SANTIAGO DE CHILE (Uypress/Frank Kotermann/lamiradasemanal)
10.06.2021
Foto: ATON
Insiste en simular que gobierna. Escondido en comunas rurales o de la costa, bien protegido de público incómodo, firma leyes aprobadas por el Senado y muy lejanas a su intención original o anuncia nuevas áreas verdes de escaso impacto en lo que resta de su mandato.
Es decir, llena las horas de un cargo que, de hecho, dejó de ejercer. Continúa hablando de materias que ignora. El resto de las horas son para administrar su protegida riqueza familiar en fideicomiso tuerto. Y cobra cuentas.
Ahora es odiado por los escasos fieles que le quedaban luego de su desastroso manejo de la crisis económica y social en pandemia. Responsabilizado por los, hasta hace poco, obnubilados por aquel "oasis" autoproclamado, que lo instalaron en La Moneda esperanzados por días mejores para el bolsillo individual, hoy resiente el desprecio de "chupamedias" que lo quisieron lejos de sus millonarias publicidades electorales e igualmente se fueron al tacho de la basura en las últimas votaciones.
Obsesivo compulsivo, no sólo con sus fortalecidas arcas accionarias a las que no les pierde el ojo, Sebastián cobra cuentas y es implacable en esas lides. Emuló aquella gracia del cierre de Punta Peuco, esta vez anunciando el descongelamiento del proyecto de matrimonio igualitario que había escondido en un cajón con llave. ¡Traición! gritaron los amigos del viejo y del joven Coloma. No es lo mismo, pero son iguales. Como una suerte de reproducción espontánea de los que escalaron Chacarillas para honrar al Capitán General, que luego se robó hasta el agua del florero de las arcas fiscales.
¿Y qué? ¿Le van a echar la culpa a la vieja Lucía?
A ella no, pero sí a Sebastián por su disparo al aire en una cuenta pública que no fue tal y nadie se iba a molestar en exigirla a un cadáver político. Matrimonio igualitario ¡Vaya herejía! Sebastián fue frío y malvado. Miró las encuestas y asumiendo que el desaguisado lo pagarían sus ingratos y desleales partidos en bancarrota, les endosó la cuenta pendiente. Los múltiples candidatos presidenciales de la derecha acusaron el golpe, incluido el socialdemócrata que lideraba, a duras penas, las encuestas esquivas para el oficialismo en retirada. Al joven mandamás de la UDI hubo que enviarlo a tratamiento por depresión galopante...Sebastián sonrió en su obligado encierro. Les pagó con una moneda odiosa que sólo ha defendido, a buen sueldo, el aplicado Bellolio, al que cara de palo le sobra.
Son fuegos artificiales en los adelantados meses de despedida. Sebastián dejó de gobernar y aprovechará los meses de "sabático" que disfruta, hablando al aire, desapareciendo de las encuestas y sin nada que ganar en las elecciones que se retoman el próximo domingo.
Pero la derecha que le dio vuelta la espalda continuará pagando la cuenta. Cecilia lo atestigua: "no saben con qué chichita se están curando".
Y tiempo para maldades es lo único que le sobra al presidente imaginario en sus meses de "sabático".
Ustedes sigan cuidándose, con las vacunas no basta. Que lo diga el enano Paris...
Será hasta la próxima.
Sebastián saborea el matrimonio igualitario. ¿O no Cecilia?
Frank Kotermann
https://lamiradasemanal.cl/el-sabatico-de-sebastian-por-frank-kotermann/
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