BOGOTÁ (Uypress)-
24.09.2017
El ex magistrado Francisco Ricaurte fue enviado a la cárcel La Picota, señalado de ser parte de una red en la que políticos pagaban millonarias sumas para que los procesos del Alto Tribunal los favorecieran.El caso se conoce cuando el país apenas empieza a desenmarañar la trama de corrupción de Odebrecht que ha tocado hasta al presidente Juan Manuel Santos. Los colombianos cada día son testigos de un nuevo escándalo que involucra a las esferas más altas del poder.
Ricaurte, con menos de 50 años, logró ser nombrado en 2008 el presidente más joven del tribunal superior de la justicia en Colombia. Ahora es acusado por los siguientes delitos: concierto para delinquir agravado, cohecho, tráfico de influencia y uso abusivo de información privilegiada. Con estos cargos, podría recibir una condena de 20 años de prisión.
El escándalo también involucra a otros jueces, ex legisladores, un ex gobernador y al destituido fiscal anticorrupción Gustavo Moreno, solicitado en extradición por Estados Unidos por sus actuaciones cuando era un abogado que litigaba ante las altas cortes.
Moreno, detenido desde hace dos meses, asegura que le entregó a Ricaurte unos 188.000 dólares como parte del pago de un ex congresista que quería librarse de un proceso. Uno de los senadores reconoció en un interrogatorio que pagó cientos de miles de dólares en sobornos para frenar investigaciones en su contra por parapolítica, como se conoce en Colombia al escándalo que vinculó a algunos políticos con líderes paramilitares, la extrema derecha armada que desangró al país desde finales de los noventa hasta 2006 cuando se desmovilizaron bajo el gobierno de Álvaro Uribe.
Ricaurte aspiraba, hasta hace unos días, a ser magistrado en la Jurisdicción Especial para la Paz contemplada en el acuerdo de paz entre el gobierno y la guerrilla de las FARC. Sin embargo, la Fiscalía le salió al paso con la revelación que tiene temblando a más de un legislador. El escándalo apenas empieza y el primero en responder ante la justicia es el expresidente de la Corte.
jwl
Ricaurte, con menos de 50 años, logró ser nombrado en 2008 el presidente más joven del tribunal superior de la justicia en Colombia. Ahora es acusado por los siguientes delitos: concierto para delinquir agravado, cohecho, tráfico de influencia y uso abusivo de información privilegiada. Con estos cargos, podría recibir una condena de 20 años de prisión.
El escándalo también involucra a otros jueces, ex legisladores, un ex gobernador y al destituido fiscal anticorrupción Gustavo Moreno, solicitado en extradición por Estados Unidos por sus actuaciones cuando era un abogado que litigaba ante las altas cortes.
Moreno, detenido desde hace dos meses, asegura que le entregó a Ricaurte unos 188.000 dólares como parte del pago de un ex congresista que quería librarse de un proceso. Uno de los senadores reconoció en un interrogatorio que pagó cientos de miles de dólares en sobornos para frenar investigaciones en su contra por parapolítica, como se conoce en Colombia al escándalo que vinculó a algunos políticos con líderes paramilitares, la extrema derecha armada que desangró al país desde finales de los noventa hasta 2006 cuando se desmovilizaron bajo el gobierno de Álvaro Uribe.
Ricaurte aspiraba, hasta hace unos días, a ser magistrado en la Jurisdicción Especial para la Paz contemplada en el acuerdo de paz entre el gobierno y la guerrilla de las FARC. Sin embargo, la Fiscalía le salió al paso con la revelación que tiene temblando a más de un legislador. El escándalo apenas empieza y el primero en responder ante la justicia es el expresidente de la Corte.
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