ROMA, dic 2017 (IPS) –
Foto: IE/flickr.com
“Los gobiernos europeos son cómplices de la tortura y el abuso de decenas de miles de refugiados y migrantes detenidos por las autoridades migratorias de Libia en condiciones lamentables”, denunció Amnistía Internacional en el marco del gran malestar por la trata y el tráfico de personas en ese país.
En el informe “Oscura red de connivencia en Libia”, la organización con sede en Londres detalla cómo los gobiernos europeos apoyan activamente un sistema complejo de abuso y explotación de refugiados y migrantes a cargo de la Guardia Costera libia, las autoridades de los centros de detención y las redes criminales de trata para evitar que la gente cruce el Mediterráneo.
La Organización Internacional para las Migraciones (OIM), con sede en Ginebra, estima que hay un millón de migrantes atrapados en Libia y se dispuso rescatar a las primeras 15.000 víctimas mediante un plan de repatriación de emergencia, para lo cual organiza un puente aéreo y propone librar a otro tanto antes de fin de año.
“Los gobiernos europeos no solo son plenamente conscientes de esos abusos, sino que también son cómplices”: John Dalhuisen.
“Decenas de miles de personas quedan detenidas en centros hacinados de forma indefinida y donde sufren abusos de forma sistemática”, indicó John Dalhuisen, director de Amnistía para Europa, el martes 12.
“Los gobiernos europeos no solo son plenamente conscientes de esos abusos, sino que al apoyar a las autoridades libias impidiendo los cruces en el mar y conteniendo a la gente en Libia también son cómplices”, afirmó Dalhuisen.
Con esa actitud, “los gobiernos europeos demostraron cuáles son sus verdaderas prioridades, a saber: el cierre de la ruta por el Mediterráneo central sin miramientos por el sufrimiento que causan”, observó.
Otro pacto vergonzoso
La denuncia de Amnistía se enmarca en una ola de protestas globales contra las medidas adoptadas en 2016 por los estados de la Unión Europea (UE), en particular Italia.
Las medidas se implementaron con poca atención a las consecuencias que tienen sobre las personas atrapadas dentro de las anárquicas fronteras de Libia, observó Amnistía.
La colaboración europea con las autoridades libias tiene tres enfoques, primero se comprometieron a ofrecer apoyo técnico y asistencia al Departamento para Combatir la Migración Ilegal, encargado de los centros de detención, donde se violan los derechos humanos de forma cotidiana y hasta se tortura.
Segundo, permitieron que la Guardia Costera de Libia interceptara personas en el mar y le ofrecieron capacitación, equipos, incluso barcos, y asistencia técnica y otras.
Tercero, forjaron acuerdos con las autoridades libias y los líderes de tribus y grupos armados para alentarlos a frenar el tráfico de personas y a aumentar los controles fronterizos en el sur del país.
“Subastados como mercadería”
Las impactantes imágenes de personas subastadas llevaron especialistas de derechos humanos de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) a urgir al gobierno de Libia a que tome medidas inmediatas para poner fin al comercio de esclavos en el país.
“Quedamos extremadamente perturbados con las imágenes de migrantes subastados como mercadería y la evidencia de mercados de africanos esclavizados que se reunió desde entonces”, reza una declaración de expertos de derechos humanos de la ONU.
Está claro que la esclavitud es una “realidad escandalosa” en Libia, subrayan. Las subastas son resabios de “uno de los capítulos más oscuros de la historia de la humanidad, en que millones de africanos eran desarraigados, esclavizados, traficados y subastados al mayor postor”, añadió.
Esclavizados, traficados, extorsionados, violados, torturados…
“La esclavización de migrantes deriva de la situación de extrema vulnerabilidad en la que se encuentran. Es fundamental que el gobierno de Libia actúe ahora para evitar el deterioro de los derechos humanos y generar mejoras para la protección de migrantes”, reza el comunicado.
Los estados miembro de la ONU deben “dejar de ignorar los horrores inimaginables que soportan los migrantes en Libia, deben urgir a los países a que tomen medidas”, subaya.
Amnistía, con más de siete millones de trabajadores en 150 países, alertó de que la criminalización del ingreso irregular según las leyes libias, sumado a la falta de normas o de infraestructura práctica para la protección de las personas solicitantes de asilo y de víctimas de trata, derivó en que las “detenciones masivas, arbitrarias y por tiempo indefinido se convirtieran en el principal sistema de gestión migratorio del país”.
“Tratos horrendos”
Hay unas 20.000 personas hacinadas en esos centros de detención atestados e insalubres.
Decenas de migrantes y refugiados entrevistados describieron el “ciclo de explotación para destruir el alma”, al que soportan por la connivencia entre guardias costeros, redes criminales y grupos armados. Además, los guardias de los centros de detención los torturan para extorsionarlos, denunció Amnistía.
“Si pueden pagar, los liberan. También pueden pasar a manos de traficantes de personas que pueden asegurar su salida de Libia en cooperación con la Guardia Costera”, indicó.
“El acuerdo entre los guardias costeros y los traficantes se señala mediante marcas a los barcos que permiten que pasen por aguas libias sin ser interceptados, y se sabe que los guardias escoltan barcos hacia aguas internacionales”, añade.
En respaldo a un plan Unión Africana-UE, adoptado en la cumbre del 29 al 30 de noviembre en Abiyán, Costa de Marfil, el director general de la OIM, William Lacy Swing, comprometió su organización a brindar todo su apoyo y aliviar la difícil situación de miles de migrantes atrapados en Libia.
Con 2.803 personas ahogadas en el mar Mediterráneo, según informó la OIM el 1 de este mes, la agencia redobla su programa humanitario para redoblar el número de repatriados, logrando que 14.007 regresaran a sus país este año.
La creación de un equipo de trabajo con todas las partes involucradas procura asegurarse que se atiende la crisis migratoria de Libia de forma coordinada.
“Reforzar nuestro programa de retorno podrá no servir totalmente a atender la difícil situación de los migrantes en Libia, pero es nuestro deber sacar a los migrantes de los centros de detención como prioridad absoluta”, remarcó Swing.
La OIM pretende trabajar con todas las agencias del foro mundial y garantizar una adecuada coordinación y la pronta derivación de las personas cuyo retorno sea inviable, añadió.
Un millón de personas atrapadas en Libia
La OIM registró hasta ahora más de 400.000 migrantes en Libia, pero estima que podrían ser más de 700.000 y hasta un millón. El refuerzo del programa incluirá también a las personas que quieran retornar a su país, aunque no estén en los centros de detención.
El esfuerzo inicial de la agencia se concentrará en 15.000 migrantes, ayudándolos a retornar y a reintegrarse a sus países de origen antes de este fin de año.
“Es una elección que la gente hace de forma voluntaria, con la esperanza de un nuevo comienzo”, destacó Othman Belbeisi, jefe de la Misión de la OIM en Libia.
Baher KamalBaher Kamal es Asesor del Director General de IPS para Medio Oriente y el Norte de África y Director del Servicio en Árabe de IPS.