En mayo próximo el Ministro Julio Martínez enviará una misión a Washington para buscar cooperación con el Departamento de Defensa de los EEUU.
25 ABRIL 2016
Por Redacción APU
Luego de 12 años en los cuales la Argentina recuperó soberanía política en sus relaciones internacionales, el macrismo parece dispuesto a un alistamiento automático con los intereses de los EEUU. Luego de la visita de Obama, que coronó el negociado con los buitres, Mauricio Macri relanza las relaciones con su Departamento de Defensa, que tanto mal le impuso al continente.
Según informa la inefable Natasha Niebieskikwiat en Clarín, han sido muchos los encuentros bilaterales que no han sido difundidos. Como la visita de Rebecca Chavez, subsecretaria adjunta de Defensa para Asuntos del Hemisferio Occidental. Según consignó la agencia de noticias Reuters “también vino la secretaria de Defensa, Deborah James, quien ofreció "ayuda" a varios de los socios latinoamericanos de EE.UU. -entre ellos Argentina- para la lucha contra el narco”. “Ofreció entrenamiento para la fuerza, vehículos para las tres fuerzas, aviones de transporte y de entrenamiento”.
Según Niebieskikwiat, “siguiendo la tradición castrense local, el gobierno de Macri se resiste a utilizar a las fuerzas armadas en la lucha contra el narcotráfico como buscan distintos sectores en Washington”. Pero dejándonos guiar por los ofrecimientos, no es más que eso lo que proponen e imponen en el mundo.
Lo que las “fuentes oficiales” le indican a Clarín es que “buscan un acercamiento en diversos aspectos que van desde la cooperación con las fuerzas estadounidenses en las misiones de paz, a la asistencia humanitaria, a los ejercicios militares combinados”. Los negocios para EEUU están a la vista: “la subsecretaria del Departamento de Estado para el Control de Armas y la Seguridad Internacional, Rose Gottemoeller (…) habló de la modernización de los aviones C-130 que tiene la Argentina, una flota limitada y antigua”. En momentos en que se cierran los planes de producción nacional, nos quieren volver a vender material en desuso.
“Y al igual que en el área de Seguridad -en la que Patricia Bullrich decidió el incremento de la presencia de la DEA y el FBI en el país-, en el ministerio de Defensa se retomarán los cursos de formación de las fuerzas locales con las estadounidenses”, agregan. Un reposicionamiento que preocupa por el acceso que se le ofrece a los EEUU a los asuntos internos de la Argentina.
Por Redacción APU
Luego de 12 años en los cuales la Argentina recuperó soberanía política en sus relaciones internacionales, el macrismo parece dispuesto a un alistamiento automático con los intereses de los EEUU. Luego de la visita de Obama, que coronó el negociado con los buitres, Mauricio Macri relanza las relaciones con su Departamento de Defensa, que tanto mal le impuso al continente.
Según informa la inefable Natasha Niebieskikwiat en Clarín, han sido muchos los encuentros bilaterales que no han sido difundidos. Como la visita de Rebecca Chavez, subsecretaria adjunta de Defensa para Asuntos del Hemisferio Occidental. Según consignó la agencia de noticias Reuters “también vino la secretaria de Defensa, Deborah James, quien ofreció "ayuda" a varios de los socios latinoamericanos de EE.UU. -entre ellos Argentina- para la lucha contra el narco”. “Ofreció entrenamiento para la fuerza, vehículos para las tres fuerzas, aviones de transporte y de entrenamiento”.
Según Niebieskikwiat, “siguiendo la tradición castrense local, el gobierno de Macri se resiste a utilizar a las fuerzas armadas en la lucha contra el narcotráfico como buscan distintos sectores en Washington”. Pero dejándonos guiar por los ofrecimientos, no es más que eso lo que proponen e imponen en el mundo.
Lo que las “fuentes oficiales” le indican a Clarín es que “buscan un acercamiento en diversos aspectos que van desde la cooperación con las fuerzas estadounidenses en las misiones de paz, a la asistencia humanitaria, a los ejercicios militares combinados”. Los negocios para EEUU están a la vista: “la subsecretaria del Departamento de Estado para el Control de Armas y la Seguridad Internacional, Rose Gottemoeller (…) habló de la modernización de los aviones C-130 que tiene la Argentina, una flota limitada y antigua”. En momentos en que se cierran los planes de producción nacional, nos quieren volver a vender material en desuso.
“Y al igual que en el área de Seguridad -en la que Patricia Bullrich decidió el incremento de la presencia de la DEA y el FBI en el país-, en el ministerio de Defensa se retomarán los cursos de formación de las fuerzas locales con las estadounidenses”, agregan. Un reposicionamiento que preocupa por el acceso que se le ofrece a los EEUU a los asuntos internos de la Argentina.