En 2016 cayó el ingreso de inversión extranjera directa a Argentina un 64 por ciento con respecto al año anterior
Por Raúl Dellatorre11 de agosto de 2017
Mauricio Macri, presidente de la Nación. Una estrategia inútil para lograr atraer la inversión extranjera, con alto costo interno. Imagen: Joaquín Salguero
Pese al costo social y económico de la política oficial para atraer capitales, un informe de la Cepal muestra el fracaso de la gestión. La entrada de inversiones extranjeras directas (IED) a América Latina y el Caribe disminuyó en un 7,9 por ciento en 2016, según un informe presentado ayer por la Cepal (Comisión Económica para América Latina, dependiente de la ONU). El mismo trabajo señala que, de los 167.043 millones de dólares ingresados a la región como IED el año pasado, Argentina recibió 4229 millones, con una caída de nada menos que el 64 por ciento con respecto al año previo. No deja de ser curioso el dato, dado que la atracción de inversiones externas fue la bandera principal con la que asumió la Alianza Cambiemos el gobierno en diciembre de 2015, y la justificación para una batería de medidas que provocó un salto en los precios internos, deterioro de los ingresos para muchos y la pérdida de empleos por cierre de establecimientos comerciales y manufactureros que no pudieron soportar el salto en los costos. Sin embargo, las inversiones faltaron a la cita. La caída en el pozo es aun más sorprendente teniendo en cuenta que la comparación se realiza respecto del último año de gobierno kirchnerista, que las autoridades entrantes, con Mauricio Macri a la cabeza, insistieron en caracterizar como responsable de una política que “ahuyentaba las inversiones y nos dejaba fuera del mundo”.
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“Es el tipo de cambio previsto”
Dentro de América del Sur, el mayor incremento de la inversión tuvo lugar en Colombia (15,9 por ciento). En Brasil, pese a una prolongada recesión, la inversión creció un 5,7 por ciento. Las caídas más acentuadas de la IED en América del Sur en 2016 se dieron en la Argentina (64 por ciento), Ecuador (43,7) y Chile (40,3).
El documento informativo de la Cepal señala, además, que la relación entre IED y producto bruto interno (PBI) para América latina y el Caribe, se ubicó en el 3,6 por ciento en 2016. Entre los países de Sudamérica, los que se ubicaron por encima de esa tasa fueron Chile, Colombia y Brasil, en los tres casos con IED por encima del 4 por ciento del PBI. Considerando el total de los países de América latina y el Caribe, los dos con más baja proporción de inversión extranjera directa en relación a sus respectivos PBI fueron Argentina y Ecuador, en los que dicha tasa no alcanzó al uno por ciento. El informe da cuenta, además, de tres operación de “desinversión extranjera directa”, por venta de activos de firmas multinacionales radicados en el país. Estos casos fueron la transferencia de los activos de Petrobras Argentina a Pampa Energía, por 892 millones de dólares; la venta de las participaciones en Edenor y Edesur de manos de inversores estadounidenses y venezolanos (no identificados) a la firma local Desarrolladora Energética por 220 millones; y la transferencia de Petroken (petroquímica de Ensenada), de Lyonell Basell, de Holanda, al Grupo Inversor Petroquímico por 184 millones.
El informe de Cepal señala que el descenso de la IED que se observa en Argentina “debería relativizarse, dado los cambios regulatorios introducidos en 2016. Hasta fines de 2015 existían distintas restricciones a la repatriación de fondos que tendían a sobredimensionar los flujos de IED asociados a la reinversión de utilidades. La eliminación de esas restricciones por parte del nuevo Gobierno redundó en una caída de la reinversión de utilidades en 2016”. Lo significativo, que queda expuesto en el diagnóstico de Cepal, es que los mecanismos de regulación existentes hasta 2015 impulsaron la reinversión de las utilidades de las filiales de empresas extranjeras. Y que la liberación posterior, la eliminación del denominado “cepo”, promovió la remisión de utilidades a casa matriz.
Y no sólo eso. El informe de CEPAL continúa detallando, para el caso de Argentina, que “en el marco de esa flexibilización también disminuyeron las deudas contraídas con casas matrices y filiales. La caída de la reinversión de utilidades y la cancelación de deudas con casas matrices y filiales compensaron con creces la entrada de nuevos capitales”.
