27 jun 2016

Italia se prepara para rescatar a sus bancos tras el Brexit

El Gobierno estudia una inyección de 40.000 millones en las entidades más debilitadas. Se suspende la cotización de RBS y Barclays en la bolsa de Londres por sus fuertes caídas
eldiario.es
27/06/2016


Matteo Renzi, primer ministro de Italia. EFE

La banca italiana ha sido una de las más castigadas en bolsa este año. Tras el Brexit, las caídas aumentaron y ahora Italia se plantea inyectar dinero en la banca del país, según publica Bloomberg. El Gobierno estudia medidas para inyectar hasta 40.000 millones de euros en los bancos más perjudicados, aunque la cantidad está todavía en discusión y la decisión final no ha sido tomada.
Los bancos italianos con unos 360.000 activos tóxicos se encuentran entre los que peor se han comportado este año en bolsa. Tras conocerse la decisión de Reino Unido de salir de la UE, las entidades italianas sufrieron un fuerte deterioro en la bolsa. Hubo seis bancos italianos que vivieron caídas superiores al 20%, entre los que se incluyen Intesa SanPaolo.

El diario italiano Il Fatto Quottidiano también ha publicado que el Gobiernoe está en negociaciones para ayudar a la banca del país. Aunque las declaraciones del Tesoro sobre la fortaleza de los bancos italianos han tratado de restar importancia a las bajadas vividas en el mercado al asegurar que los bancos "siguen siendo sólidos". Además, apuntaban que "el funcionamiento de los mercados mercados financieros continúa en el modo normal".
RBS y Barclays suspendidos de cotización

En la bolsa de Londres, las acciones de RBS y Barclays han sido suspendidas de cotización tras haber caído más de un 8% y haber hecho saltar los mecanismos de control. Los títulos de Barclays llegaron a caer esta mañana un 10,3% mientras que el RBS se desplomaba un 15%. Este mecanismo para parar la cotización cuando se viven fuertes caídas sirve para recalcular el valor de las acciones.

La banca ha sido uno de los sectores más afectados en bolsa por la decisión de Reino Unido de abandonar la UE. Todo indica que parte del negocio bancario abandonará la City y falta por ver cómo afectará el abandono de la UE a la regulación del sector.