05 de noviembre de 2018
Imagen: AFP
Las nuevas sanciones a Irán por parte de Estados Unidos comenzaron a funcionar a la medianoche de ayer. Esta nueva batería de medidas, la segunda contra Irán por parte del Ejecutivo de Donald Trump desde mayo, tendrá en su punto de mira los sectores energético, financiero y naval del país persa. “Estas serán las sanciones más duras jamás impuestas a la República Islámica de Irán”, advirtió ayer el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo. El titular de exteriores explicó, no obstante, que la Casa Blanca planea eximir de manera temporal a ocho países, que en los últimos tiempos han trabajado para reducir a cero sus importaciones de petróleo de Irán. “Hay una serie de lugares donde los países han hecho ya reducciones significativas en sus importaciones de petróleo crudo y necesitan un poco más de tiempo para llegar a cero, y vamos a darles ese tiempo”, afirmó ayer Pompeo en una entrevista con la cadena Fox News.
El secretario de Estado no identificó los países que se beneficiarán de la exención durante seis meses. Aunque se espera que entre ellos estén China, India, Japón y Corea del Sur, según estimó el diario estadounidense The New York Times, la lista definitiva se dará a conocer hoy. Además, Pompeo aseguró que Washington no quiere perjudicar al pueblo iraní, por lo que también estarán exentos de las sanciones algunos productos básicos para la población, como los alimentos y los medicamentos. Con motivo de esta segunda ronda, el Departamento del Tesoro estadounidense incluirá más de 300 nuevas entidades a su lista negra, aparte de otras 400 que volverán a ella tras haber salido en 2015 cuando se puso fin a las sanciones con Irán, en virtud de la firma del acuerdo nuclear, conocido como Plan Integral de Acción Conjunta.
Las presuntas violaciones de ese pacto, así como la llamada influencia maligna que supuestamente ejerce el gobierno iraní en Medio Oriente, han sido los principales argumentos esgrimidos por la Casa Blanca desde hace meses para justificar las sanciones, que no han contado con el respaldo de la comunidad internacional. En la primera tanda de medidas, que entró en vigor el 6 de agosto, se retomaron las sanciones a la compra de billetes de dólares estadounidenses por parte del Gobierno de Irán, la adquisición de deuda iraní y al comercio de oro y otros metales preciosos, entre otros.
