Las secuelas de la película del ajuste
Aristócratas de cotillón
Por Alejandro del Carril
28 de diciembre de 2023
“Si tu moneda hablara,/si esa moneda hablara…más de la cuenta”.
Patricio Rey
Oligarcas y patricios
Los que tenemos algunos años encima ya hemos visto varias secuelas de esta película. Como suele ocurrir con las secuelas, cada vez son más berretas, peor dirigidas, con guiones empobrecidos y pésimos actores.
Jorge Abelardo Ramos distinguía entre patricios y oligarcas. A la generación del 80 los incluía entre los primeros. Hombres que lucharon por fundar y constituir la nación. Es el imperialismo quien inventará a los segundos cuando ponga a los primeros a trabajar para ellos. Ideológicamente se los suele confundir, tanto por derecha como por izquierda.
El domingo de las elecciones, los socios de Boca lo cantaron a su manera: “El poder es que te quieran, todo no podés comprar”.
Presidentes mascotas
Hubo un tiempo en que los animales tenían una relación con lo sagrado. La primera forma de organización social, según Freud, fue la religión totémica. Cada grupo veneraba a un animal al que tenían prohibido matar y comer. Esta prohibición se transgredía en ocasiones especiales. También eran comunes hace un tiempo las fobias a los animales, que no dejaban de tener una relación a lo sagrado.
Hoy en día nada de eso parece existir. Los animales se han humanizado y suelen ser mejor tratados que los humanos. La fobia de moda es la fobia social, es decir, fobia a los humanos.
Aunque, a decir verdad, ya fue Domingo Faustino Sarmiento quien, por un lado, promovió intensamente la creación de la sociedad protectora de animales y fue su primer presidente, mientras por el otro exterminaba a los gauchos y recomendaba no economizar su sangre.
Actualmente los presidentes argentinos suelen gobernar con sus síntomas-mascotas.
Macri asumió burlándose de la Constitución, alteró la fórmula de juramento y luego sentó a su supuesta mascota en el sillón presidencial. Todo su gerenciamiento nacional se limitó fundamentalmente al saqueo de las arcas y a burlarse del pueblo y de las leyes. Continuando la burla, el can portaba el nombre de Balcarce, prócer nacional de destacada actuación durante la guerra de la independencia. Es costumbre de él contratar descendientes de patricios y ponerlos a trabajar en su proyecto antipatria. Próceres por animalitos fue también el cambio operado en los billetes.
Alberto Fernández asumió con Dylan. Guitarra en mano, jugó al progre bienintencionado, mientras no tocaba nada del status mafioso instalado por su antecesor en diversos estamentos estatales y privados, regulados por el estado.
Milei asume con los clones de Conan, a quien habría conocido en el imperio romano. Ese nombre viene de la película que hizo conocido a Arnold Schwarzenegger: Conan, el bárbaro. Así hizo campaña, como un bárbaro, insultando y vociferando disparates a diestra y siniestra. Sus votantes se identificaron con ese deseo incendiario que prometía arrasar con todo, a ellos inclusive. Pero muchos otros se dieron cuenta rápidamente que este Conan es bárbaro con el pueblo y domesticado con el salvajismo del capital.
Capital humano
Este sintagma, que no es nuevo, es utilizado para nombrar un ministerio nacional. Con él, el neoliberalismo se refiere al producto de la captura de la subjetividad por los dispositivos económicos, los "emprendedores de sí mismo". Para ello, Hayek (referente teórico de Milei) no dudaba en afirmar que prefería un dictador liberal antes que una democracia sin liberalismo. Lo aplicado en Chile, con Pinochet, basta y sobra para entender el planteo. Chile fue la punta de lanza de la ofensiva de "shock" lanzada por los neoliberales en los 70.
Claro que para formar a esta subjetividad, hizo falta primero su derrota militar, con guerras, genocidios, desapariciones, etc.
