Dirigentes de la Ejecutiva de Pedro Sánchez admiten que los "socialistas" tendrán que permitir gobernar a Rajoy, aunque descartan la "gran coalición". La dirección del PSOE, no obstante, quiere ser prudente y dejar que el PP mueva primero sus cartas: "Abstenerse es algo que tocará pensar en su momento", dice Luena. "Nada me apetece menos que ayudar a nada a quien tanto daño ha hecho al país. Pero creo que más daño le haría no tener gobierno", dice el presidente extremeño
Irene Castro Follow @irecr
27/06/2016
Pedro Sánchez durante su comparecencia tras conocerse los resultados del 26J
No será una decisión fácil, ni inmediata, ni exenta de polémica y discusión interna, pero el PSOE abre la puerta a abstenerse para que gobierne el PP. Es la pregunta a la que se ven obligados a responder todos los dirigentes socialistas dado que la aritmética parlamentaria deja a un escaño de la mayoría simple a los de Mariano Rajoy -contando con que Ciudadanos, PNV y Coalición Canaria votaran a favor de la investidura-. La amplia ventaja de los conservadores sobre la segunda fuerza y la gobernabilidad que evite unas terceras elecciones son clave para que el PSOE pueda permitir que el líder del PP se quede en Moncloa. El presidente extremeño, Guillermo Fernández Vara, ha sido el que más claro lo ha dejado: " Pedro Sánchez no debe ni intentar ser presidente. Nada me apetece menos que ayudar a nada a quien tanto daño ha hecho al país. Pero creo que más daño le haría no tener gobierno", ha expresado en una entrevista en Onda Cero. Aunque miembros de la Ejecutiva le reprochan que se haya pronunciado antes incluso de la reunión que ese órgano mantiene desde hace unos minutos, dan por hecho que es una opción factible; pero consideran que habría que esperar a que Rajoy empiece a moverse.
En el PSOE sacaron las calculadoras anoche en la misma sede de Ferraz. La suma de PP y Ciudadanos es insuficiente y, contando a Coalición Canaria y PNV, Rajoy necesitaría la abstención de al menos un diputado. Ademas, dudan de que los nacionalistas vascos voten a favor de la investidura teniendo unas elecciones en Euskadi en cuatro meses. Por eso la clave de la gobernabilidad planea sobre la calle Ferraz.
"Ni por acción ni por omisión" permitir que gobierne el PP y ahora le toca a Rajoy son las consignas del equipo más próximo a Pedro Sánchez. Sin embargo, destacados dirigentes abren tímidamente la puerta a que finalmente tengan que dejar gobernar a los conservadores. " Luego abstenerse es algo que tocará pensarlo en su momento, pero nuestra vocación va a ser echar a Rajoy, no le vamos a apoyar ni por acción ni por omisión", ha expresado el número dos del PSOE, César Luena, en la Cadena SER. Ha admitido que será una reflexión que tendrán que hacer.
También Antonio Hernando ha negado que vaya a haber una "gran coalición" y, tirando de argumentario, ha reiterado que le corresponde a Rajoy "dar el paso, han ganado las elecciones y aumentado la diferencia respecto al resultado del 20 de diciembre". Además, ha admitido que la decisión sobre la gobernabilidad, si sigue descansando en el PSOE tras el recuento del voto de los residentes en el extranjero, será "colectiva".
Los socialistas tendrán que discutir esa posibilidad en el próximo Comité Federal. La decisión no estará exenta de discusión y polémica. La cabeza de lista por Barcelona, Meritxell Batet, se ha mostrado totalmente contraria a las palabras de Fernández Vara y ha asegurado que no contempla "la posibilidad de apoyar al PP, ni facilitar un gobierno del PP". Batet ha defendido que el PP tiene "muchas opciones" para mantenerse en el poder y ha señalado directamente a Convergència, formación que ha recordado que es de "derechas".
Sánchez puede apoyar la posible decisión de abstenerse en la línea que defendió durante la campaña. Era en respuesta a un escenario distinto -la posibilidad de que el PSOE tuviera más escaños que Unidos Podemos aunque quedara por detrás en votos-. Lo defendió el candidato en campaña y Jordi Sevilla lo explicó con claridad: se tendría que dejar gobernar a la fuerza que lograra un mayor respaldo parlamentario. Solo con sus 137 escaños, el PP ya cumple esa premisa, pero si suma a Albert Rivera el margen es aún mayor (169 del bloque de derechas rente a los 156 que ha conseguido el de izquierdas).
Miembros de la Ejecutiva consultados por eldiario.es admiten que, con el resultado en la mesa, los socialistas tendrán que abstenerse para que haya Gobierno. "La gente ahora lo entiende", aseguraba uno de esos dirigentes, que considera que los ciudadanos llevarían peor unas terceras elecciones por tan solo un voto respecto a la mayoría parlamentaria. Esos dirigentes sostienen que ahora tienen un relato definido, que pasará por culpar a Pablo Iglesias de haber frustrado la única posibilidad de cambio que tuvo España hace seis meses, y la capacidad de rearmarse desde la oposición y de aventajar aún más a Unidos Podemos, coalición que creen que se irá debilitando con el tiempo por sus propias cuitas internas.
En algunos sectores del PSOE se da por el hecho que el PP gobernará con su abstención y que los socialistas se embarcarán después en la batalla por el liderazgo del partido. Sánchez siempre ha dicho que se presentaría al Congreso para seguir en la Secretaría General y tras el 26J ha mantenido el tipo. Susana Díaz ha perdido fuerza en estos comicios -los primeros en los que no gana desde que está al frente de la federación andaluza- y algunos dirigentes piensan que la presidenta no es la solución para el PSOE; pero en el sector crítico también se sopesa la posibilidad de buscar una alternativa. Para ese frente, de momento, hay tiempo: en las filas socialistas sostienen que la fecha del Congreso -que ya ha sido postergada- puede esperar hasta otoño.