17 de mayo de 2019
Huawei y China acusaron recibo por la medida de seguridad adoptada por Washington. Imagen: AFP
Trump impide que las empresas estadounidenses usen tecnología de compañías que presuntamente intentan espiar a Washington. China y Estados Unidos cruzaron acusaciones ayer, después de que el presidente Donald Trump impidiera por decreto que las empresas estadounidenses utilicen tecnología de compañías que presuntamente intentan espiar a Washington. Si bien la orden ejecutiva no nombra en particular a ninguna empresa, el gigante de las telecomunicaciones chino Huawei consideró que la medida apunta a su compañía luego de que Estados Unidos la acusara de espionaje.
A esta nueva escalada de tensiones entre las dos potencias, se suma el arresto por autoridades chinas de dos ciudadanos canadienses acusados de recopilar, proveer y vender secretos de Estado a fuerzas extranjeras.
“Nadie ve a este movimiento como constructivo o amistoso”, opinó por su parte el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lu Kang, en alusión a la última decisión de Estados Unidos. “Le pido a Estados Unidos que deje se usar estas prácticas”, lanzó Kang contra Washington. La empresa asiática Huawei también ofreció sus declaraciones. “Restringir a Huawei la posibilidad de hacer negocios en Estados Unidos no hará más seguro o más fuerte a este país; en su lugar, sólo servirá para limitar a Estados Unidos a alternativas inferiores y más costosas”, indicó la compañía subrayando que la decisión de Washington sólo afecta a los consumidores de ese país.
La disputa comercial entre las dos potencias lleva cerca de un año en el que ambas se concentraron en lanzar sanciones económicas la una a la otra. Luego de más de diez rondas negociaciones, China y Estados Unidos no lograron poner fin al conflicto y según sus últimas declaraciones no tienen previsto resolverlo en el corto plazo.
El portavoz del Ministerio de Exteriores agregó en tanto que su región se opone a los países que crean problemas usando como excusa a la seguridad nacional, al tiempo que aseguró que las empresas extranjeras no tienen que preocuparse si su situación está en regla.
Estas afirmaciones se producen después de que Trump declarase el miércoles una emergencia nacional que prohíbe a las compañías de Estados Unidos usar equipos tecnológicos de firmas que presuntamente intentan espiar al país, lo que podría restringir los negocios con compañías como Huawei. “China tomará las medidas que hagan falta para proteger los legítimos derechos e intereses de nuestras empresas”, dijo Kang. En la misma línea, el Ministerio de Comercio del gigante asiático instó ayer a Estados Unidos a frenar el decreto que apunta contra China. “Esta orden ejecutiva es un abuso de la seguridad nacional y supone sanciones unilaterales de comercio”, afirmó en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Comercio, Gao Feng. Asimismo, Gao instó a Estados Unidos a respetar las reglas del mercado y a proveer un entorno empresarial, transparente e imparcial para las empresas extranjeras. Si bien la orden ejecutiva de Trump se dirige contra los “adversarios extranjeros” de Estados Unidos, tampoco nombra específicamente a China.
El portavoz chino de Exteriores dijo por su parte, en tono conciliador, que para llegar a acuerdos hace falta “buena fe, respeto mutuo, igualdad y beneficios para las dos partes”. Y luego agregó que a pesar de las dificultades que significan las decisiones de Estados Unidos para su economía, China ofreció siempre una actitud positiva.
La prensa del gigante asiático sin embargo no tomó una postura conciliadora. Sino que por el contrario los principales medios locales arremetieron contra Washington al mismo tiempo que denunciaron que Estados Unidos ignora las leyes y los hechos. “EE.UU usa tácticas de acoso que no son razonables y además es arbitraria e irracional, poniendo en peligro las relaciones bilaterales y el crecimiento económico global”, denunció la editorial del matutino Diario del Pueblo.