La consecuencia es que lo que se llama capital humano hace referencia a las subjetividades derrotadas y sometidas por el capital. Esa existencia es posible gracias a los muertos, desaparecidos, desocupados y distintas formas de expulsados del lazo social.
Por lo tanto resulta lógico que se eliminen los organismos gubernamentales que se ocupan de los derechos humanos.
Farsas y tragedias
Una parte de la población piensa que se avecina una tragedia. Pero tragedia fue la de Edipo, que para no acostarse con su madre y matar al padre, emprende una odisea que termina arrojándolo al lugar del que pretendía huir. Llegado a ese punto, el héroe trágico decide arrancarse los ojos para pagar por su desmesura. Lo que pierde por un lado lo gana en sabiduría por el otro. Pero quienes han votado al actual presidente cuando caigan en la miseria, seguramente gritaran, con sus bellas almas enfurecidas: “que se vayan todos”, para diluir su responsabilidad.
Alejandro del Carril es psicoanalista. Autor de “Psicoanálisis en la locura de la razón capitalista” (Ed. Planeta)
Retardatarios
Por Alejandro Slokar
. Imagen: Adrián Pérez
Es muy probable que el vértigo legisferante de estos días les haya hecho perder parte de consistencia técnica, si alguna vez la tuvieron. En cambio, las directrices forman aquello que en gran medida se anunciaba. Aunque el propio Alberdi en su capacidad de futurización, como después se acreditará, se horrorizaría de este mamarracho jurídico que en su denominación plagia sus célebres “Bases”. Sólo restó expresar en el rótulo que se trata de aquellos “Argentinos de bien”.
Porque la reducción normativa penal del mundo es propia de cualquier cabeza afiebrada. Bien lo sabemos aquellos que en las aulas estudiamos y enseñamos -a veces discretamente- el Derecho. Días pasados desde la entidad que nacionalmente nos nuclea advertíamos sobre la necesidad de garantizar los derechos de reunión, expresión y petición a partir de los postulados constitucionales e internacionales. También recordamos las palabras que nos enviara SS Francisco instando a contrarrestar la irracionalidad punitiva. Pero la anunciada pretensión codificadora del mentado protocolo de seguridad, esta vez se aproxima a una alucinación que se coloca decididamente en el revés del derecho.
Cualquiera que lea el voluminoso texto que compone la declamada emergencia que contiene el adefesio remitido en esta oportunidad al Congreso Nacional, encontrará agazapados a los poderosos y sus privilegios, esencialmente imbricados en la estructura económica dependiente que desde siempre provocó la mayor miseria del país. Los mismos que, antes o después, culminan clamando por represión, ilegal.
Baste ver que para reformar el Código Penal, la vocación gubernamental es meter preso hasta 6 años a cualquiera que se reúna en la calle. Esta criminalización de la protesta por fuera de los estándares vigentes del art. 194 CP, llega al extremo de punir a todo sujeto o entidad que convoque, “pase lista” (¡) o provea cualquier medio material para la reunión. Acaso si mediare resistencia a la autoridad, el texto se encarga de multiplicar la pena actual hasta también los 6 años de encierro. Pero si con ello no bastase, se entroniza la llamada doctrina “Chocobar” presumiendo la proporcionalidad del accionar del agente estatal y eliminando la capacidad de la víctima -o sus deudos- de defender sus intereses en juicio, sea penal o civil.
Nada de la modernización y la democratización que reclama una sociedad puede verse reflejada en estos dispositivos. Será porque la estabilización del saqueo demanda que el resto de la sociedad se comporte como un conjunto de esclavos sumisos, lo que se logra con una coerción tan irracional y generalizada que trate de impedir actuar en favor de las reivindicaciones del pueblo de la nación, lo que inevitablemente alimenta las tensiones y concluye en impredecibles efectos si se sigue estimulando tentaciones “demoníacas”.
