Luis Gonzalo Segura
25 ene 2022
Si la OTAN es un pozo sin fondo para España, la confrontación occidental en Ucrania lo es mucho más. Un ingente coste que los medios occidentales silencian convenientemente, pero que, en total, suponen a España gran parte del gasto anual en misiones internacionales. Así, más de la mitad de los 760,1 millones de euros invertidos en misiones internacionales en el año 2020 tuvieron como destinatario a la OTAN, la cual consumió 432 millones de euros, lo que supuso el 56,83 %.
Más de la mitad de un presupuesto que, en cualquier caso, fue muy inferior en el mencionado año 2020 al gasto real habitual, ya que aquel año, como casi todos recordamos, fue el año del comienzo de la pandemia que todavía padecemos. Así, durante 2019 se superaron los 960 millones de euros y ya el pasado año 2021 se superaron los 930 millones. Es decir, las misiones OTAN consumieron en 2021 más de 500 millones de euros del gasto español para misiones internacionales –además la presencia de España en la OTAN aumentó todavía más en 2021 con la misión de Policía Aérea Reforzada en Rumanía–.
Misiones OTAN que, con un liviano análisis demuestran que: suponen casi la mitad del total de misiones que afrontó España durante el año 2021 (7 de 16); y en su mayoría, salvo Irak y Afganistán, misión esta última ya no existente por el vergonzoso abandono del país el pasado verano, están dedicadas a la confrontación de Occidente con Rusia. Es decir: la OTAN basa su existencia en Rusia, que consume la mayoría del presupuesto de la organización.
Empiecen, por tanto, a pensar en los ahorros occidentales en caso de mejorar las relaciones con Rusia o, lo que es lo mismo, en la inutilidad manifiesta de la Organización Atlántica o el perjuicio de los ejércitos europeos y de la industria militar en el caso de mejorar las relaciones en el Viejo Continente. Háganlo, porque en los intereses contrarios a la pacificación regional se encuentra una de las claves de la cuestión.
España aumenta el gasto y la tensión: dos buques más
Una pacificación a la que España en nada ha contribuido, pues la tensión en Ucrania, durante estas últimas semanas, lejos de mejorar se ha agravado todavía más con el envío de las dos embarcaciones navales españolas, la fragata F-103 Blas de Lezo y el Buque de Acción Marítima Meteoro, lo que suponen 202 y 52 militares más respectivamente –elevando la dotación de militares desde los 350 hasta más de 650–.
Una gran mentira de casi 4.500 millones de euros
Pero lo más revelador lo encontramos en el ofrecimiento español para enviar aviones de combate EF-2000 Eurofighter a Bulgaria, pues se trata de una propuesta que deja al descubierto una gran mentira de 4.500 millones de euros: el programa Halcón. Este programa ha supuesto la compra urgente de 20 Eurofighter y la modernización del resto de la flota de cazas europeos para… defenderse de Marruecos.
Una operación gestada durante el pasado otoño que, en sí mismo, ya se mostraba como inverosímil por cuanto los cazas Eurofighter son idénticos a los que España tuvo una docena almacenados en el año 2016 en Albacete sin darles uso alguno. ¿Cómo podía ser tan necesario disponer de los 20 cazas recién comprados cuando en 2016 había doce almacenados? Pero no solo por ello la compra no denotaba necesidad alguna, sino que el argumento esgrimido, defender el espacio aéreo canario de Marruecos, se ha mostrado siempre completamente inconsistente.
De existir una tensión real entre España y Marruecos, esta solo demostraría lo poco que significa España en Occidente, que no tiene empacho en vender armas a una 'peligrosa amenaza', y el ingente negocio de las industrias militares norteamericanas y europeas, a las que la geopolítica española le importa bastante menos que su balance contable.
Y es que no solo España ha vendido en los últimos años más de 100 millones de euros en armas, sino que la mayoría del armamento marroquí es… ¡¡¡Occidental!!! Barcos de España, Italia o Países Bajos (hasta hay compromiso de entrega de una embarcación de la empresa pública española Navantia para 2024), entrenamiento de Israel o drones de Estados Unidos demuestran hasta qué punto Marruecos no es un peligro para España. Tan tramposa es esta confrontación que Marruecos recibió el pasado mes de noviembre 25 aviones F-16 Viper norteamericanos y actualizó otras 23 unidades de F-16. Además, Marruecos ha filtrado durante el último año en distintos medios la adquisición de aviones de combate norteamericanos F-35, cazas superiores a los Eurofighter.
Por lo tanto, de existir una tensión real entre España y Marruecos, esta solo demostraría lo poco que significa España en Occidente, que no tiene empacho en vender armas a una 'peligrosa amenaza', y el ingente negocio de las industrias militares norteamericanas y europeas, a las que la geopolítica española le importa bastante menos que su balance contable.