Aún resta, sin embargo, saber de qué manera la orden ejecutiva de Trump restringe la compra de equipos de telecomunicaciones de Huawei, que está en el ojo de la tormenta luego de las acusaciones de Estados Unidos que a su vez intenta impedir que la empresa china se haga con el control de las redes móviles 5G.
En medio de las sanciones cruzadas, Pekín ordenó ayer mismo el arresto de los canadienses Michael Kovrig y Michael Spavor apuntados por espionaje. En concreto, el empresario Spavor está acusado de vender y proveer ilegalmente secretos de estado e información de inteligencia a fuerzas extranjeras, mientras que el diplomático Kovrig está acusado de recopilarlos. “China tomó medidas coercitivas contra estos individuos de acuerdo con la ley. Todo lo que se hace en China se hace de acuerdo con la ley y esperamos que Canadá no haga comentarios irresponsables sobre los procedimientos judiciales de otros países”, afirmó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China.
Spavor, por su parte, es uno de los pocos occidentales que conoció y entabló una relación cercana con el líder norcoreano, Kim Jong-un. Kovrig, en tanto, es un diplomático que realizó su trabajo profesional en Pekín y en la ONU y que además organizó la visita del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a China en diciembre de 2017.
El caso parece circunscribirse, sin embargo, a la ofensiva del país asiático para conseguir la liberación de la directora financiera de la empresa tecnológica Huawei, Meng Wanzhou, detenida en Canadá el pasado 1 de diciembre a petición de Estados Unidos. Meng, liberada al poco tiempo, fue acusada por Washington de haber cometido fraude para violar las sanciones comerciales impuestas por Estados Unidos a Irán, al comerciar con el país islámico. Aunque China evita relacionar estos dos casos, las detenciones coinciden con las “graves amenazas” que lanzó entonces contra Canadá y que se vieron como una medida de presión más para que el país norteamericano pusiera a Meng en libertad.
Trump firma una orden ejecutiva que declara "emergencia nacional" por amenazas contra la tecnología estadounidense
La orden prohíbe el uso de equipos de telecomunicaciones fabricados por compañías consideradas como una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha firmado este miércoles una orden ejecutiva que declara una emergencia nacional por amenazas contra la tecnología estadounidense, informó la Casa Blanca.
La orden prohíbe el uso de equipos de telecomunicaciones fabricados por compañías consideradas como una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU., lo que allana el camino para una prohibición total de los productos fabricados por Huawei Technologies de China.
En particular, la medida proscribe la compra o uso de cualquier tecnología de comunicaciones producida por entidades que están controladas por "un adversario extranjero" y que puedan crear un "riesgo indebido de sabotaje" de los sistemas de comunicaciones de EE.UU. o "efectos catastróficos" para la infraestructura estadounidense.
El Departamento de Comercio tiene 150 días para formular reglas que puedan identificar a "países o personas particulares" como adversarios extranjeros.
"Proteger a EE.UU. de adversarios extranjeros"
"El presidente ha dejado claro que esta Administración hará lo que sea necesario para que EE.UU. siga siendo seguro y próspero, y para proteger a EE.UU. de adversarios extranjeros que están creando y explotando de manera activa y cada vez más las vulnerabilidades en la infraestructura y los servicios de tecnología de la información y las comunicaciones en EE.UU.", escribió la secretaria de prensa Sarah Huckabee Sanders en un comunicado.
Por su parte, el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, Ajit Pai, ha celebrado la orden, calificando la medida como "paso significativo hacia la protección de las redes de EE.UU.".
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Ajit Pai
✔@AjitPaiFCC
Protecting America’s communications networks is vital to our national, economic, and personal security. I applaud @POTUS @realDonaldTrump for issuing an Executive Order safeguarding our communications supply chain. This is a significant step toward securing America’s networks.
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18:00 - 15 мая 2019 г.
