TTIP, un acuerdo comercial críptico y secreto
Los detractores apuntan a la falta de transparencia de la negociación y al riesgo de que el tratado transatlántico derribe las estrictas regulaciones que en Europa protegen a varios sectores y que en Estados Unidos no existen.
Ante los líderes europeos, Obama insistió en avanzar con la negociación del TTIP entre EE.UU. y el bloque.
Imagen: AFP
Por Eduardo Febbro
Desde París
El decimotercer ciclo de negociaciones sobre el tratado transatlántico de libre comercio, conocido a la vez como TAFTA y TTIP, se reanudó ayer en Nueva York en las mismas condiciones en las que, hace poco más de tres años, se empezó a negociar este acuerdo que concierne a la zona comercial más importante del planeta, la Unión Europea y Estados Unidos: a espaldas de las opiniones públicas, sin supervisión parlamentaria ni monitoreo de ningún tipo. La denominada Asociación Transatlántica de Comercio e Inversión (TTIP) excede en mucho el marco de un tratado comercial. Se trata de agilizar los intercambios comerciales entre dos bloques, Estados Unidos y la Unión Europea, que, juntos, suman alrededor del 60 por ciento del PIB mundial y engloban a más de 800 millones de seres humanos.