Los Médicos sin Fronteras (MSF) debieron suspender sus actividades en el centro de registro de Moria, en la isla de Lesbos, donde se concentra la mayor cantidad de refugiados escapando de la guerra, y que la Unión Europea intenta deportar masivamente de vuelta a Turquía, pese a afirmar lo contrario.
28 de marzo de 2016
La coordinadora general de MSF en Grecia, Marie Elisabeth Ingres, reconoció que la entidad debió adoptar la “difícil decisión de cesar nuestras actividades en Moria, porque continuar trabajando en el centro nos haría cómplices de un sistema que consideramos injusto e inhumano.No vamos a permitir que nuestra asistencia sea instrumentalizada para llevar a cabo una operación de expulsión masiva. Nos negamos a formar parte de un sistema que no tiene en cuenta las necesidades humanitarias y de protección de los solicitantes de asilo y migrantes”, sentenció la coordinadora, que reconoció el cierre de toda labor en el área. No obstante la página oficial de MSF, dijo que mantendrá abierto su centro de tránsito en Mantamados donde las personas recién llegadas reciben la primera asistencia, así como “actividades de rescate marítimo en las playas del norte de Lesbos”.
Los griegos expulsan a las ONG´s
Mientras tanto el plan para realizar sin prensa, voluntarios de ONG´s ni testigos que puedan denunciar la crisis, la expulsión masiva de cientos de migrantes “irregulares” comienza a tomar forma en Grecia.
Aún cuando la Unión Europea afirma en su pacto con Turquía que los casos serán tratados “uno a uno e individualmente”, todo apunta que los últimos en legar serán alojados en “campos cerrados de acogida” previo a su expulsión a tierra turca.
La ONG sueca Lighthouse Relief, dijeron que los guardias griegos encargados de expulsarlos les dijeron no solo que debían abandonar el lugar sino que ahora el área de asistencia “se va a convertir en un centro de detención”.
Los griegos expulsan a las ONG´s
Mientras tanto el plan para realizar sin prensa, voluntarios de ONG´s ni testigos que puedan denunciar la crisis, la expulsión masiva de cientos de migrantes “irregulares” comienza a tomar forma en Grecia.
Aún cuando la Unión Europea afirma en su pacto con Turquía que los casos serán tratados “uno a uno e individualmente”, todo apunta que los últimos en legar serán alojados en “campos cerrados de acogida” previo a su expulsión a tierra turca.
La ONG sueca Lighthouse Relief, dijeron que los guardias griegos encargados de expulsarlos les dijeron no solo que debían abandonar el lugar sino que ahora el área de asistencia “se va a convertir en un centro de detención”.
La ONG Bienvenido Refugiados, ha emitido en tanto un comunicado advirtiendo a los voluntarios para no viajar a las islas, en tanto la situación es insostenible, afirman.