Efectivamente, el informe de la Cepal refleja como IED en 2016 un total de 7976 millones de dólares como aportes de capital y reinversión de utilidades de firmas extranjeras. Esta cifra resulta un 15 por ciento inferior a los 9377 millones de IED del año 2015 por los mismos conceptos. Pero la mayor diferencia se da en el rubro Préstamos entre Compañías, que en 2015 había representado un ingreso de 2382 millones de dólares, y en 2016 reflejó una salida (devolución de préstamos) por 3747 millones de dólares. Estos pagos, existen sobradas sospechas de que, en más de un caso, encubren remisión de utilidades al exterior que no se declaran como ganancias sino como devolución de préstamos.
Por Raúl Dellatorre11 de agosto de 2017
Mauricio Macri, presidente de la Nación. Una estrategia inútil para lograr atraer la inversión extranjera, con alto costo interno. Imagen: Joaquín Salguero
Pese al costo social y económico de la política oficial para atraer capitales, un informe de la Cepal muestra el fracaso de la gestión. La entrada de inversiones extranjeras directas (IED) a América Latina y el Caribe disminuyó en un 7,9 por ciento en 2016, según un informe presentado ayer por la Cepal (Comisión Económica para América Latina, dependiente de la ONU). El mismo trabajo señala que, de los 167.043 millones de dólares ingresados a la región como IED el año pasado, Argentina recibió 4229 millones, con una caída de nada menos que el 64 por ciento con respecto al año previo. No deja de ser curioso el dato, dado que la atracción de inversiones externas fue la bandera principal con la que asumió la Alianza Cambiemos el gobierno en diciembre de 2015, y la justificación para una batería de medidas que provocó un salto en los precios internos, deterioro de los ingresos para muchos y la pérdida de empleos por cierre de establecimientos comerciales y manufactureros que no pudieron soportar el salto en los costos. Sin embargo, las inversiones faltaron a la cita. La caída en el pozo es aun más sorprendente teniendo en cuenta que la comparación se realiza respecto del último año de gobierno kirchnerista, que las autoridades entrantes, con Mauricio Macri a la cabeza, insistieron en caracterizar como responsable de una política que “ahuyentaba las inversiones y nos dejaba fuera del mundo”.
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Dentro de América del Sur, el mayor incremento de la inversión tuvo lugar en Colombia (15,9 por ciento). En Brasil, pese a una prolongada recesión, la inversión creció un 5,7 por ciento. Las caídas más acentuadas de la IED en América del Sur en 2016 se dieron en la Argentina (64 por ciento), Ecuador (43,7) y Chile (40,3).
El documento informativo de la Cepal señala, además, que la relación entre IED y producto bruto interno (PBI) para América latina y el Caribe, se ubicó en el 3,6 por ciento en 2016. Entre los países de Sudamérica, los que se ubicaron por encima de esa tasa fueron Chile, Colombia y Brasil, en los tres casos con IED por encima del 4 por ciento del PBI. Considerando el total de los países de América latina y el Caribe, los dos con más baja proporción de inversión extranjera directa en relación a sus respectivos PBI fueron Argentina y Ecuador, en los que dicha tasa no alcanzó al uno por ciento. El informe da cuenta, además, de tres operación de “desinversión extranjera directa”, por venta de activos de firmas multinacionales radicados en el país. Estos casos fueron la transferencia de los activos de Petrobras Argentina a Pampa Energía, por 892 millones de dólares; la venta de las participaciones en Edenor y Edesur de manos de inversores estadounidenses y venezolanos (no identificados) a la firma local Desarrolladora Energética por 220 millones; y la transferencia de Petroken (petroquímica de Ensenada), de Lyonell Basell, de Holanda, al Grupo Inversor Petroquímico por 184 millones.
El informe de Cepal señala que el descenso de la IED que se observa en Argentina “debería relativizarse, dado los cambios regulatorios introducidos en 2016. Hasta fines de 2015 existían distintas restricciones a la repatriación de fondos que tendían a sobredimensionar los flujos de IED asociados a la reinversión de utilidades. La eliminación de esas restricciones por parte del nuevo Gobierno redundó en una caída de la reinversión de utilidades en 2016”. Lo significativo, que queda expuesto en el diagnóstico de Cepal, es que los mecanismos de regulación existentes hasta 2015 impulsaron la reinversión de las utilidades de las filiales de empresas extranjeras. Y que la liberación posterior, la eliminación del denominado “cepo”, promovió la remisión de utilidades a casa matriz.
Y no sólo eso. El informe de CEPAL continúa detallando, para el caso de Argentina, que “en el marco de esa flexibilización también disminuyeron las deudas contraídas con casas matrices y filiales. La caída de la reinversión de utilidades y la cancelación de deudas con casas matrices y filiales compensaron con creces la entrada de nuevos capitales”.
