos informó ayer que sus ataques selectivos con aviones no tripulados (drones) mataron entre 64 y 116 civiles en un total de 473 lanzamientos en Pakistán, Yemen, Somalia y Libia desde que el presidente Barack Obama llegó al poder, que abarca el periodo 2009-2015.
“Entre 64 y 116 civiles murieron en ataques de contraterrorismo”, afirmó el director de Inteligencia Nacional, James Clapper, en el informe, que busca echar luz detalles sobre el uso de drones por parte de Estados Unidos, muchas veces en medio de gran secretismo, dirigidos contra terroristas fuera de su territorio. En los 473 ataques con drones entre el inicio del primer periodo de gobierno de Barack Obama en 2009 y fines del año pasado murieron además 2.581 combatientes. En abril, Obama reconoció que ha habido críticas legítimas a su programa de ataques con drones por haber asesinado a civiles. “En los últimos años hemos trabajado mucho para evitar y prevenir que tuvieran lugar ese tipo de tragedias”, afirmó entonces Obama.
La cifra excluye los ataques aéreos en Irak, Siria y Afganistán, consideradas zonas de guerra, según informó la oficina de Clapper. Esta es la primera vez que Estados Unidos publica información sobre las víctimas de su programa clasificado de ataques selectivos contra sospechosos de terrorismo mediante aviones no tripulados, que comenzó en 2002 a iniciativa del entonces presidente, George W. Bush, y que se amplió a gran escala durante el mandato de Obama.
Además, las cifras están, en el caso de los civiles, en varios cientos por debajo de los números que brindan las organizaciones defensoras de derechos humanos. El informe no precisa dónde se llevaron a cabo los ataques o cuántos muertos hubo en cada uno de ellos. Estados Unidos reconoce que los análisis de las ONG’s han cifrado la cantidad de bajas civiles en entre 200 y 900 personas, pero afirma que sus números están basados en información más completa y asegura que algunas de las víctimas contabilizadas como civiles por estos grupos eran en realidad combatientes. La organización New America Foundation calcula que los drones estadounidenses han matado a unos 250 civiles desde que Obama llegó al poder, mientras que la Oficina de Periodismo de Investigación, con sede en Londres, cree que hasta 358 civiles han muerto en esas operaciones, y otros grupos hablan de alrededor de mil bajas.
“El Gobierno de Estados Unidos reconoce que hay diferencias entre nuestras estimaciones y las de organizaciones no gubernamentales”, dice el informe publicado ayer. La oficina del Director Nacional de Inteligencia (DNI) atribuye esas diferencias a que su propia metodología emplea información generalmente no disponible para las organizaciones no gubernamentales, que además pueden contar en algunos casos como civiles a personas que Estados Unidos considera combatientes gracias a su información de inteligencia.
La Casa Blanca afirmó que la difusión de las cifras forma parte de un esfuerzo de Obama por arrojar más luz sobre el programa de drones que ha sido una parte crucial de su estrategia en contraterrorismo. “El presidente cree que nuestra estrategia en contraterrorismo es más efectiva y tiene más credibilidad cuando somos lo más transparentes posible”, dijo el portavoz de la Casa Blanca, Josh Earnest. La Casa Blanca había adelantado en marzo que daría a conocer el informe sobre los civiles que murieron en los ataques de sus drones. “El anuncio habla de un tipo de operaciones que hace un par de años ni siquiera habríamos admitido que existen”, aseguró ayer Earnest. “El presidente cree que es importante establecer una estructura para guiar cómo se utiliza esa herramienta (los drones) no sólo para esta Administración, sino para la siguiente”, que llegará al poder en enero, indicó el portavoz. Earnest aseguró que Estados Unidos hace grandes esfuerzos para evitar las víctimas civiles. Earnest advirtió previamente que la nueva información no responderá a todas las preguntas que existen sobre el programa de drones y confirmó que no incluiría los ataques en Siria, Irak y Afganistán porque, al ser zonas de guerra, es el Pentágono quien lidera esos ataques y esa agencia ya publica algunos datos al respecto.
Estados Unidos ha usado varios drones en Pakistán, Yemen, Somalia y otras partes y Obama prometió más transparencia en un discurso de 2013, en el que admitió el uso de drones.
Junto con el informe, el presidente publicó un decreto que establece como prioridad la protección de civiles a la hora de lanzar ataques selectivos contra sospechosos de terrorismo y ordena publicar anualmente la información sobre las muertes provocadas por los drones. Entre otras cosas, se llama a revisar cualquier baja civil que haya y pagar indemnizaciones a los familiares de los muertos. “Estados Unidos debe mantener y promocionar mejores prácticas para reducir la probabilidad de víctimas civiles, dar los pasos adecuados cuando esas víctimas se produzcan y extraer lecciones de nuestras operaciones para mejorar la protección de los civiles”, afirmó Obama en su orden ejecutiva. Esto brinda determinadas guías para el sucesor de Obama, que por otra parte podría fácilmente cambiarlas. La Casa Blanca añadió que, en el futuro, difundirá cifras de víctimas por drones anualmente cada 1° de mayo.
Amnistía Internacional saludó el informe por considerarlo un paso adelante hacia una mayor transparencia, pero dijo que no se podían analizar bien las cifras sin saber cómo se estableció en el informe quién es un civil. “Este no es el fin de las conversaciones públicas sobre los ataques con drones, sino sólo el principio”, dijo Naureen Shah, directora del programa de seguridad y derechos humanos del grupo. “Aunque damos la bienvenida a este informe, es difícil dar crédito a la cuenta de muertes del Gobierno, que es más baja que la de todas las evaluaciones independientes”, afirmó la directora de la Unión de Libertades Civiles de Estados Unidos, Hina Shamsi, que agregó que el Gobierno sigue ocultando la identidad de las personas ha matado y las definiciones específicas que utiliza para decidir quién puede ser legítimamente un target.