Para ello recordemos al bueno de Alberdi, que había advertido en sus “Escritos Póstumos” con la caracterización central de los sectores dominantes en sus aspectos ideológicos y de conducta política: “Los liberales argentinos son amantes platónicos de una deidad que no han visto ni conocen. Ser libre para ellos no consiste en gobernarse a sí mismos, sino en gobernar a los otros. La posesión del gobierno: he ahí toda su libertad. El monopolio del gobierno: he ahí todo su liberalismo … El liberalismo, como hábito de respetar el disentimiento de los otros ejercido en nuestra contra, es cosa que no cabe en la cabeza de un liberal argentino. El disidente, es enemigo; la disidencia de opinión es guerra, hostilidad, que autoriza la represión y la muerte”.
Aún se está a tiempo de corregir el curso de tanto dislate, restaurando el consenso democrático que existió durante los últimos cuarenta años. Deben cobrar vigencia en la Argentina los límites que impone el sistema de frenos y contrapesos, en cabeza de los restantes poderes de estado. Quienes se apoltronan en los despachos legislativos y judiciales deben aspirar a una plena vida institucional impidiendo transformaciones regresivas, de forma de poder legitimar su permanencia en los cargos. De otro modo, deberemos aceptar con profunda desazón la celebración del triunfo por parte de aquellos que mucho antes que tarde se imponen por la fuerza.
* Profesor titular UBA /UNLP
Es muy probable que el vértigo legisferante de estos días les haya hecho perder parte de consistencia técnica, si alguna vez la tuvieron. En cambio, las directrices forman aquello que en gran medida se anunciaba. Aunque el propio Alberdi en su capacidad de futurización, como después se acreditará, se horrorizaría de este mamarracho jurídico que en su denominación plagia sus célebres “Bases”. Sólo restó expresar en el rótulo que se trata de aquellos “Argentinos de bien”.
Porque la reducción normativa penal del mundo es propia de cualquier cabeza afiebrada. Bien lo sabemos aquellos que en las aulas estudiamos y enseñamos -a veces discretamente- el Derecho. Días pasados desde la entidad que nacionalmente nos nuclea advertíamos sobre la necesidad de garantizar los derechos de reunión, expresión y petición a partir de los postulados constitucionales e internacionales. También recordamos las palabras que nos enviara SS Francisco instando a contrarrestar la irracionalidad punitiva. Pero la anunciada pretensión codificadora del mentado protocolo de seguridad, esta vez se aproxima a una alucinación que se coloca decididamente en el revés del derecho.
Cualquiera que lea el voluminoso texto que compone la declamada emergencia que contiene el adefesio remitido en esta oportunidad al Congreso Nacional, encontrará agazapados a los poderosos y sus privilegios, esencialmente imbricados en la estructura económica dependiente que desde siempre provocó la mayor miseria del país. Los mismos que, antes o después, culminan clamando por represión, ilegal.
Baste ver que para reformar el Código Penal, la vocación gubernamental es meter preso hasta 6 años a cualquiera que se reúna en la calle. Esta criminalización de la protesta por fuera de los estándares vigentes del art. 194 CP, llega al extremo de punir a todo sujeto o entidad que convoque, “pase lista” (¡) o provea cualquier medio material para la reunión. Acaso si mediare resistencia a la autoridad, el texto se encarga de multiplicar la pena actual hasta también los 6 años de encierro. Pero si con ello no bastase, se entroniza la llamada doctrina “Chocobar” presumiendo la proporcionalidad del accionar del agente estatal y eliminando la capacidad de la víctima -o sus deudos- de defender sus intereses en juicio, sea penal o civil.
Nada de la modernización y la democratización que reclama una sociedad puede verse reflejada en estos dispositivos. Será porque la estabilización del saqueo demanda que el resto de la sociedad se comporte como un conjunto de esclavos sumisos, lo que se logra con una coerción tan irracional y generalizada que trate de impedir actuar en favor de las reivindicaciones del pueblo de la nación, lo que inevitablemente alimenta las tensiones y concluye en impredecibles efectos si se sigue estimulando tentaciones “demoníacas”.