Efectivamente, el informe de la Cepal refleja como IED en 2016 un total de 7976 millones de dólares como aportes de capital y reinversión de utilidades de firmas extranjeras. Esta cifra resulta un 15 por ciento inferior a los 9377 millones de IED del año 2015 por los mismos conceptos. Pero la mayor diferencia se da en el rubro Préstamos entre Compañías, que en 2015 había representado un ingreso de 2382 millones de dólares, y en 2016 reflejó una salida (devolución de préstamos) por 3747 millones de dólares. Estos pagos, existen sobradas sospechas de que, en más de un caso, encubren remisión de utilidades al exterior que no se declaran como ganancias sino como devolución de préstamos.
El BCRA ya sacrificó u$s 1.600 M para contener al dólar cerca de los $ 18 antes de las PASO
JUAN PABLO MARINO
El Banco Central volvió a sacrificar millones de divisas este jueves para contener al dólar, que cedió cuatro centavos a $ 18,01 en bancos y casas de cambio de la city porteña, según el promedio de ámbito.com, en medio de una sostenida demanda estimulada por la percepción que existe en el mercado de que las elecciones primarias del domingo no serán una contienda fácil para el oficialismo.
La autoridad monetaria debió desembolsar en la rueda otros u$s 298,2 millones, por lo que en menos de dos semanas ya vendió en la plaza más de u$s 1.600 millones para contener al tipo de cambio en torno a los $ 18.
La nueva participación oficial hizo que la divisa mayorista cerrara casi estable a $ 17,725, y con un 34% menos (u$s 641 millones) de volumen con relación a la rueda previa.
Desde el comienzo de la jornada, la autoridad monetaria salió a marcar la cancha con fuertes órdenes de venta para intentar contrarrestar una importante demanda por dolarización. "Con menor monto de ventas que en la víspera, el Central logró contener otra vez la presión sobre el tipo de cambio, y acotó la fluctuación del precio a rango muy estrecho", remarcó un operador, quien sostuvo que "la intervención del BCRA tranquilizó los ánimos de los compradores", algo exaltados en los últimos días por el efecto electoral.
Con muchísimo menos volumen operado, el BCRA puso desde el inicio un techo al precio del dólar, con una oferta de u$s 50 millones a $ 17,74. "Así, transcurrieron varias horas con poco movimiento, ya que recién a las 14:30 horas se decidieron a pagar la oferta de 50 millones", dijo Fernando Izzo, de ABC Mercado de Cambios. Luego, el ente regulador repitió la oferta un par de veces, incluso bajando el precio a un mínimo de $ 17,71, agregó.
"Se calcula que el BCRA liquidó alrededor de u$s 280 millones de sus reservas, ejecutando las órdenes en la última media hora del mercado, bajando el precio en las ofertas hasta 3 centavos", remarcó Izzo.
Visto todo lo acontecido en estos últimos cuatro días, en los que el BCRA desembolsó unos u$s 1.237, 1 millones (cerca de u$s 1.600 millones si sumamos otros u$s 347 millones de jornadas anteriores), en el mercado creen que este viernes, en la última rueda previa a las PASO, el precio de la divisa se mantendría en estos niveles, con intervenciones del BCRA nuevamente.
"Está claro que la decisión oficial de evitar desbordes que alteren significativamente el nivel alcanzado por el tipo de cambio se mantendrá en la última rueda de la semana previa a las elecciones del domingo y traslada todas las expectativas para el comienzo de la próxima cuando el resultado de las mismas sea un hecho consumado", analizó un operador de PR Corredores de Cambio.
Recordemos que en la víspera, el BCRA realizó la mayor intervención durante la era Macri en la plaza cambiaria: vendió u$s 584 millones, pero no logró impedir que el billete estadounidense marcara un nuevo récord ($ 18,05).
En el segmento informal, a su vez, el blue aumentó siete centavos a $ 18,48, de acuerdo al relevamiento de este medio en cuevas del microcentro porteño. En tanto, el "contado con liqui" cedió tres centavos a $ 17,78 y el Bolsa bajó 10 centavos a $ 17,76.
En el mercado de futuros del ROFEX, se operaron u$s 520 millones, de los cuales el 42% fue a fin de mes a $ 17,995 con una tasa implícita de 27,97%. El plazo más largo operado fue enero, que cerró a $ 19,685, con una tasa implícita de 23,39%. Diciembre se operó en $ 19,35, con una tasa implícita de 23,64%TNA. Los plazos bajaron en promedio unos 4 centavos.