22 ene 2021

EL GOLPISTA INEPTO


Dura crítica de las iglesias cristianas a Bolsonaro
“Un gobierno orientado por la política de la muerte”, señala el documento


Por Washington Uranga


22 de enero de 2021



Imagen: AFP

Un pronunciamiento del Consejo Nacional de Iglesias de Brasil apunta contra la carencia de políticas oficiales para contener la pandemia, cuestiona a la dirigencia política y advierte sobre las campañas negacionistas.
“Estamos en manos de un gobierno orientado por la política de muerte” afirma en un comunicado el Consejo Nacional de Iglesias de Brasil (CONIC), un espacio creado en 1982 e integrado por la Iglesia Católica Apostólica Romana, la Alianza de Bautistas de Brasil, y las iglesias Episcopal Anglicana de Brasil, Evangélica de Confesión Luterana en Brasil, Presbiteriana Unida y Ortodoxa Siriana de Antioquia, que representa mayoritariamente a los brasileños que profesan la fe cristiana. En el documento, en el que se hace un análisis de la crítica situación que atraviesa el país limítrofe, se dice también que “los números muestran que son falaces los argumentos utilizados para justificar la no contención de la pandemia y uno de los principales indicios de la falta de responsabilidad de las personas que ocupan puestos clave en el país: Ejecutivo, Legislativo y Judicial”.


En el texto se señala además que “la asfixia de las personas que luchan y lucharon por su vida no ha sido suficiente para que las autoridades responsables asuman su papel” y que “mientras la gente entierra a sus familiares y amigos, observamos al gobierno federal anunciar planes inconsistentes para comenzar a inmunizar a la sociedad”:

Las iglesias que integran CONIC iniciaron su proceso acercamiento a partir de 1975 y desde 1982 vienen realizando acciones conjuntas, tomando también posición frente a los temas de interés social y político del país.


Según señalan los dirigentes cristianos “comenzamos el año 2021 con muchas incertidumbres en cuanto al escenario político, económico y sanitario” y “las campañas negacionistas en torno a la pandemia de la covid-19, la falsa oposición entre fe y ciencia, con la paulatina pérdida de empatía y responsabilidad colectiva, visible en la resistencia al uso correcto de la máscara y en las aglomeraciones que contribuyeron a las tasas diarias de mortalidad, mientras las infecciones superan a las del inicio de la pandemia”.

Respecto de la actuación del gobierno de Jair Bolsonaro se sostiene que “cada anuncio inconsistente realizado en televisión y redes sociales representa desprecio y falta de respeto a la vida de la población brasileña”.

Hay también una referencia concreta a la situación de Manaus, donde en estos momentos se viven graves situaciones por la falta de insumos sanitarios, incluyendo oxígeno. En relación a ello se señala que las imágenes que llegan desde esa región del Brasil “angustian a cualquiera que tenga la capacidad de ponerse en el lugar de la otra persona”. Y advierten los representantes de las iglesias que esas “imágenes que pueden repetirse en otros estados si no frenamos nuestros comportamientos negativistas y egoístas”.

Partiendo de la base de que “la compasión es un don de todas y cada una de las personas, religiosas o no, capaces de sentir el dolor del otro” y de que “la empatía es una condición para el pensamiento ético, contribuyendo decisivamente al altruismo y la cohesión social” y que “este último es fundamental para la constitución de una nación y una identidad nacional”, se advierte que la falta de empatía se nota en el comportamiento individual pero “también se revela en las direcciones políticas y económicas del país”. Por eso, sigue afirmando el CONIC, “debido a una política y una economía no empáticas, orientada única y exclusivamente al beneficio de algunos, Brasil vive quizás, el momento más difícil de su historia reciente” y “las decisiones tomadas en la política brasileña están destruyendo al país como nación”.

En el documento de la dirigencia de las iglesias cristianas se critica la reducción de la inversión en salud pública, la interrupción por “motivos ideológicos” del “Programa más médicos”, a lo que se agrega la expulsión de médicos cubanos que atendían en las regiones más pobres del país. Se agrega que “la falta de valorización de los profesionales y las profesionales de la salud es también la causa de la realidad visible en las más de 200 mil muertes que podrían haberse evitado”.

Entrando en el análisis económico el CONIC sostiene que “parece haber funcionado” anteponer las ganancias al derecho a existir de las personas. Para demostrarlo señalan que pese a que la economía real no se benefició, creció la tasa de desempleo al 14,&% (14 millones de desocupados), 600 mil micro y pequeñas empresas quebraron y 9 millones de personas fueron despedidas debido a los efectos económicos de la pandemia, “el beneficio neto de las grandes empresas no financieras en la bolsa de valores brasileña aumentó un 86,9% en el tercer trimestre, en comparación con el mismo período de 2019”.

Al finalizar el documento los dirigentes religiosos piden orar por “todas las familias en duelo”, por “los profesionales de la salud, por la comunidad científica, por los investigadores“, por “los movimientos sociales, ONG, comunidades religiosas, líderes comunitarios que, desde el inicio de la pandemia, no han cesado sus esfuerzos para implementar acciones solidarias que han reducido el sufrimiento de los desempleados y sin apoyo”. Y agregan un pedido de misericordia dirigido a Dios “para todas las personas y líderes religiosos, o no, que potencian irresponsablemente campañas negativas y comportamientos egoístas”.



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