Las brigadas anarquistas de la OTAN
12 DE SEPTIEMBRE DE 2017
En febrero de 2016, el presidente Obama envió el “Zar antiterrorista” de la Casa Blanca, Brett McGurk, a supervisar la batalla de Ain el-Arab (Kobane). McGurk (a la izquierda en la foto) recibió entonces una condecoración otorgada por las YPG, cuya matriz –el PKK turco– está catalogada por Washington como organización “terrorista”.
Presentado en Occidente como la realización de una simpática utopía, «Rojava» es en realidad un Estado colonial, fruto de la voluntad de Washington que lo impone sin importarle su costo en sangre. El objetivo es, en este caso, expulsar a las poblaciones originarias del norte de Siria y remplazarlas con gente que no nació allí. Es una operación de limpieza étnica en la que el Pentágono y la CIA utilizan combatientes de la extrema izquierda europea. Thierry Meyssan revela ese proyecto sin sentido que viene aplicándose desde hace año y medio.