La devaluación y la liberación de precios y tarifas colapsa los ingresos
La bomba de los precios
Por Leandro Renou
14 de diciembre de 2023
La petrolera Shell, la primera en marcar la línea de los aumentos . Imagen: Leandro Teysseire
Las naftas subieron 37 por ciento, el kilo de carne ya toca los 10 mil pesos y esperan que llegue a 12 mil, las alimenticias cortaron las entregas mientras remarcan.
Hace unos días, la canciller Diana Mondino se hizo viral en redes sociales por una explicación sobre la disparada de los precios que se dio desde que el presidente Javier Milei adelantó que liberaría todas las variables económicas. Recibió más memes que analisis profundos, pero la afirmación de la economista reveló a la perfección el plan que días después el ministro de Economía, Luis Caputo, terminó anunciando. Mondino detalló por entonces que si los precios están muy caros, la gente no compra, la demanda cae y los precios tienden a acomodarse. De manera sintética, graficó que el plan de Milei persigue, en realidad, la generación de una inflación rozando la híper para que los salarios se depriman a tal nivel que terminen siendo los reguladores de los precios.
Las naftas subieron 37 por ciento, el kilo de carne ya toca los 10 mil pesos y esperan que llegue a 12 mil, las alimenticias cortaron las entregas mientras remarcan.
Hace unos días, la canciller Diana Mondino se hizo viral en redes sociales por una explicación sobre la disparada de los precios que se dio desde que el presidente Javier Milei adelantó que liberaría todas las variables económicas. Recibió más memes que analisis profundos, pero la afirmación de la economista reveló a la perfección el plan que días después el ministro de Economía, Luis Caputo, terminó anunciando. Mondino detalló por entonces que si los precios están muy caros, la gente no compra, la demanda cae y los precios tienden a acomodarse. De manera sintética, graficó que el plan de Milei persigue, en realidad, la generación de una inflación rozando la híper para que los salarios se depriman a tal nivel que terminen siendo los reguladores de los precios.
En pocas palabras, el plan Caputo no tiene al ajuste fiscal como ancla, sino a los ingresos y jubilaciones como opción para generar un recesión que obligue a los formadores de precios a pensar dos veces antes de aumentar, dado que nadie podrar comprar ni lo más mínimo.
Todo esto es lo que empezó a ocurrir en las 24 horas posteriores a los anuncios de Caputo y es, además, lo que funcionarios de Hacienda les blanquearon a sectores empresarios: "absoluta libertad de precios, ése es el gran cambio de la economía argentina", fue el mensaje. Así, las petroleras anunciaron un aumento del 37 por ciento en los combustibles, la carne empezó a venderse hasta a 10 mil pesos el kilo (mismo valor de exportación), los aceites comestibles triplicaron su valor y los proveedores suspendieron las ventas a grandes supermercados mientras meditan cuánto habrá de remarcación en góndola.
En paralelo, el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó que la quita de subsidios al transporte y las tarifas de servicios comenzará en enero, donde habrá aumentos muy significativos que podrían llevar el boleto mínimo de colectivos a 797 pesos según proyectó la cámara empresaria Aaeta (hoy está arriba de 50 en el AMBA). Sobre la energía, aún no hay detalles. Dos datos extra, a estas liberaciones de precios hay que sumarles la caída en los acuerdos de precios de la medicina prepaga y los colegios privados. Todo esto se suma a una inflación de 160 por ciento que dejó la administración de Sergio Massa y que ya estaba en niveles donde el salario venía muy resentido pero con poder de compra sostenido, sobre todo en los sectores formales.
Las naftas frenan el auto
En la celebración del Día del Petróleo, en el Sheraton de Retiro, Shell empezó a circular entre las mesas del almuerzo un aumento del 37 por ciento en toda su gama de productos. Un rato después, Horacio Marín, flamante titular de YPF, lo confirmó. En las horas siguientes, se plegaron Axion y Puma.
Lo curioso es que hace dos semanas, el viernes 8 de diciembre, las mismas firmas ya habían decretado una suba del 30 por ciento, acumulando en un mes un alza general del 67 por ciento, ampliamente superior a la inflación. Estos aumentos llevaron el precio de la nafta super, la más económica, de 400 a 600 pesos.
