Con 209 mil hectáreas sembradas, el cultivo de coca es récord en Colombia
25 de Junio de 2018
El cultivo de coca en Colombia alcanzó una nueva cifra récord en 2017: 209.000 héctareas, lo que supone un aumento del 11 por ciento respecto al año anterior, según los datos publicados hoy por la Casa Blanca.
El Gobierno de Donald Trump exigió al país latinoamericano, donde el próximo agosto asume el conservador Iván Duque la presidencia, que "haga más" para revertir una tendencia que calificó de "inaceptable".
La producción potencial de cocaína pura aumentó un 19 por ciento, hasta las 921 toneladas métricas.
"El mensaje del presidente Trump a Colombia es claro: el crecimiento récord en la producción de cocaína debe revertirse", manifestó Jim Carroll, vicedirector de la Oficina de la Casa Blanca para el Control de Drogas (ONDCP, por sus siglas en inglés).
De otra parte, el saliente presidente colombiano, Juan Manuel Santos, rechazó el informe y criticó que existan países en donde se está legalizando el consumo de algunas drogas.
"Tampoco nos pueden pedir que acabemos con el negocio de la noche a la mañana, mientras los consumidores siguen consumiendo y siguen ahora legalizando el consumo de muchas de las drogas que se están produciendo", advirtió Santos.
Asimismo, pidió al Gobierno de Trump reconocer la estrategia que adoptó Colombia para combatir el narcotráfico.
"Es muy fácil venir a criticar a Colombia porque se le aumentaron los cultivos ilícitos, pero midan las otras circunstancias y los otros indicadores, la efectividad de las incautaciones, cuántos miembros de las mafias hemos extraditado, el esfuerzo inmenso que hemos y que seguiremos haciendo", explicó.
Santos fue más allá y dijo que "la guerra mundial contra las drogas se perdió", por lo que convoca a un diálogo mundial para "ser innovadores y creativos" y diseñar nuevas estrategias que combatan el problema.
Por último, Santos dijo que la firma del acuerdo de paz con la ex guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), a finales de 2016, le ha dado opciones al país para combatir y reestructurar un plan de erradicación de cultivos ilícitos.
La publicación de estos datos llega después de la conversación telefónica que mantuvieron el viernes el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y el presidente electo colombiano.
El número dos del Gobierno de Trump expresó a Duque "la necesidad de avanzar decisivamente para frenar la producción y el tráfico de droga".
Estados Unidos atribuyó en septiembre del año pasado a los acuerdos de paz con las FARC el crecimiento de los cultivos de coca que ha habido en el país y llegó a amenazar con incluirlo en la lista de naciones que incumplen sus compromisos en la lucha contra las drogas.
Las divergencias parecieron apaciguarse con la carta que Trump envió después al presidente Santos, apoyando sus esfuerzos contra las drogas y el crimen transnacional.
Bogotá ha defendido con Santos que Washington no debe evaluar su desempeño solo en base a las hectáreas de cultivo de coca en el país -que no niega que hayan crecido-, sino en el marco de un "enfoque multidimensional" en el que, entre otras cosas, se valore la intervención de cocaína en el país sudamericano.
El cultivo de coca en Colombia alcanzó una nueva cifra récord en 2017: 209.000 héctareas, lo que supone un aumento del 11 por ciento respecto al año anterior, según los datos publicados hoy por la Casa Blanca.
El Gobierno de Donald Trump exigió al país latinoamericano, donde el próximo agosto asume el conservador Iván Duque la presidencia, que "haga más" para revertir una tendencia que calificó de "inaceptable".
La producción potencial de cocaína pura aumentó un 19 por ciento, hasta las 921 toneladas métricas.
"El mensaje del presidente Trump a Colombia es claro: el crecimiento récord en la producción de cocaína debe revertirse", manifestó Jim Carroll, vicedirector de la Oficina de la Casa Blanca para el Control de Drogas (ONDCP, por sus siglas en inglés).
De otra parte, el saliente presidente colombiano, Juan Manuel Santos, rechazó el informe y criticó que existan países en donde se está legalizando el consumo de algunas drogas.
"Tampoco nos pueden pedir que acabemos con el negocio de la noche a la mañana, mientras los consumidores siguen consumiendo y siguen ahora legalizando el consumo de muchas de las drogas que se están produciendo", advirtió Santos.
Asimismo, pidió al Gobierno de Trump reconocer la estrategia que adoptó Colombia para combatir el narcotráfico.
"Es muy fácil venir a criticar a Colombia porque se le aumentaron los cultivos ilícitos, pero midan las otras circunstancias y los otros indicadores, la efectividad de las incautaciones, cuántos miembros de las mafias hemos extraditado, el esfuerzo inmenso que hemos y que seguiremos haciendo", explicó.
Santos fue más allá y dijo que "la guerra mundial contra las drogas se perdió", por lo que convoca a un diálogo mundial para "ser innovadores y creativos" y diseñar nuevas estrategias que combatan el problema.
Por último, Santos dijo que la firma del acuerdo de paz con la ex guerrilla de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), a finales de 2016, le ha dado opciones al país para combatir y reestructurar un plan de erradicación de cultivos ilícitos.
La publicación de estos datos llega después de la conversación telefónica que mantuvieron el viernes el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, y el presidente electo colombiano.
El número dos del Gobierno de Trump expresó a Duque "la necesidad de avanzar decisivamente para frenar la producción y el tráfico de droga".
Estados Unidos atribuyó en septiembre del año pasado a los acuerdos de paz con las FARC el crecimiento de los cultivos de coca que ha habido en el país y llegó a amenazar con incluirlo en la lista de naciones que incumplen sus compromisos en la lucha contra las drogas.
Las divergencias parecieron apaciguarse con la carta que Trump envió después al presidente Santos, apoyando sus esfuerzos contra las drogas y el crimen transnacional.
Bogotá ha defendido con Santos que Washington no debe evaluar su desempeño solo en base a las hectáreas de cultivo de coca en el país -que no niega que hayan crecido-, sino en el marco de un "enfoque multidimensional" en el que, entre otras cosas, se valore la intervención de cocaína en el país sudamericano.