18 jun 2016

POR LA VUELTA

Dilma Rousseff y el giro a la izquierda

La presidenta Dilma Rousseff —actualmente separada del cargo- recibió este martes a senadores, presidentes de partidos políticos e integrantes de movimientos sociales para buscar un consenso sobre el plebiscito para convocar a nuevas elecciones presidenciales.

BRASILIA (Uypress) —
15.06.2016



La reunión se llevó a cabo a el Palacio da Alvorada, la residencia presidencial oficial de Brasil, y en ella participaron dirigentes sociales y políticos, con los ojos puestos en la eventual convocatoria a un plebiscito para habilitar la realización de nuevas elecciones presidenciales. Según informó el diario Folha de Sao Paulo, Rousseff pretende consensuar un discurso entre parlamentarios y líderes de la base social del PT, que todavía no alcanzaron un acuerdo sobre el asunto. Su idea también es comprometerse, en caso de retomar la Presidencia, a realizar un "gobierno de transición" con "señales a la izquierda" y cambios en la política económica. Se agendó un nuevo encuentro para el próximo martes 21.
"Vamos a lograr la unidad en torno a un plebiscito y un programa para la transición" declaró a laFolha el senador Roberto Requiao (PMDD - Paraná). El senador, del mismo partido que el presidente interino Temer, ha sido uno de los principales articuladores de la propuesta, y promovió una cena la semana pasada en la que participaron cerca de 25 senadores para discutir la idea.

Rousseff ha manifestado a aliados que estaría dispuesta a proponer la consulta popular en caso que retorne al cargo, siempre y cuando la idea tenga apoyo de los movimientos sociales y surja como una "demanda de las calles". Además, la mandataría escribiría una carta con una autocrítica de su gobierno y propondría, hasta la realización de las nuevas elecciones, hacer una "transición" con mudanzas en la economía que garanticen la generación de empleo y el crecimiento económico del país.

El Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST) apoya la idea, en tanto que el Movimiento de los Sin Tierra (MST) todavía resiste la propuesta.