Para ello recordemos al bueno de Alberdi, que había advertido en sus “Escritos Póstumos” con la caracterización central de los sectores dominantes en sus aspectos ideológicos y de conducta política: “Los liberales argentinos son amantes platónicos de una deidad que no han visto ni conocen. Ser libre para ellos no consiste en gobernarse a sí mismos, sino en gobernar a los otros. La posesión del gobierno: he ahí toda su libertad. El monopolio del gobierno: he ahí todo su liberalismo … El liberalismo, como hábito de respetar el disentimiento de los otros ejercido en nuestra contra, es cosa que no cabe en la cabeza de un liberal argentino. El disidente, es enemigo; la disidencia de opinión es guerra, hostilidad, que autoriza la represión y la muerte”.
Aún se está a tiempo de corregir el curso de tanto dislate, restaurando el consenso democrático que existió durante los últimos cuarenta años. Deben cobrar vigencia en la Argentina los límites que impone el sistema de frenos y contrapesos, en cabeza de los restantes poderes de estado. Quienes se apoltronan en los despachos legislativos y judiciales deben aspirar a una plena vida institucional impidiendo transformaciones regresivas, de forma de poder legitimar su permanencia en los cargos. De otro modo, deberemos aceptar con profunda desazón la celebración del triunfo por parte de aquellos que mucho antes que tarde se imponen por la fuerza.
* Profesor titular UBA /UNLP
Qué hay detrás del proyecto que modifica acuerdos de doble imposición que enviará Milei al Congreso
El caso Japón
El Convenio con Japón excluye de la definición de regalías prevista en su artículo 12 al concepto de "asistencia técnica". Esto hace que ese tipo de rentas no queden sujetas a imposición en el país fuente, salvo que exista un establecimiento permanente, lo que impide a Argentina gravar las regalías por asistencia técnica que se paguen a empresas de Japón.
“En el acuerdo con Japón, el país no incluye la definición de regalías. Permite entonces que no queden sujetas en el país de origen de ese servicio. Esto es importante por el tipo de relación que tenemos con Japón. Es un sin sentido. Nos afecta deliberadamente que eso haya quedado excluido”, explicó Letcher.
Es uno de los proyectos que buscará tratar el Gobierno en las sesiones extraordinarias y un claro mensaje y guiño a los grandes grupos económicos del país.
. Imagen: Guadalupe Lombardo
Javier Milei llegó a la presidencia con la promesa de que el ajuste fiscal lo iba a pagar la “casta”. La misma "casta" que sus seguidores acusaban de tener “miedo”. Lejos de aquella consigna, tres semanas más tarde y ya en el Gobierno, el derechista prevé enviar un proyecto de ley al Congreso hecho a medida de los grupos más poderosos del país.
Después del controversial megaDNU, ahora el Gobierno busca avanzar en sesiones extraordinarias con distintos Convenios de Doble Imposición Fiscal. Entre estos convenios hay dos, el de Japón y el de Luxemburgo, que llaman particularmente la atención, según explicó por AM750 el Magíster en Economía Política (FLACSO) y director del Centro de Economía Política Argentina (Centro CEPA), Hernán Letcher.
Con Japón se busca la Eliminación de la Doble Imposición con respecto a los Impuestos sobre la Renta y la Prevención de la Evasión y la Elusión Fiscal, suscripto en la Ciudad de Osaka, Japón, el 27 de junio de 2019. En tanto, con el Gran Ducado de Luxemburgo se busca para la Eliminación de la Doble Imposición con respecto a los Impuestos sobre la Renta y sobre el Patrimonio y la Prevención de la Evasión y Elusión Fiscal, suscripto en la Ciudad de Washington, Estados Unidos, el 13 de abril de 2019.
El caso Luxemburgo
Para Letcher, el caso Luxemburgo es el más llamativo. “Esto llama la atención porque, no sé si saben, pero uno de los principales ricos del país tiene su sede en Luxemburgo. Es Paolo Rocca. Hace varios años decidió, de un día para el otro, ubicar su sede allí. Es una fundación con sede en un país con baja tributación”, dijo.
