Stephanie Kirchgaessner / Lorenzo Tondo - Roma / Palermo
29/05/2018
Mattarella quedó marcado de por vida por el asesinato de su hermano EFE
Para sus simpatizantes, el presidente adoptó una postura clara contra el populismo
Para sus detractores, es una reacción injusta contra los vencedores de las elecciones.Por eso cuando el domingo por la noche el presidente de Italia, Sergio Mattarella, de 76 años, vetó a un polémico euroescéptico que aspiraba al cargo de ministro de Hacienda, se convirtió en un héroe para algunos y en un traidor para otros. Algunos de estos últimos han amenazado con instigar una ola de violencia.
Estas reacciones son una muestra de la profunda brecha entre los italianos que quieren permanecer en la zona euro y los que no.
Para sus simpatizantes, Mattarella, que es experto en Derecho Constitucional, adoptó una postura que era necesaria en contra de un creciente populismo que, creen, podría conducir a Italia hacia otra crisis económica. En cambio, para sus detractores, el veto ha sido una reacción política muy dura contra un candidato legítimo y cualificado. Paolo Savona es un exfuncionario del Banco de Italia contra el que Mattarella se habría opuesto injustamente basándose en su euroescepticismo.
Luigi Di Maio, de 31 años, líder del Movimiento Cinco Estrellas, pidió que Mattarela sea destituido, lo que supone una crítica nada frecuente del líder del principal partido político del país al presidente.
Esta sucesión de hechos ha sumido a Italia en una crisis política que algunos califican como la primera crisis constitucional del país. Como consecuencia, Mattarella, un funcionario público bastante desconocido y gris, se ha convertido en el centro de atención.
Tras las elecciones de 4 de marzo, que dieron lugar a un parlamento sin mayoría absoluta, muchos analistas creían que Mattarella preferiría no intervenir demasiado. Sin embargo, el domingo, en respuesta a las peticiones de que aceptara la nominación de un ministro de Hacienda euroescéptico llamado Paolo Savona, y en un contexto en el que los mercados italianos se vieron afectados por las dudas en torno a si el nuevo gobierno populista respetaría las restricciones fiscales establecidas por Bruselas, Mattarella se enfrentó a los líderes populistas y rechazó la nominación.
Si bien su contundente reacción ha causado sorpresa, muchas personas que han seguido la trayectoria de Mattarella afirman que está relacionada con su pasado siciliano y el trágico suceso que lo empujó a la política.
Mattarella quedó marcado de por vida por el asesinato de su hermano EFE
Para sus simpatizantes, el presidente adoptó una postura clara contra el populismo
Para sus detractores, es una reacción injusta contra los vencedores de las elecciones.Por eso cuando el domingo por la noche el presidente de Italia, Sergio Mattarella, de 76 años, vetó a un polémico euroescéptico que aspiraba al cargo de ministro de Hacienda, se convirtió en un héroe para algunos y en un traidor para otros. Algunos de estos últimos han amenazado con instigar una ola de violencia.
Estas reacciones son una muestra de la profunda brecha entre los italianos que quieren permanecer en la zona euro y los que no.
Para sus simpatizantes, Mattarella, que es experto en Derecho Constitucional, adoptó una postura que era necesaria en contra de un creciente populismo que, creen, podría conducir a Italia hacia otra crisis económica. En cambio, para sus detractores, el veto ha sido una reacción política muy dura contra un candidato legítimo y cualificado. Paolo Savona es un exfuncionario del Banco de Italia contra el que Mattarella se habría opuesto injustamente basándose en su euroescepticismo.
Luigi Di Maio, de 31 años, líder del Movimiento Cinco Estrellas, pidió que Mattarela sea destituido, lo que supone una crítica nada frecuente del líder del principal partido político del país al presidente.
Esta sucesión de hechos ha sumido a Italia en una crisis política que algunos califican como la primera crisis constitucional del país. Como consecuencia, Mattarella, un funcionario público bastante desconocido y gris, se ha convertido en el centro de atención.
