El coronavirus se acelera en EEUU: el 40% de los 200.000 casos detectados está en Nueva York
Raúl Sánchez / Icíar Gutiérrez
el mundo, 01/04/2020
Estados Unidos, la tercera nación más poblada del mundo y primera economía global, ya ha contabilizado que cerca de 200.000 personas han dado positivo en la epidemia de coronavirus en el país, según los datos más recientes actualizados por la Universidad Johns Hopkins, con sede en Baltimore. En otras palabras, uno de cada cinco casos detectados a nivel mundial, alrededor del 20%, se están registrando en estos momentos en territorio estadounidense.
"Vamos a pasar dos semanas muy duras", dijo este martes el presidente Donald Trump. Las proyecciones de los asesores científicos de la Casa Blanca auguran una horquilla de entre 100.000 y 240.000 muertes asociadas al virus. De momento, se han registrado más de 4.000 fallecimientos de pacientes con COVID-19, un aumento de que se produce mientras los gobernadores buscan a la desesperada ventiladores para poder atender a los enfermos en condiciones críticas y piden a los residentes que se queden en sus casas.
El brote tiene un epicentro claro. El estado de Nueva York es, de lejos, el que más casos ha contabilizado de todo el país y concentra aproximadamente el 40% del total de contagios detectados a nivel nacional.
"Hemos estado por detrás desde el primer día, este virus nos ha tomado la delantera desde el primer día, así no se gana una guerra. La siguiente batalla es el pico, la siguiente batalla es en la cima de la montaña, porque donde veis una curva yo veo una montaña", ha afirmado este miércoles uno de los rostros más visibles de la crisis causada por el coronavirus, el gobernador neoyorquino, Andrew Cuomo. Este miércoles, Cuomo ha cifrado en más de 83.000 los positivos confirmados en el estado, más que los que ha hecho públicos China hasta el momento.
Según datos actualizados a 31 de marzo, Nueva York cuadriplica los contagios del segundo estado más afectado y limítrofe con su territorio, Nueva Jersey. Les siguen, por este orden, California, Michigan, Massachusetts, Florida, Illinois y Washington. Más de una veintena de estados tienen más de 1.000 casos conocidos en su territorio. Para los gráficos y con el objetivo de establecer la comparativa, eldiario.es ha tenido en cuenta el volumen de casos en los 50 estados de EEUU, que no incluyen territorios asociados, como Puerto Rico.
Durante sus comparecencias, Cuomo ha atribuido el gran volumen de casos a la capacidad de efectuar pruebas. En la ciudad de Nueva York, la más poblada del país, se describen escenas similares a las que se viven en España o Italia, con carencia de equipos médicos y hospitales desbordados mientras reciben a un aluvión de pacientes. En los últimos días se ha trabajado contrarreloj para levantar un hospital de campaña con 68 camas y 10 respiradores en el icónico Central Park.
Si se compara cómo ha evolucionado el brote en Nueva York desde sus inicios, es decir cuando se confirmaron más de 100 casos, se puede observar que supera a la región china donde se detectó por primera vez el SARS-CoV-2, la provincia de Hubei, y otras de las áreas más golpeadas como la Comunidad de Madrid, la Lombardía italiana o la alemana Baviera. El número de casos documentados por los diferentes países depende del número de pruebas efectuadas.
La Casa Blanca ha recomendado a la población que ponga en práctica medidas de distanciamiento social para contener el virus. Pero gobernadores de todo el país han tomado medidas más drásticas. Según el recuento que elabora la CNN, a 31 de marzo, al menos 30 estados han ordenado a sus ciudadanos que se queden en casa. La restricción afecta a más de 225 millones de personas, más de dos tercios de la población del país, de acuerdo con la cadena estadounidense.
el mundo, 01/04/2020
Estados Unidos, la tercera nación más poblada del mundo y primera economía global, ya ha contabilizado que cerca de 200.000 personas han dado positivo en la epidemia de coronavirus en el país, según los datos más recientes actualizados por la Universidad Johns Hopkins, con sede en Baltimore. En otras palabras, uno de cada cinco casos detectados a nivel mundial, alrededor del 20%, se están registrando en estos momentos en territorio estadounidense.
"Vamos a pasar dos semanas muy duras", dijo este martes el presidente Donald Trump. Las proyecciones de los asesores científicos de la Casa Blanca auguran una horquilla de entre 100.000 y 240.000 muertes asociadas al virus. De momento, se han registrado más de 4.000 fallecimientos de pacientes con COVID-19, un aumento de que se produce mientras los gobernadores buscan a la desesperada ventiladores para poder atender a los enfermos en condiciones críticas y piden a los residentes que se queden en sus casas.
El brote tiene un epicentro claro. El estado de Nueva York es, de lejos, el que más casos ha contabilizado de todo el país y concentra aproximadamente el 40% del total de contagios detectados a nivel nacional.
"Hemos estado por detrás desde el primer día, este virus nos ha tomado la delantera desde el primer día, así no se gana una guerra. La siguiente batalla es el pico, la siguiente batalla es en la cima de la montaña, porque donde veis una curva yo veo una montaña", ha afirmado este miércoles uno de los rostros más visibles de la crisis causada por el coronavirus, el gobernador neoyorquino, Andrew Cuomo. Este miércoles, Cuomo ha cifrado en más de 83.000 los positivos confirmados en el estado, más que los que ha hecho públicos China hasta el momento.
