EE.UU. pone en peligro la alianza transatlántica y Europa se une contra Trump
14 de junio de 2018
El ministro de Relaciones Exteriores alemán, Heiko Maas, requirió ayer a los países de la Unión Europea a reajustar su relación con Estados Unidos e impulsar una postura exterior del bloque que ponga freno a lo que llamó la política egoísta del presidente Donald Trump y sus consecuencias sobre el eje transatlántico. “Con el presidente Trump el Atlántico se ha agrandado”, afirmó Maas, en un discurso destinado a marcar las líneas de la política europea, pronunciado ante estudiantes y representantes del movimiento “Pulse of Europe”. El jefe de la diplomacia germana, que integra el Partido Socialdemócrata y ocupa el cargo desde el pasado marzo, plasmó así lo que calificó como la profunda decepción que causó en su Gobierno y, personalmente, en él mismo, la línea del presidente de Estados Unidos.
“Nunca hubiera imaginado que un ministro de Relaciones Exteriores alemán se vería confrontado a la situación actual”, dijo Maas evidenciando el contraste actual con los fuertes vínculos que tradicionalmente mantuvo su país con Washington, uno de los ejes incontestables de la política exterior alemana.
El ministro de exteriores también lamentó que la alianza transatlántica, que durante décadas unió a Estados Unidos con Europa, esté en cuestión, según dijo, a golpe de Twitter, en relación a la costumbre del magnate republicano por dar a conocer sus decisiones en esa red social.
La respuesta de Europa ante lo que denominó egoísmo político que representa la máxima de Trump –Estados Unidos Primero– debe ser la unidad y la cohesión, así como el reacomodamiento de su relación con el aliado transatlántico. “Tenemos que encontrar un nuevo equilibrio”, insistió el funcionario alemán, para subrayar que Europa debe mostrar solidez y dar sus propias respuestas. “Si el Gobierno de Estados Unidos cuestiona nuestros valores e intereses, nosotros debemos mostrarnos más robustos”, afirmó Maas y dejó en evidencia la fractura entre Washington y las otras potencias mundiales, que ya había quedado expuesta durante la cumbre del G7, en Canadá.