Tras las elecciones de 4 de marzo, que dieron lugar a un parlamento sin mayoría absoluta, muchos analistas creían que Mattarella preferiría no intervenir demasiado. Sin embargo, el domingo, en respuesta a las peticiones de que aceptara la nominación de un ministro de Hacienda euroescéptico llamado Paolo Savona, y en un contexto en el que los mercados italianos se vieron afectados por las dudas en torno a si el nuevo gobierno populista respetaría las restricciones fiscales establecidas por Bruselas, Mattarella se enfrentó a los líderes populistas y rechazó la nominación.
Si bien su contundente reacción ha causado sorpresa, muchas personas que han seguido la trayectoria de Mattarella afirman que está relacionada con su pasado siciliano y el trágico suceso que lo empujó a la política.
El asesinato de su hermano
Casi 40 años atrás, Piersanti, hermano de Mattarella y gobernador de Sicilia, era el político de la familia. Mattarella estaba centrado en sus estudios de Derecho. En enero de 1980, un sicario de la mafia asesinó a Piersanti dentro de su Fiat. A Piersanti, que iba al volante y se dirigía a misa, lo acompañaban su esposa e hijos.
Mattarella fue uno de los primeros en llegar a la escena del crimen y un fotógrafo captó el momento en que el actual presidente sostenía la cabeza de su hermano moribundo en su regazo. Poco después de que su hermano muriera en el hospital, tomó la decisión de entrar en política.
"Es un ejemplo de un italiano moderado, un demócrata cristiano, pero con una característica especial, que es que vivió en carne propia el asesinato de su hermano", explica Sergio Fabbrini, jefe de estudios del gobierno en la Universidad LUISS de Roma.
"Es amable y moderado, pero también muy testarudo. Es alguien que no se deja amenazar por un joven político como Di Maio", añade.
En la ciudad natal de Mattarella, Palermo, sus amigos lo defienden. "Es alguien que siempre ha mostrado su profundo respeto a la Constitución", subraya Leoluca Orlando, alcalde de Palermo. "Su decisión no solo refleja la voluntad del pueblo italiano sino también los valores constitucionales".
En la Plaza Florio de la ciudad, muchos sicilianos repiten este mismo punto de vista. Creen que los populistas han intentado arrinconar a Mattarella. "Ha demostrado que tiene un carácter fuerte y que tiene agallas. Les ha enseñado una lección: no te metas con un siciliano", señala Giuseppe La Barbera, propietario de un bar.
Otros creen que esta reacción puede tener consecuencias peligrosas. "Creían que Mattarella era tonto o estúpido. ¿Y sabes qué? Es más listo que ellos e hizo lo correcto. Lo que me asusta son las consecuencias de su decisión", afirma Francesco Fiore, un jubilado.
La decisión de Mattarella de impedir el nombramiento de Savona provocó la dimisión de Giuseppe Conte. El lunes el presidente tuvo que nombrar a un primer ministro interino, Carlo Cottarelli, un exdirectivo del Fondo Monetario Internacional. Los expresidentes, entre ellos el predecesor de Mattarella, Giorgio Napolitano, han vetado el nombramiento de ministros bajo gobiernos anteriores. Sin embargo, en todos esos casos, los primeros ministros, entre ellos Silvio Berlusconi, estaban de acuerdo con la decisión del presidente.
¿Por qué Di Maio y su socio de coalición, el líder de la extrema derecha Matteo Salvini, presionaron a Mattarella? Fabbrini, de la Universidad LUISS, cree que refleja un deseo populista, como el de Donald Trump en Estados Unidos o el de Nigel Farage en el Reino Unido, de cuestionar la autoridad institucional y presentar a todas las instituciones como parte de la "élite" del país.
Fabbrini cree que no será fácil presentar a Mattarella como parte de esta élite a causa de sus raíces sicilianas.
Traducido por Emma Reverter