12 sept 2017

TOMA IMPULSO

ESPAÑAEl independentismo llenó las calles de Barcelona
La policía catalana cifró la marcha en un millón de personas; para el gobierno español, fueron 350 mil12 de septiembre de 2017


Una multitud participó de la fiesta nacional de Cataluña, la Diada, que se convirtió en la principal manifestación del independentismo catalán.

A tres semanas del referéndum de autodeterminación, una masiva manifestación mostró en las pancartas, un mensaje en catalán muy claro: “Votaremos”. O “adéu Espanya” (adiós España).
 “Adiós España”: cientos de miles de independentistas catalanes se congregaron ayer en Barcelona en una exhibición¢n de fuerza a tres semanas del referéndum de autodeterminación del 1 de octubre que las instituciones españolas quieren impedir. La policía catalana cifró en un millón de personas la participación, pero según la delegación del gobierno español marcharon unas 350 mil.

La masiva manifestación, que empezó a las 17.14 hora local, coincidiendo con el año (1714) de la caída de Barcelona frente a las tropas borbónicas en la Guerra de Sucesión Española, el “mito fundacional” del independentismo catalán, supone toda una demostración de fuerza frente a Madrid, de cara al referéndum.

Extendidos sobre dos amplias avenidas de esta ciudad mediterránea, los manifestantes formaron una cruz de más de un kilómetro de largo en referencia a la “X” que quieren inscribir en la casilla del “Sí” en el plebiscito. Tras un minuto de silencio en recuerdo a las víctimas de los atentados jihadistas del pasado 17 de agosto, estallaron los aplausos y los gritos a favor de la “independencia”, que luego dieron paso al “Cant del Segadors”, el himno catalán, que fue entonado a viva voz por los manifestantes.

Familias enteras, desde ancianos hasta niños, en su mayoría con las remeras amarillo fluorescente de la convocatoria y “esteladas”, la bandera independentista, no oficial, participaron de esta fiesta nacional de Cataluña, la Diada, que en los últimos años se convirtió en la principal manifestación del independentismo catalán.

“Habrá lío en las próximas semanas, pero vamos a votar”, afirmaba Mari Carmen Pla, con la bandera independentista, de franjas amarillas y rojas con una estrella blanca sobre un triángulo azul, colgada sobre los hombros.

“Tengo 70 años. Ya no tengo edad para que me digan lo que tengo que hacer o no. Yo pienso votar y lo haré, aunque me lleven a la prisión”, añadía desafiante.

En las pancartas, el mensaje en catalán era claro: “Votaremos”. O “Adéu Espanya” (Adiós España). Es la sexta vez consecutiva que se manifiestan por la Diada del 11 de septiembre, día de Cataluña, y esperan que sea la última antes de conseguir la independencia.

El gobierno regional de Carles Puigdemont convocó oficialmente el referéndum de autodeterminación y, si gana el “Sí”, promete fundar una república en esta región mediterránea de 7,5 millones de habitantes y con una quinta parte de la riqueza de España.
Enfrente se encontrará al ejecutivo español de Mariano Rajoy y las instancias judiciales. Para ellos este escrutinio no se ajusta a la Constitución, que protege la unidad del país y delega la soberanía nacional en el conjunto de la población¢n española.

“El gobierno catalán está a punto”, dijo Puigdemont ante corresponsales extranjeros. Y advirtió: “no es una opción que no se realice el referéndum” por muchos obstáculos y acciones judiciales que lleguen desde Madrid.

En los últimos días, la fiscalía se querelló contra todo el gobierno regional y ordenó la incautación del material que pueda ser utilizado en la consulta. La guardia civil registró ya una imprenta y una revista sospechosas de haber impreso las papeletas de voto.

“No habrá referéndum y haré todo lo necesario para ello, porque es mi obligación’’, insistió el sábado Rajoy, que ayer deseaba a los catalanes “una Diada de libertad, convivencia y respeto”.

Pero según Puigdemont, la única forma de impedirlo que tiene el gobierno español es sentarse a dialogar un referéndum acordado con Madrid. “Están a tiempo para reflexionar. Hasta el último momento hay tiempo para el diálogo”, dijo al culminar su participación en la manifestación.

Mareas humanas en Barcelona, una cadena humana de 400 km o una “V” de victoria de 11 kilómetros de largo. Desde 2012, centenares de miles de catalanes, con sus banderas independentistas, reclaman en este día un referéndum de autodeterminación.

Amplios sectores de Cataluña, con una fuerte identidad e idioma propio, apuestan por esta consulta para resolver el encaje de esta región en España. El consenso se rompió en 2010 cuando el Tribunal Constitucional recortó un estatuto regional aprobado previamente en referéndum que ampliaba su autonomía.

“Si nos hubieran dejado votar hace unos años, habría ganado el no”, reconocía Esther Miret, una contable de 45 años manifestándose con un bebé en su cochecito. “Pero no han querido dialogar y la gente se ha dado cuenta que no hay nada que hacer con España”.

Si bien la participación superó los 805.000 de 2016, se quedó lejos de los 1,4 millones de 2015 o los 1,8 millones de 2014, según las cifras de la policía local. Para los contrarios a la secesión, el lema del acto “La Diada del Sí” era excluyente. “Se nos intenta marginar, expulsar y silenciar de una fiesta que supuestamente es para todos los catalanes”, criticó Inés Arrimadas, líder de Ciudadanos, principal partido opositor en la región.

Según el último sondeo del instituto demoscópico público regional, más del 70 por ciento de los encuestados apoyaba celebrar un referéndum, aunque sólo un 41,1 por ciento quería la secesión frente a un 49,4 por ciento en contra.