Por Atilio A. Boron
Ene 1, 2020
Cada nuevo año invita a realizar balances de logros y frustraciones, alentar renovadas esperanzas y, en Nuestra América, conmemorar una gesta histórica: el triunfo de la Revolución Cubana. Como lo he dicho en reiteradas oportunidades la recordación y el homenaje a esa gran victoria popular y la interminable derrota del imperialismo norteamericano que acumula sesenta y un años mordiendo furioso el polvo de la derrota –cosa que jamás le ocurrió en ningún otro rincón del planeta- prevalecen por encima de cualquier otro tipo de consideración.
Cada nuevo año invita a realizar balances de logros y frustraciones, alentar renovadas esperanzas y, en Nuestra América, conmemorar una gesta histórica: el triunfo de la Revolución Cubana. Como lo he dicho en reiteradas oportunidades la recordación y el homenaje a esa gran victoria popular y la interminable derrota del imperialismo norteamericano que acumula sesenta y un años mordiendo furioso el polvo de la derrota –cosa que jamás le ocurrió en ningún otro rincón del planeta- prevalecen por encima de cualquier otro tipo de consideración.