Eduardo Camín
En tercer lugar, mejorar los sistemas de gestión de la SST en el lugar de trabajo mediante la promoción de los principios OIT-OSH 2001, el desarrollo de orientaciones que transformen la perspectiva de género y su adaptación a peligros, riesgos, sectores y ocupaciones específicos.
Las disparidades indecentes
Partiendo de las conclusiones del informe y sus recomendaciones, queda claro que el mundo actual se caracteriza por la proliferacion de riesgos sociales, politicos, ecológicos, económicos que tienden cada vez mas a escapar del monitoreo y protección de las instituciones creadas para ello. Instituciones que de otra parte se constituyen en las productoras y legitimadoras de los peligros que no pueden controlar.
Debemos recordar que mas de dos mil millones de trabajadores en todo el mundo se ganan la vida en la economía informal con derechos y protecciones limitados, cuando los tienen.
No debemos ser ingenuos, en el capitalismo no puede haber relación laboral justa, pues esta descansa sobre la explotación del trabajo vivo por parte del capital y sobre la existencia de una población excedente que sirve como bien lo destacaba Marx de «ejercito industrial de reserva « para sastifacer las necesidades de la acumulacion capitalista.
Hablemos entonces de la seguridad social de los trabajadores en un mundo en crisis, con una recesión oculta pero real, acompañada por la paulatina destrucción de los sistemas de protección social auspiciada desde el Banco Mundial, el FMI , la OMC y sus conductas neoliberales que han puesto la mayor parte de la clase trabajadora a nivel de vulnerabilidad y explotación similar al existente en el ultimo cuarto del siglo XIX.
La brecha mundial del empleo se está profundizando frente a los riesgos mundiales y los países de bajos ingresos se están quedando cada vez más atrás, pero los discursos actuales con su retórica parecieran formar parte de este estado de cosas. Esta situación de inseguridad se solapa con la informalidad, cuando los umbrales mínimos de horas de trabajo impiden el acceso a las prestaciones de la seguridad social.
Por lo tanto debemos situar el problema en las causas no en sus efectos, ésto no es una estadística más. Es la última en la vida de los trabajadores, pero estas vidas pareciera que no valen nada en la lógica del lucro.
* Periodista uruguayo residente en Ginebra, exmiembro de la Asociacion de Corresponsales de Prensa de Naciones Unidas en Ginebra. Analista Asociado al Centro Latinoamericano de Analisis Estrategico (CLAE)
Dic 11, 2023
Cerca de tres millones de trabajadores mueren cada año debido a accidentes y enfermedades relacionados con el trabajo, lo que significa un aumento de más del 5 por ciento en comparación con 2015, según nuevas estimaciones de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
El nuevo informe de la OIT denominado “Un llamamiento en favor de entornos de trabajo más seguros y saludables”, fue presentado en el 23º Congreso Mundial sobre Seguridad y Salud en el Trabajo, una de las mayores conferencias internacionales sobre este tema, que tuvo lugar en Sydney (Australia) entre el 27 al 30 de noviembre 2023.
El nuevo informe de la OIT denominado “Un llamamiento en favor de entornos de trabajo más seguros y saludables”, fue presentado en el 23º Congreso Mundial sobre Seguridad y Salud en el Trabajo, una de las mayores conferencias internacionales sobre este tema, que tuvo lugar en Sydney (Australia) entre el 27 al 30 de noviembre 2023.
La cifra subraya los desafíos persistentes para salvaguardar la salud y la seguridad de los trabajadores en todo el mundo. Hace algún tiempo, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS) Tedros A.Ghebreyesus admitió que « es chocante ver cómo tantas personas mueren literamente a causa de su trabajo »
Para situar el tema diremos que algunos expertos conceptualizan los accidentes laborales como consecuencia del trabajo que provoca directa o indirectamente lesiones corporales, pertubaciones funcionales o enfermedades que determinan la muerte.
No obstante, bajo el pretexto de las crisis económicas éstas se han convertido en la gran excusa del capitalismo, una retórica para avanzar por la senda de las disparidades en todas sus formas, que incluye la segurdad de los trabajadores. El informe destaca que un total de 2,6 millones de muertes se deben a enfermedades relacionadas con el trabajo.
Para situar el tema diremos que algunos expertos conceptualizan los accidentes laborales como consecuencia del trabajo que provoca directa o indirectamente lesiones corporales, pertubaciones funcionales o enfermedades que determinan la muerte.
No obstante, bajo el pretexto de las crisis económicas éstas se han convertido en la gran excusa del capitalismo, una retórica para avanzar por la senda de las disparidades en todas sus formas, que incluye la segurdad de los trabajadores. El informe destaca que un total de 2,6 millones de muertes se deben a enfermedades relacionadas con el trabajo.
A su vez indica que los accidentes laborales son responsables de otras 330.000 muertes, entre las cuales las enfermedades circulatorias, las neoplasias malignas y las enfermedades respiratorias figuran entre las tres primeras causas de muerte relacionada con el trabajo.
