21 Noviembre 2019
La Razón de México
El informe concluye que América Latina está creciendo por debajo de su potencial económico y las limitadas inversiones en la región mantienen a la baja la demanda de crédito para los bancos, debido principalmente a la dinámica política y a las crecientes protestas sociales en varios países de la región.
En el caso de Brasil, señala que los bancos comerciales todavía presentan un desempeño operativo sólido debido a las mejoras en la eficiencia, las crecientes comisiones y las menores necesidades de aprovisionamiento, mientras que los bancos propiedad del Gobierno están avanzando con la agenda de la privatización y reduciendo gradualmente su participación en el sistema bancario. Otra conclusión, es que la calidad de activos e indicadores de rentabilidad de los bancos mexicanos sigue resilientes en medio del debilitamiento de la economía y de la baja demanda de crédito.
“En América Latina preveemos otro año de crecimiento débil en 2020, aunque con una mejora moderada frente a 2019, caracterizado por los niveles persistentemente bajos de inversión y por riesgos significativos a la baja, asociados en su mayoría con la incierta dinámica política”, señala S&P que advierte que “los riesgos geopolíticos son elevados y podrían minar las decisiones de inversión si las tensiones aumentan. Algunas jurisdicciones bancarias de la región están padeciendo condiciones difíciles hacia 2020, caracterizadas por los continuos niveles bajos de inversión y por importantes riesgos a la baja, debido principalmente a la incertidumbre sobre las políticas y a la agitación política en algunos países de la región”. Al respecto advierte que “las crecientes protestas sociales en muchos países de la región podrían llevar a los gobiernos a relajar su política fiscal e incurrir en más deuda”.
Con relación a los bancos argentinos la calificadora S&P alerta por el deterioro de la calidad crediticia en la mayoría de los segmentos, con la cartera vencida en 4,7% hacia el cierre de agosto pasado (desde 3% en 2018 y 2% en años anteriores), con el crédito corporativo detrás de 100 puntos básicos de mora total. “La baja penetración del crédito y el enfoque en segmentos más formales han ayudado a mantener las pérdidas crediticias en niveles manejables”. Señala además que pese a la contracción crediticia, la rentabilidad de los bancos se ve soportada por tasas más altas sobre los créditos, e intereses de instrumentos del banco central, con un retorno sobre activos estimado en torno al 4%. La solvencia también se ha mantenido adecuada”.
La Razón de México
Mientras, seguirán las dificultades por controles de capital e incertidumbre sobre políticas que aplicará el próximo gobierno luego del 10-D. “Esperamos que Argentina incumpla con su deuda nuevamente en algún momento después de que el nuevo gobierno entre en funciones. Hasta entonces, el país seguirá afrontando dificultades debido a los controles de capital y a la incertidumbre en general sobre las políticas, lo que se reflejaría en una contracción económica”, señala la calificadora S&P en su último informe sobre las perspectivas de la banca latinoamericana.
El informe concluye que América Latina está creciendo por debajo de su potencial económico y las limitadas inversiones en la región mantienen a la baja la demanda de crédito para los bancos, debido principalmente a la dinámica política y a las crecientes protestas sociales en varios países de la región.
En el caso de Brasil, señala que los bancos comerciales todavía presentan un desempeño operativo sólido debido a las mejoras en la eficiencia, las crecientes comisiones y las menores necesidades de aprovisionamiento, mientras que los bancos propiedad del Gobierno están avanzando con la agenda de la privatización y reduciendo gradualmente su participación en el sistema bancario. Otra conclusión, es que la calidad de activos e indicadores de rentabilidad de los bancos mexicanos sigue resilientes en medio del debilitamiento de la economía y de la baja demanda de crédito.
“En América Latina preveemos otro año de crecimiento débil en 2020, aunque con una mejora moderada frente a 2019, caracterizado por los niveles persistentemente bajos de inversión y por riesgos significativos a la baja, asociados en su mayoría con la incierta dinámica política”, señala S&P que advierte que “los riesgos geopolíticos son elevados y podrían minar las decisiones de inversión si las tensiones aumentan. Algunas jurisdicciones bancarias de la región están padeciendo condiciones difíciles hacia 2020, caracterizadas por los continuos niveles bajos de inversión y por importantes riesgos a la baja, debido principalmente a la incertidumbre sobre las políticas y a la agitación política en algunos países de la región”. Al respecto advierte que “las crecientes protestas sociales en muchos países de la región podrían llevar a los gobiernos a relajar su política fiscal e incurrir en más deuda”.
Con relación a los bancos argentinos la calificadora S&P alerta por el deterioro de la calidad crediticia en la mayoría de los segmentos, con la cartera vencida en 4,7% hacia el cierre de agosto pasado (desde 3% en 2018 y 2% en años anteriores), con el crédito corporativo detrás de 100 puntos básicos de mora total. “La baja penetración del crédito y el enfoque en segmentos más formales han ayudado a mantener las pérdidas crediticias en niveles manejables”. Señala además que pese a la contracción crediticia, la rentabilidad de los bancos se ve soportada por tasas más altas sobre los créditos, e intereses de instrumentos del banco central, con un retorno sobre activos estimado en torno al 4%. La solvencia también se ha mantenido adecuada”.