Por Karel Cantelar
7 febrero, 2019
Por su proselitismo agresivo, su crecimiento masivo y su expansión hasta el ámbito político-electoral, las congregaciones pentecostales carismáticas, en especial las Asambleas de Dios, se unen consciente o inconscientemente al gigantesco aparato de adoctrinamiento psicológico y social del Imperio corporativo liderado por Estados Unidos.