La urgencia de los Eurofighter no era por Marruecos, era por Rusia
Entonces ¿por qué tanta prisa para adquirir aviones Eurofighter? ¿Para defender España de un inminente ataque de Marruecos a las islas Canarias? Queda claro que no. La compra tan perentoria de Eurofighter alegando una afección de la Seguridad Nacional no tenía como fin proteger el espacio aéreo de las islas Canarias, sino aumentar la dotación de aviones de combate capaces de confrontar con Rusia. De ahí, además, la urgente actualización de unidades. La broma, enmarcada en una soez mentira y consumida plácidamente por los medios de comunicación españoles, ha costado a España casi 4.500 millones de euros. O lo que es lo mismo, casi un año de Ingreso Mínimo Vital.
Voy a intentar explicarlo más claramente. Los aviones Eurofighter son cazas cuya utilidad radica en la confrontación con otros aviones de combate, por lo tanto, solo tendrían utilidad en el caso de un ataque marroquí con aviones de combate. Una acción solo posible en una confrontación tradicional en la que Marruecos planteara –o amenazara con– una invasión terrestre de las islas Canarias o directamente una guerra abierta con España, escenario no solo hoy por hoy completamente disparatado, sino muy lejos de las acciones que se manejan actualmente en la guerra híbrida: Marruecos no atacará con aviones España, lo hará, en todo caso, con migrantes –ahí está el episodio de mayo de 2021 cuando Marruecos organizó una ofensiva con migrantes contra Ceuta y Melilla a modo de advertencia de su capacidad y poder para desestabilizar dos plazas que, obviamente, son absolutamente indefendibles para España–.
España no es ni tan siquiera Polonia para Estados Unidos o la OTAN a pesar de los miles de millones de euros que gasta con tanta alegría. Guste o no guste, esta es la realidad. Desgraciadamente, la única certeza de los españoles hoy en día es que la confrontación con Rusia suma ya 10.000 millones de euros.
Así pues, no, España no necesita ni necesitaba de aviones Eurofighter para defenderse de posibles acciones hostiles de Marruecos, sobre todo, por lo ya reseñado: Marruecos es nuestro aliado. Es ese país al que vendemos armas, ese país con el que colaboramos en la formación de sus militares, ese país al que nuestros países aliados venden armamento, conocimiento y formación. Sin embargo, y muy casualmente, esos 20 Eurofighter vienen de perlas para la confrontación actual con Rusia, tanto que España ha pasado de necesitar Eurofighter con desesperación para defenderse de Marruecos a ofrecerlos alegremente para desplegarlos en Bulgaria.
Mejorar la posición para evitar más humillaciones
Así pues, con estos 4.500 millones de euros y con los más de 500 millones anuales que les cuesta a los españoles el enfrentamiento de la OTAN con Rusia, España espera mejorar su posición en la Alianza Atlántica, lo que suponen en total casi 10.000 millones de euros desde el año 2014. Un gasto que no evitó que el mencionado choque entre Marruecos y España por la repatriación de Brahim Gali terminara en humillación española cuando un mes después, en junio, Estados Unidos y gran parte de la OTAN participaron de unas mastodónticas maniobras militares en Marruecos. Una forma de ratificar la importancia de Marruecos para esa misma OTAN en la que España gasta miles de millones de euros.
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Quizás este gasto sea la única forma que ha encontrado España para evitar seguir siendo abochornada en el futuro, pero ni tan siquiera eso es seguro, ya que recientemente ha quedado excluida de una reunión de urgencia mantenida por Estados Unidos con Alemania, Francia, Italia, Polonia y Reino Unido –además de Ursula von der Leyen, presidenta de la Comisión Europea; Charles Michel, presidente del Consejo Europeo; y Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN–. España no es ni tan siquiera Polonia para Estados Unidos o la OTAN a pesar de los miles de millones de euros que gasta con tanta alegría. Guste o no guste, esta es la realidad.
Así pues, desgraciadamente, la única certeza de los españoles hoy en día es que la confrontación con Rusia suma ya 10.000 millones de euros tras el engaño de la compra de unos aviones de combate que no se necesitan para defender el espacio aéreo de Marruecos, pero sí para confrontar con Rusia, y que ello tiene una relación directa sobre su situación actual, no obstante, España es el tercer país de Europa en pobreza infantil, con uno de cada tres niños en riesgo de pobreza, y el primer país en desempleo de los 38 que integran la OCDE. Pero, oye, de fragatas y aviones de combate andamos tan sobrados que hasta los ofrecemos para enfrentarnos a Rusia.