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La promulgación de esa orden suscitaría aún más tensiones en las relaciones entre Washington y Pekín, las dos economías más grandes del mundo, que ya se encuentran enfrascadas en una batalla por las prácticas comerciales chinas, consideradas por las autoridades norteamericanas como 'desleales'. En particular, EE.UU. afirma que la empresa Huawei actúa bajo órdenes del Gobierno chino y que sus equipos podrían ser usados para el espionaje. Por su parte, la compañía ha negado en reiteradas ocasiones las acusaciones de Washington.
El Departamento de Comercio incluye a Huawei en su 'lista negra'
Por su parte, el Departamento de Comercio de EE.UU. ha anunciado que incluirá a Huawei Technologies Co Ltd y a 70 empresas afiliadas a su llamada 'Lista de Entidades', lo que impedirá al gigante chino de las telecomunicaciones comprar piezas y componentes a las compañías norteamericanas sin la aprobación del Gobierno de EE.UU.
El departamento explica en un comunicado que tiene razones para concluir que Huawei está "involucrado en actividades que son contrarias a la seguridad nacional o al interés de la política exterior de EE.UU.".
"Supresión nada razonable de las compañías chinas"
El anuncio llega en un momento crítico de las relaciones entre EE.UU. y China, tras la mutua imposición de aranceles en los últimos meses a productos valorados en cientos de miles de millones de dólares.
Este martes, Reuters informó que Trump debía firmar la orden ejecutiva en algún momento de esta semana.
En una aparente respuesta, Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, acusó a Washington de estar "abusando de su poder para difamar maliciosamente y derrotar a ciertas compañías chinas".
El vocero instó a EE.UU. a que deje de "usar el pretexto de la seguridad nacional para llevar a cabo la supresión nada razonable de compañías chinas", y que proporcione "un entorno justo y equitativo" para las empresas del país asiático.
La preocupación de que firmas extranjeras puedan ayudar a adversarios de EE.UU. a infiltrarse en sistemas informáticos sensibles ha cobrado importancia en los últimos años en el país norteamericano.
A finales de 2017, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés) ordenó a todas las agencias gubernamentales de su país prescindir de productos de Kaspersky Lab, el mayor proveedor ruso de seguridad cibernética y antivirus, debido a los supuestos "riesgos de seguridad" y a la preocupación de que ciertos directivos de Kaspersky podrían tener vínculos con la inteligencia rusa y otras agencias gubernamentales. DHS no proporcionó ninguna prueba que confirmara sus afirmaciones.
https://actualidad.rt.com/
“Nadie ve a este movimiento como constructivo o amistoso”, opinó por su parte el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Lu Kang, en alusión a la última decisión de Estados Unidos. “Le pido a Estados Unidos que deje se usar estas prácticas”, lanzó Kang contra Washington. La empresa asiática Huawei también ofreció sus declaraciones. “Restringir a Huawei la posibilidad de hacer negocios en Estados Unidos no hará más seguro o más fuerte a este país; en su lugar, sólo servirá para limitar a Estados Unidos a alternativas inferiores y más costosas”, indicó la compañía subrayando que la decisión de Washington sólo afecta a los consumidores de ese país.
La disputa comercial entre las dos potencias lleva cerca de un año en el que ambas se concentraron en lanzar sanciones económicas la una a la otra. Luego de más de diez rondas negociaciones, China y Estados Unidos no lograron poner fin al conflicto y según sus últimas declaraciones no tienen previsto resolverlo en el corto plazo.
El portavoz del Ministerio de Exteriores agregó en tanto que su región se opone a los países que crean problemas usando como excusa a la seguridad nacional, al tiempo que aseguró que las empresas extranjeras no tienen que preocuparse si su situación está en regla.