Y siguió explicando: “Peor aún, esa estructura comercial, la de Rocca y sus amigos, son todos dueños de Techint y el holding, pero su capital está puesto primero en esa fundación. Y esa fundación, es dueña de otra sociedad, que está en Países Bajos, otro país de baja tributación. Esa sociedad es dueña de otras dos sociedades que están también en Países Bajos. Y esas dos son dueñas de otras que están ahí”.
“Hasta ahí, ninguna de esas sociedades realiza actividad. No producen nada más que ser dueñas de otras empresas. Se crean para evadir. Cuando digo evadir, digo pagar menos impuestos. Con lo cual, va a pagar en Luxemburgo baja tributación y no va a pagar acá”, finalizó.
Javier Milei llegó a la presidencia con la promesa de que el ajuste fiscal lo iba a pagar la “casta”. La misma "casta" que sus seguidores acusaban de tener “miedo”. Lejos de aquella consigna, tres semanas más tarde y ya en el Gobierno, el derechista prevé enviar un proyecto de ley al Congreso hecho a medida de los grupos más poderosos del país.
Después del controversial megaDNU, ahora el Gobierno busca avanzar en sesiones extraordinarias con distintos Convenios de Doble Imposición Fiscal. Entre estos convenios hay dos, el de Japón y el de Luxemburgo, que llaman particularmente la atención, según explicó por AM750 el Magíster en Economía Política (FLACSO) y director del Centro de Economía Política Argentina (Centro CEPA), Hernán Letcher.
Con Japón se busca la Eliminación de la Doble Imposición con respecto a los Impuestos sobre la Renta y la Prevención de la Evasión y la Elusión Fiscal, suscripto en la Ciudad de Osaka, Japón, el 27 de junio de 2019. En tanto, con el Gran Ducado de Luxemburgo se busca para la Eliminación de la Doble Imposición con respecto a los Impuestos sobre la Renta y sobre el Patrimonio y la Prevención de la Evasión y Elusión Fiscal, suscripto en la Ciudad de Washington, Estados Unidos, el 13 de abril de 2019.
El caso Luxemburgo
Para Letcher, el caso Luxemburgo es el más llamativo. “Esto llama la atención porque, no sé si saben, pero uno de los principales ricos del país tiene su sede en Luxemburgo. Es Paolo Rocca. Hace varios años decidió, de un día para el otro, ubicar su sede allí. Es una fundación con sede en un país con baja tributación”, dijo.
Y siguió explicando: “Peor aún, esa estructura comercial, la de Rocca y sus amigos, son todos dueños de Techint y el holding, pero su capital está puesto primero en esa fundación. Y esa fundación, es dueña de otra sociedad, que está en Países Bajos, otro país de baja tributación. Esa sociedad es dueña de otras dos sociedades que están también en Países Bajos. Y esas dos son dueñas de otras que están ahí”.
“Hasta ahí, ninguna de esas sociedades realiza actividad. No producen nada más que ser dueñas de otras empresas. Se crean para evadir. Cuando digo evadir, digo pagar menos impuestos. Con lo cual, va a pagar en Luxemburgo baja tributación y no va a pagar acá”, finalizó.
El caso Japón
El Convenio con Japón excluye de la definición de regalías prevista en su artículo 12 al concepto de "asistencia técnica". Esto hace que ese tipo de rentas no queden sujetas a imposición en el país fuente, salvo que exista un establecimiento permanente, lo que impide a Argentina gravar las regalías por asistencia técnica que se paguen a empresas de Japón.
“En el acuerdo con Japón, el país no incluye la definición de regalías. Permite entonces que no queden sujetas en el país de origen de ese servicio. Esto es importante por el tipo de relación que tenemos con Japón. Es un sin sentido. Nos afecta deliberadamente que eso haya quedado excluido”, explicó Letcher.