El Presidente de la República, Nicolás Maduro, anunció este viernes que a partir de la cinco de la mañana de este sábado será cerrada la frontera con Colombia en los municipios Lobatera, Ayacucho, García de Hevia y Panamericano, del estado Táchira.
Estos municipios conforman la segunda zona especial de atención que el Gobierno venezolano ha establecido para restablecer la paz y la seguridad en la zona fronteriza, en la que operan mafias paramilitares colombianas y grupos vinculados al contrabando de extracción de gasolina, alimentos y medicinas desde Venezuela hacia Colombia.
Al hacer el anuncio, el Primer Mandatario manifestó que esta medida tiene como objetivo combatir con mayor impacto el paramilitarismo, la criminalidad y el contrabando que ha ocasionado daños a la economía del país.
“Para limpiar de paramilitarismo, criminalidad, bachaquerismo, secuestro y narcotráfico, es que he decidido cerrar la frontera de la zona número dos en el estado Táchira en los municipios de Lobatera, Ayacucho, García de Hevia y Panamericano”, aseveró Maduro desde el Palacio de Miraflores, Caracas, donde recibió a venezolanos y colombianos que marcharon por la paz y en rechazo del paramilitarismo.
Durante la actividad, transmitida en cadena de radio y televisión, el Jefe de Estado también anunció la movilización de 3.000 integrantes de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb) que emprenderán la búsqueda de paramilitares para su captura.
En Táchira, específicamente en la población de San Antonio del Táchira, el pasado 19 de agosto se registraron ataques paramilitares en los que resultaron heridos tres soldados de la Fanb mientras realizaban funciones contra el contrabando de extracción.
Ante estos hechos, el presidente Maduro decidió cerrar la frontera en los municipios Bolívar, Ureña, Junín, Libertad, Independencia y Rafael urdaneta, ubicados en la zona fronteriza con Colombia, hasta tanto se restituyan los derechos sociales y económicos de esas poblaciones.
“No voy a permitir que se sigan metiendo las bandas paramilitares a secuestrar, a cobrar vacuna y a atacar a nuestra Fuerza Armada. Tengo el derecho y tengo el deber constitucional de proteger la tierra y el pueblo de Venezuela”, expresó el Presidente.
En ese sentido, pidió el apoyo de los venezolanos y colombianos que apuestan al restablecimiento de relaciones de paz, respeto y solidaridad entre gobiernos de países hermanos.
“Ya basta, fuera del paramilitarismo de Venezuela. Unión cívico militar”, llamó.
Santos viaja este sábado a Cúcuta, en medio de crisis con Venezuela
El presidente Juan Manuel Santos viaja este sábado a Cúcuta, epicentro de la crisis fronteriza con Venezuela, en medio de la tensión bilateral tras la expulsión masiva de colombianos por el gobierno de Nicolás Maduro.
“El presidente Santos estará hoy en Cúcuta”, informó la Presidencia, indicando que el mandatario visitará uno de los albergues acondicionados para recibir a los cientos de colombianos deportados en los últimos días o llegados al país huyendo de Venezuela por temor a serlo.
Santos, quien ya estuvo el miércoles pasado en Cúcuta conociendo de cerca el drama de los expulsados, muchos separados de sus hijos o deportados “con lo puesto”, aseguró que con Venezuela “no es una situación fácil”.
“Nosotros siempre hemos tenido unas norma de conducta: conducir nuestras relaciones internacionales con firmeza, pero con diálogo y diplomacia”, dijo el mandatario a última hora del viernes. “Eso hemos querido hacer y eso seguiremos haciendo. Y estamos ahora concentrados en atender en la parte humanitaria que ha generado esta situación”, agregó al clausurar el VII congreso de la Asociación Colombiana de Comisionistas de Bolsa (Asobolsa).
La tensión diplomática entre Bogotá y Caracas comenzó el 19 de agosto con el cierre de algunos pasos fronterizos por Maduro tras un ataque de desconocidos a militares venezolanos, ocurrido días atrás en medio de una operación anticontrabando en el fronterizo estado venezolano de Táchira y que Maduro atribuyó a “paramilitares colombianos”.
La crisis se profundizó el jueves pasado, cuando ambos países llamaron a consultas a sus embajadores en medio de las denuncias de violaciones de derechos humanos de los damnificados. Además de las deportaciones, que ya superan el millar de personas, se estima que otros 5.000 a 6.000 colombianos han huido de Venezuela por temor a ser expulsados, separados de sus seres queridos y sin poder llevarse sus pertenencias.