Activistas defensores de derechos humanos y medioambientales salieron a la calle para exigir justicia para la líder indígena que luchaba contra los abusos de las multinacionales "Las autoridades hondureñas, a menos que tomen medidas para proteger a otros activistas como Berta, tendrán las manos manchadas de sangre", han denunciado desde Amnistía Internacional
04/03/2016
Berta Cáceres, líder hondureña contra la explotación medioambiental de las transnacionales
El asesinato de Berta Cáceres ha desbordado el vaso de su paciencia. Las organizaciones del Consejo Indígena de Centro América (CICA) salieron este jueves a la calle en distintos países centroamericanos para denunciar la muerte de la líder hondureña en la lucha contra la explotación medioambiental de las multinacionales. Su indignación no se quedará en gritos de dolor. Los activistas han anunciado que pedirán a la ONU que se pronuncie sobre el asesinato de la activista, para evitar que ocurran más casos similares en uno de los países más inseguros del mundo.
Berta Cáceres, líder indígena hondureña, defensora de los derechos de la comunidad Ienca y de los movimientos campesinos, fue asesinada en la madrugada del jueves en un asalto a su casa en Intibucá. Cáceres denunciaba los abusos de empresas transnacionales en su país y mantenía su lucha a pesar de las constantes amenazas. En 2009, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) obligó al Estado de Honduras a garantizarle protección policial.
"Vamos a pedir que la mismas Naciones Unidas se pronuncien", ha afirmado a la agencia Efe Jesús Amadeo Martínez, uno de los dirigentes del CICA. "Si dejamos que este hecho quede aislado de todo el contexto de la lucha que hermanas y hermanos a nivel del mundo están realizando, se pueden dar otros similares", ha añadido.
También ha solicitado al Gobierno hondureño que el asesinato de la activista no quede en la impunidad como "muchas veces se hace" y que lleva a no confiar "en el sistema judicial de los países" de la región.
Muestras de repulsa a nivel internacional
Desde Amnistía Internacional, han recordado los peligros los peligros a los que se enfrentan quienes, en el país, defienden los derechos humanos y realizan activismo social. "El cobarde homicidio de Berta es una tragedia anunciada. Durante años, Berta había sido víctima de una campaña constante de acoso y amenazas para impedirle defender los derechos de las comunidades indígenas", ha manifestado Erika Guevara-Rosas, directora del Programa para América de Amnistía Internacional.
"Las autoridades hondureñas, a menos que emprendan acciones enérgicas para encontrar a los responsables de este atroz crimen, y tomen medidas para proteger a otros activistas como Berta, tendrán las manos manchadas de sangre. El gobierno debe llevar a los responsables de este crimen ante la justicia, y debe garantizar la protección de la familia de Berta y de todas las personas que integran COPINH", ha apuntado Guevara - Rosas.
Las muestras de repulsa por el asesinato de la activista se han expandido por diferentes países del mundo. En Twitter, el hashtag #JusticiaparaBerta se ha utilizado para exigir una investigación eficaz de la muerte de Berta Cáceres y reflejar la solidaridad con la lucha medioambiental que lideraba. En diferentes ciudades del mundo se celebrarán este viernes concentraciones. En Madrid, está convocada a las 18 horas frente a la embajada de Honduras. En Barcelona, a las 19 horas en la Plaça Sant Jaume.
Presidente hondureño: "La investigación está en curso"
Por su parte, e l presidente hondureño, Juan Orlando Hernández, aseguró que el asesinato de la líder indígena lenca Berta Cáceres es "un crimen contra Honduras", y defendió que no quedará impune.
"Este crimen para nosotros es un crimen contra Honduras, es un golpe al pueblo hondureño (...) el mensaje del Estado de Honduras debe ser un mensaje contundente y que esto no va quedar impune", afirmó este jueves el gobernante en una comparecencia en la Casa Presidencial.
Según anunció, las investigaciones para esclarecer el crimen "están en curso y se fortalecerán en la dimensión que sea necesario". Hernández señaló que ha ordenado la activación de la Unidad de Delitos Violentos, que trabajará "en coordinación con el apoyo de Estados Unidos".
No es un caso aislado
Según el informe de Global Witness, en 2014 fueron asesinados 116 activistas medioambientales en 17 países, un 20% más que en 2013. Más de dos personas mueren cada semana en el mundo por defender sus tierras, sus ríos o sus bosques frente a la explotación. La investigación "¿Cuántos más?" señala a Honduras como el país más peligroso per cápita para estos activistas. El 40% de los asesinados son miembros de pueblos indígenas, como el lenca, al que pertenecía Berta Cáceres.
El uso ilícito de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad del Estado hondureño y la vinculación de miembros de la policía y el ejército en casos de intimidación, amenazas y supuestos asesinatos de defensores del medio ambiente, ha sido documentado por organizaciones como Human Rights Watch o Front Line Defenders .
Berta lo sabía, y advertía el riesgo que asumía por una batalla a la que nunca renunció: "En este país impune, responsable de graves violaciones de derechos humanos, los que luchamos por la tierra, por el agua, por el territorio para la vida, para que no caiga en manos privadas y sea destruido, ponemos la vida en riesgo. A quí es muy fácil que a uno lo maten. El coste que pagamos es muy alto".