Hasta ese momento, los combustibles habían mostrado a lo largo del año una suba algo superior al 90 por ciento, 30 puntos más que lo que se generó en los últimos 15 días. Esta suba de naftas, además, tendrá un impacto directo en la inflación futura.
Todo esto es lo que empezó a ocurrir en las 24 horas posteriores a los anuncios de Caputo y es, además, lo que funcionarios de Hacienda les blanquearon a sectores empresarios: "absoluta libertad de precios, ése es el gran cambio de la economía argentina", fue el mensaje. Así, las petroleras anunciaron un aumento del 37 por ciento en los combustibles, la carne empezó a venderse hasta a 10 mil pesos el kilo (mismo valor de exportación), los aceites comestibles triplicaron su valor y los proveedores suspendieron las ventas a grandes supermercados mientras meditan cuánto habrá de remarcación en góndola.
En paralelo, el vocero presidencial, Manuel Adorni, confirmó que la quita de subsidios al transporte y las tarifas de servicios comenzará en enero, donde habrá aumentos muy significativos que podrían llevar el boleto mínimo de colectivos a 797 pesos según proyectó la cámara empresaria Aaeta (hoy está arriba de 50 en el AMBA). Sobre la energía, aún no hay detalles. Dos datos extra, a estas liberaciones de precios hay que sumarles la caída en los acuerdos de precios de la medicina prepaga y los colegios privados. Todo esto se suma a una inflación de 160 por ciento que dejó la administración de Sergio Massa y que ya estaba en niveles donde el salario venía muy resentido pero con poder de compra sostenido, sobre todo en los sectores formales.
Las naftas frenan el auto
En la celebración del Día del Petróleo, en el Sheraton de Retiro, Shell empezó a circular entre las mesas del almuerzo un aumento del 37 por ciento en toda su gama de productos. Un rato después, Horacio Marín, flamante titular de YPF, lo confirmó. En las horas siguientes, se plegaron Axion y Puma.
Lo curioso es que hace dos semanas, el viernes 8 de diciembre, las mismas firmas ya habían decretado una suba del 30 por ciento, acumulando en un mes un alza general del 67 por ciento, ampliamente superior a la inflación. Estos aumentos llevaron el precio de la nafta super, la más económica, de 400 a 600 pesos.
Hasta ese momento, los combustibles habían mostrado a lo largo del año una suba algo superior al 90 por ciento, 30 puntos más que lo que se generó en los últimos 15 días. Esta suba de naftas, además, tendrá un impacto directo en la inflación futura.
El asado a 10 mil
En la semana, el precio de ganado en pie se disparó entre un 34,5% y 39,4% en promedio en el Mercado Agroganadero de Cañuelas (MAG). Suba que ya tiene un impacto en mostradores. En paralelo, al abrir las exportaciones de estos productos y cortar con los siete cortes populares de precios acordados que sostenía el gobierno saliente, la plaza local tendrá precios al consumidor iguales a los precios de exportación.
Ya está ocurriendo algo en ese sentido: el kilo de asado se pautó en carnicerías a 8000 pesos el martes, en la previa a los anuncios. Pero con la devaluación se irán, según fuentes del mercado, a 10 mil pesos. Con el impacto del costo del maíz, puede ir más arriba. "Si no le pone un límite el mostrador, puede llegar a 12 mil pesos".
Arden las góndolas
La situación en los supermercados es de pánico. Se espera una caída radical en las ventas y pulsean con los proveedores, que mientras definen cuánto remarcarán, cortaron entregas de mercadería.
Hasta ahora, se ve que los aceites, atados a valores internacionales, saltaron a 1600 pesos el litro (estaban 600), el arróz se vende a más de 1000 pesos un paquete chico, y se esperan subas similares en harinas y leches, sobre todo en polvo. Desde que Milei ganó el balotaje, las remarcaciones en góndolas superan el 100 por ciento y en la última semana las listas que llegaron sumaron aumentos de hasta el 60 por ciento.