Según datos actualizados a 31 de marzo, Nueva York cuadriplica los contagios del segundo estado más afectado y limítrofe con su territorio, Nueva Jersey. Les siguen, por este orden, California, Michigan, Massachusetts, Florida, Illinois y Washington. Más de una veintena de estados tienen más de 1.000 casos conocidos en su territorio. Para los gráficos y con el objetivo de establecer la comparativa, eldiario.es ha tenido en cuenta el volumen de casos en los 50 estados de EEUU, que no incluyen territorios asociados, como Puerto Rico.
Durante sus comparecencias, Cuomo ha atribuido el gran volumen de casos a la capacidad de efectuar pruebas. En la ciudad de Nueva York, la más poblada del país, se describen escenas similares a las que se viven en España o Italia, con carencia de equipos médicos y hospitales desbordados mientras reciben a un aluvión de pacientes. En los últimos días se ha trabajado contrarreloj para levantar un hospital de campaña con 68 camas y 10 respiradores en el icónico Central Park.
Si se compara cómo ha evolucionado el brote en Nueva York desde sus inicios, es decir cuando se confirmaron más de 100 casos, se puede observar que supera a la región china donde se detectó por primera vez el SARS-CoV-2, la provincia de Hubei, y otras de las áreas más golpeadas como la Comunidad de Madrid, la Lombardía italiana o la alemana Baviera. El número de casos documentados por los diferentes países depende del número de pruebas efectuadas.
La Casa Blanca ha recomendado a la población que ponga en práctica medidas de distanciamiento social para contener el virus. Pero gobernadores de todo el país han tomado medidas más drásticas. Según el recuento que elabora la CNN, a 31 de marzo, al menos 30 estados han ordenado a sus ciudadanos que se queden en casa. La restricción afecta a más de 225 millones de personas, más de dos tercios de la población del país, de acuerdo con la cadena estadounidense.
Un ritmo de detección muy rápido
EEUU fue uno de los primeros países en diagnosticar y hacer público un caso fuera de territorio chino en los comienzos de la epidemia de COVID-19. Lo hizo el 21 de enero, en Seattle. Casi un mes después, las autoridades comenzaron a investigar el primer caso de posible transmisión comunitaria en California, es decir, sin historial de viajes a zonas de riesgo o riesgo de exposición al virus.
El 1 de marzo, las autoridades estadounidenses habían contabilizado aproximadamente medio centenar de casos. Por aquellos días, las principales críticas a la gestión del brote se centraban en el escaso número de test practicados y la distribución de kits de prueba defectuosos.
Desde entonces, el número total de personas que han dado positivo se ha disparado, sobre todo desde mediados de mes. Si el 15 de marzo el país llevaba acumulados 3.490 casos, según John Hopkins, el día 31 esta cifra llegaba a los 187.832. Un aumento rápido que diarios como The New York Times enmarcan, en parte, en una mayor disponibilidad de pruebas.
Lo mismo ocurre con las muertes, a mediados de marzo el número de fallecimientos de pacientes con coronavirus se situaba en 63. A finales de marzo, ya eran 3.863 las personas que no han podido superar la infección en territorio estadounidense.
La semana pasada, una portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de que EEUU puede convertirse en el próximo epicentro de la pandemia de coronavirus. Este miércoles, el organismo se ha mostrado muy preocupado por "la escalada y la propagación mundial de la infección".
La evolución de la epidemia en Estados Unidos, siempre según los casos confirmados (dependiente, a su vez, del número de pruebas practicadas), ha sido mucho más rápida que en otros lugares. Si se compara cómo ha avanzado el brote en cada país desde sus inicios, cuando se detectaron más de 100 contagios, pueden observarse diferencias: a los 30 días, EEUU ya había contabilizado 187.000 casos totales. En ese margen de tiempo, los contagios acumulados en España rondaban los 96.000, en Italia había unos 64.000 y en China, 75.000.
EEUU fue uno de los primeros países en diagnosticar y hacer público un caso fuera de territorio chino en los comienzos de la epidemia de COVID-19. Lo hizo el 21 de enero, en Seattle. Casi un mes después, las autoridades comenzaron a investigar el primer caso de posible transmisión comunitaria en California, es decir, sin historial de viajes a zonas de riesgo o riesgo de exposición al virus.
El 1 de marzo, las autoridades estadounidenses habían contabilizado aproximadamente medio centenar de casos. Por aquellos días, las principales críticas a la gestión del brote se centraban en el escaso número de test practicados y la distribución de kits de prueba defectuosos.
Desde entonces, el número total de personas que han dado positivo se ha disparado, sobre todo desde mediados de mes. Si el 15 de marzo el país llevaba acumulados 3.490 casos, según John Hopkins, el día 31 esta cifra llegaba a los 187.832. Un aumento rápido que diarios como The New York Times enmarcan, en parte, en una mayor disponibilidad de pruebas.
Lo mismo ocurre con las muertes, a mediados de marzo el número de fallecimientos de pacientes con coronavirus se situaba en 63. A finales de marzo, ya eran 3.863 las personas que no han podido superar la infección en territorio estadounidense.
La semana pasada, una portavoz de la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió de que EEUU puede convertirse en el próximo epicentro de la pandemia de coronavirus. Este miércoles, el organismo se ha mostrado muy preocupado por "la escalada y la propagación mundial de la infección".
La evolución de la epidemia en Estados Unidos, siempre según los casos confirmados (dependiente, a su vez, del número de pruebas practicadas), ha sido mucho más rápida que en otros lugares. Si se compara cómo ha avanzado el brote en cada país desde sus inicios, cuando se detectaron más de 100 contagios, pueden observarse diferencias: a los 30 días, EEUU ya había contabilizado 187.000 casos totales. En ese margen de tiempo, los contagios acumulados en España rondaban los 96.000, en Italia había unos 64.000 y en China, 75.000.