En conjunto, estas tres categorías representan más de tres cuartas partes de la mortalidad laboral total. El informe subraya que mueren más hombres por incidentes relacionados con el trabajo (51,4 por 100.000 adultos en edad laboral) que mujeres (17,2 por 100.000).
La región de Asia y el Pacífico registra la mayor mortalidad relacionada con el trabajo (63% del total mundial) debido al tamaño de su población activa.
La agricultura, la construcción, la silvicultura, la pesca y la industria manufacturera son los sectores más peligrosos, con 200.000 lesiones mortales al año, lo que representa el 63% de todas las muertes profesionales. En concreto, una de cada tres lesiones profesionales mortales en todo el mundo se produce entre los trabajadores agrícolas, sostiene el informe.
Para impulsar los esfuerzos mundiales destinados a garantizar un entorno de trabajo seguro y saludable, la OIT ha presentado un nuevo plan, la Estrategia Mundial de Seguridad y Salud en el Trabajo para 2024-2030. El objetivo es dar prioridad al bienestar de los trabajadores en consonancia con la dedicación de la OIT a la justicia social y la promoción del trabajo decente en todo el el mundo.
En conjunto, estas tres categorías representan más de tres cuartas partes de la mortalidad laboral total. El informe subraya que mueren más hombres por incidentes relacionados con el trabajo (51,4 por 100.000 adultos en edad laboral) que mujeres (17,2 por 100.000).
La región de Asia y el Pacífico registra la mayor mortalidad relacionada con el trabajo (63% del total mundial) debido al tamaño de su población activa.
La agricultura, la construcción, la silvicultura, la pesca y la industria manufacturera son los sectores más peligrosos, con 200.000 lesiones mortales al año, lo que representa el 63% de todas las muertes profesionales. En concreto, una de cada tres lesiones profesionales mortales en todo el mundo se produce entre los trabajadores agrícolas, sostiene el informe.
Para impulsar los esfuerzos mundiales destinados a garantizar un entorno de trabajo seguro y saludable, la OIT ha presentado un nuevo plan, la Estrategia Mundial de Seguridad y Salud en el Trabajo para 2024-2030. El objetivo es dar prioridad al bienestar de los trabajadores en consonancia con la dedicación de la OIT a la justicia social y la promoción del trabajo decente en todo el el mundo.
La estrategia anima a los Miembros de la OIT a actuar sobre tres pilares.En primer lugar, mejorar los marcos nacionales de seguridad y salud en el trabajo (SST) mediante la mejora de la gobernanza, la promoción de datos fiables y el desarrollo de competencias.
En segundo lugar, reforzar la coordinación, las asociaciones y la inversión en SST a escala nacional y mundial.
En segundo lugar, reforzar la coordinación, las asociaciones y la inversión en SST a escala nacional y mundial.
En tercer lugar, mejorar los sistemas de gestión de la SST en el lugar de trabajo mediante la promoción de los principios OIT-OSH 2001, el desarrollo de orientaciones que transformen la perspectiva de género y su adaptación a peligros, riesgos, sectores y ocupaciones específicos.
Las disparidades indecentes
Partiendo de las conclusiones del informe y sus recomendaciones, queda claro que el mundo actual se caracteriza por la proliferacion de riesgos sociales, politicos, ecológicos, económicos que tienden cada vez mas a escapar del monitoreo y protección de las instituciones creadas para ello. Instituciones que de otra parte se constituyen en las productoras y legitimadoras de los peligros que no pueden controlar.
Debemos recordar que mas de dos mil millones de trabajadores en todo el mundo se ganan la vida en la economía informal con derechos y protecciones limitados, cuando los tienen.
No debemos ser ingenuos, en el capitalismo no puede haber relación laboral justa, pues esta descansa sobre la explotación del trabajo vivo por parte del capital y sobre la existencia de una población excedente que sirve como bien lo destacaba Marx de «ejercito industrial de reserva « para sastifacer las necesidades de la acumulacion capitalista.
Hablemos entonces de la seguridad social de los trabajadores en un mundo en crisis, con una recesión oculta pero real, acompañada por la paulatina destrucción de los sistemas de protección social auspiciada desde el Banco Mundial, el FMI , la OMC y sus conductas neoliberales que han puesto la mayor parte de la clase trabajadora a nivel de vulnerabilidad y explotación similar al existente en el ultimo cuarto del siglo XIX.
La brecha mundial del empleo se está profundizando frente a los riesgos mundiales y los países de bajos ingresos se están quedando cada vez más atrás, pero los discursos actuales con su retórica parecieran formar parte de este estado de cosas. Esta situación de inseguridad se solapa con la informalidad, cuando los umbrales mínimos de horas de trabajo impiden el acceso a las prestaciones de la seguridad social.
Por lo tanto debemos situar el problema en las causas no en sus efectos, ésto no es una estadística más. Es la última en la vida de los trabajadores, pero estas vidas pareciera que no valen nada en la lógica del lucro.
* Periodista uruguayo residente en Ginebra, exmiembro de la Asociacion de Corresponsales de Prensa de Naciones Unidas en Ginebra. Analista Asociado al Centro Latinoamericano de Analisis Estrategico (CLAE)