Estas afirmaciones se producen después de que Trump declarase el miércoles una emergencia nacional que prohíbe a las compañías de Estados Unidos usar equipos tecnológicos de firmas que presuntamente intentan espiar al país, lo que podría restringir los negocios con compañías como Huawei. “China tomará las medidas que hagan falta para proteger los legítimos derechos e intereses de nuestras empresas”, dijo Kang. En la misma línea, el Ministerio de Comercio del gigante asiático instó ayer a Estados Unidos a frenar el decreto que apunta contra China. “Esta orden ejecutiva es un abuso de la seguridad nacional y supone sanciones unilaterales de comercio”, afirmó en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Comercio, Gao Feng. Asimismo, Gao instó a Estados Unidos a respetar las reglas del mercado y a proveer un entorno empresarial, transparente e imparcial para las empresas extranjeras. Si bien la orden ejecutiva de Trump se dirige contra los “adversarios extranjeros” de Estados Unidos, tampoco nombra específicamente a China.
El portavoz chino de Exteriores dijo por su parte, en tono conciliador, que para llegar a acuerdos hace falta “buena fe, respeto mutuo, igualdad y beneficios para las dos partes”. Y luego agregó que a pesar de las dificultades que significan las decisiones de Estados Unidos para su economía, China ofreció siempre una actitud positiva.
La prensa del gigante asiático sin embargo no tomó una postura conciliadora. Sino que por el contrario los principales medios locales arremetieron contra Washington al mismo tiempo que denunciaron que Estados Unidos ignora las leyes y los hechos. “EE.UU usa tácticas de acoso que no son razonables y además es arbitraria e irracional, poniendo en peligro las relaciones bilaterales y el crecimiento económico global”, denunció la editorial del matutino Diario del Pueblo.
Aún resta, sin embargo, saber de qué manera la orden ejecutiva de Trump restringe la compra de equipos de telecomunicaciones de Huawei, que está en el ojo de la tormenta luego de las acusaciones de Estados Unidos que a su vez intenta impedir que la empresa china se haga con el control de las redes móviles 5G.
En medio de las sanciones cruzadas, Pekín ordenó ayer mismo el arresto de los canadienses Michael Kovrig y Michael Spavor apuntados por espionaje. En concreto, el empresario Spavor está acusado de vender y proveer ilegalmente secretos de estado e información de inteligencia a fuerzas extranjeras, mientras que el diplomático Kovrig está acusado de recopilarlos. “China tomó medidas coercitivas contra estos individuos de acuerdo con la ley. Todo lo que se hace en China se hace de acuerdo con la ley y esperamos que Canadá no haga comentarios irresponsables sobre los procedimientos judiciales de otros países”, afirmó el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China.
Spavor, por su parte, es uno de los pocos occidentales que conoció y entabló una relación cercana con el líder norcoreano, Kim Jong-un. Kovrig, en tanto, es un diplomático que realizó su trabajo profesional en Pekín y en la ONU y que además organizó la visita del primer ministro canadiense, Justin Trudeau, a China en diciembre de 2017.
El caso parece circunscribirse, sin embargo, a la ofensiva del país asiático para conseguir la liberación de la directora financiera de la empresa tecnológica Huawei, Meng Wanzhou, detenida en Canadá el pasado 1 de diciembre a petición de Estados Unidos. Meng, liberada al poco tiempo, fue acusada por Washington de haber cometido fraude para violar las sanciones comerciales impuestas por Estados Unidos a Irán, al comerciar con el país islámico. Aunque China evita relacionar estos dos casos, las detenciones coinciden con las “graves amenazas” que lanzó entonces contra Canadá y que se vieron como una medida de presión más para que el país norteamericano pusiera a Meng en libertad.
Trump firma una orden ejecutiva que declara "emergencia nacional" por amenazas contra la tecnología estadounidense
La orden prohíbe el uso de equipos de telecomunicaciones fabricados por compañías consideradas como una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha firmado este miércoles una orden ejecutiva que declara una emergencia nacional por amenazas contra la tecnología estadounidense, informó la Casa Blanca.
La orden prohíbe el uso de equipos de telecomunicaciones fabricados por compañías consideradas como una amenaza para la seguridad nacional de EE.UU., lo que allana el camino para una prohibición total de los productos fabricados por Huawei Technologies de China.
