Por Pedro Miguel
Para tirios y troyanos es difícil aceptarlo: se acabó. El régimen instaurado mediante un golpe de Estado electoral el 6 de julio de 1988 –y que se gestó en las mismas entrañas del viejo modelo del desarrollo estabilizador desde inicios de esa década– tiene las horas contadas y fecha precisa de terminación. El próximo 1º de diciembre, es decir, en menos de cinco meses, estará muerto.
3 julio, 2018
Para tirios y troyanos es difícil aceptarlo: se acabó. El régimen instaurado mediante un golpe de Estado electoral el 6 de julio de 1988 –y que se gestó en las mismas entrañas del viejo modelo del desarrollo estabilizador desde inicios de esa década– tiene las horas contadas y fecha precisa de terminación. El próximo 1º de diciembre, es decir, en menos de cinco meses, estará muerto.