En particular, la medida proscribe la compra o uso de cualquier tecnología de comunicaciones producida por entidades que están controladas por "un adversario extranjero" y que puedan crear un "riesgo indebido de sabotaje" de los sistemas de comunicaciones de EE.UU. o "efectos catastróficos" para la infraestructura estadounidense.
El Departamento de Comercio tiene 150 días para formular reglas que puedan identificar a "países o personas particulares" como adversarios extranjeros.
"Proteger a EE.UU. de adversarios extranjeros"
"El presidente ha dejado claro que esta Administración hará lo que sea necesario para que EE.UU. siga siendo seguro y próspero, y para proteger a EE.UU. de adversarios extranjeros que están creando y explotando de manera activa y cada vez más las vulnerabilidades en la infraestructura y los servicios de tecnología de la información y las comunicaciones en EE.UU.", escribió la secretaria de prensa Sarah Huckabee Sanders en un comunicado.
Por su parte, el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones, Ajit Pai, ha celebrado la orden, calificando la medida como "paso significativo hacia la protección de las redes de EE.UU.".
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Protecting America’s communications networks is vital to our national, economic, and personal security. I applaud @POTUS @realDonaldTrump for issuing an Executive Order safeguarding our communications supply chain. This is a significant step toward securing America’s networks.
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La promulgación de esa orden suscitaría aún más tensiones en las relaciones entre Washington y Pekín, las dos economías más grandes del mundo, que ya se encuentran enfrascadas en una batalla por las prácticas comerciales chinas, consideradas por las autoridades norteamericanas como 'desleales'. En particular, EE.UU. afirma que la empresa Huawei actúa bajo órdenes del Gobierno chino y que sus equipos podrían ser usados para el espionaje. Por su parte, la compañía ha negado en reiteradas ocasiones las acusaciones de Washington.
El Departamento de Comercio incluye a Huawei en su 'lista negra'
Por su parte, el Departamento de Comercio de EE.UU. ha anunciado que incluirá a Huawei Technologies Co Ltd y a 70 empresas afiliadas a su llamada 'Lista de Entidades', lo que impedirá al gigante chino de las telecomunicaciones comprar piezas y componentes a las compañías norteamericanas sin la aprobación del Gobierno de EE.UU.
El departamento explica en un comunicado que tiene razones para concluir que Huawei está "involucrado en actividades que son contrarias a la seguridad nacional o al interés de la política exterior de EE.UU.".
"Supresión nada razonable de las compañías chinas"
El anuncio llega en un momento crítico de las relaciones entre EE.UU. y China, tras la mutua imposición de aranceles en los últimos meses a productos valorados en cientos de miles de millones de dólares.
Este martes, Reuters informó que Trump debía firmar la orden ejecutiva en algún momento de esta semana.
En una aparente respuesta, Geng Shuang, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores de China, acusó a Washington de estar "abusando de su poder para difamar maliciosamente y derrotar a ciertas compañías chinas".
El vocero instó a EE.UU. a que deje de "usar el pretexto de la seguridad nacional para llevar a cabo la supresión nada razonable de compañías chinas", y que proporcione "un entorno justo y equitativo" para las empresas del país asiático.
La preocupación de que firmas extranjeras puedan ayudar a adversarios de EE.UU. a infiltrarse en sistemas informáticos sensibles ha cobrado importancia en los últimos años en el país norteamericano.
A finales de 2017, el Departamento de Seguridad Nacional de EE.UU. (DHS, por sus siglas en inglés) ordenó a todas las agencias gubernamentales de su país prescindir de productos de Kaspersky Lab, el mayor proveedor ruso de seguridad cibernética y antivirus, debido a los supuestos "riesgos de seguridad" y a la preocupación de que ciertos directivos de Kaspersky podrían tener vínculos con la inteligencia rusa y otras agencias gubernamentales. DHS no proporcionó ninguna prueba que confirmara sus afirmaciones.
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