Un diario que “incita al odio”
El periódico sensacionalista del grupo Murdoch había publicado un artículo en el que llama “plaga humana” y “cucarachas” a los inmigrantes y sugiere que sus barcazas sean hundidas con lanchas cañoneras. Y la columnista no se arrepiente.
El alto comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad al Hussein, acusó ayer al tabloide británico The Sun de “incitar al odio contra inmigrantes”, por publicar un artículo en el que llama “plaga humana” y “cucarachas” a ese colectivo y sugerir que sus barcazas sean hundidas con lanchas cañoneras.
En una rueda de prensa en Bruselas, el alto comisionado calificó el lenguaje del artículo –firmado por Katie Hopkins y publicado el pasado 17 de abril– como “claramente provocador e inaceptable, sobre todo en un diario de circulación nacional”. El artículo de Hopkins, habitual columnista del The Sun, se inicia con un provocativo párrafo en el que señala: “Muéstrame fotos de ataúdes, muéstrame cuerpos flotando en el agua, música de violines y personas delgadas con cara de tristeza. No me importa”. El artículo llevaba por título: “¿Barcos de rescate? Yo usaría barcos de guerra para frenar a los inmigrantes”.
El texto también describe a los inmigrantes como “una plaga de humanos salvajes” y “un nuevo tipo de virus” que llenaron algunas ciudades británicas “de sarna”, llevada por “este enjambre de inmigrantes y solicitantes de asilo”.
La incitación a la violencia, señalada por Zeid Raad al Hussein, queda manifiesta en el párrafo donde la periodista propicia el uso de lanchas cañoneras y califica “la perforación de algunos agujeros en la parte inferior de cualquier cosa sospechosamente parecida a un barco” como “una buena idea”. Para el alto comisionado este lenguaje es muy similar al empleado por el periódico Kangura de Ruanda y radio Mille Collines durante el período previo al genocidio de los tutsis en 1994.
A raíz del hundimiento de un barco con 400 migrantes la semana pasada en aguas del mar Mediterráneo, al sur de Italia, la periodista –que además es una activista conservadora antiinmigración– describió a las víctimas como “epidemia salvaje”, y agregó: “No se equivoquen, estos inmigrantes son como las cucarachas”.
En este contexto, el funcionario de la ONU urgió al gobierno de Londres, legisladores y medios de comunicación, a frenar ese tipo de discurso, según informaron los medios acreditados en la ONU, y señaló que el artículo aludido constituye un ejemplo más “entre miles de artículos contra extranjeros aparecidos en los diarios de Reino Unido en las últimas dos décadas”.
También hizo un llamado a todos los países europeos a adoptar una línea más firme sobre el racismo y la xenofobia, ya que “con el pretexto de la libertad de expresión, se les permite alimentar un círculo vicioso de vilipendio, intolerancia y la politización de los inmigrantes, así como de las minorías marginadas europeas, como los gitanos”.
Esto, subrayó Zeid, no sólo está socavando la compasión por los miles de personas que huyen del conflicto, violaciones de los derechos humanos y la privación económica, cuestiones que están provocando las muertes trágicas de inmigrantes en el Mediterráneo.
Tras la publicación de Hopkins, una petición online pidiendo a The Sun que la despida logró reunir 285.000 firmas convirtiendo a Katie Hopkins en la mujer más odiada del Reino Unido. Las firmas se han sumado a la campaña de Change.org para pedir su “despido” al magnate Rupert Murdoch, propietario del tabloide británico por excelencia.
El tabloide sensacionalista es el de mayor tirada de Reino Unido, con 3 millones 200 mil ejemplares diarios.
La central telefónica de The Sun recibió cientos de llamadas de protesta a las pocas horas. Scotland Yard confirmó haber recibido también una avalancha de llamadas pidiendo que se acuse a Katie Hopkins de instigación al racismo y a la violencia. El organismo regulador de la prensa, IPSO, recibió más de 300 quejas por el artículo y decidió abrir una investigación por su posible ruptura de la ética periodística.
En una nueva columna publicada al cabo de una semana, la propia Hopkins agradecía a The Sun por la darle la oportunidad de poder defenderse y aprovechó la ocasión para matizar a destiempo sus palabras: “Lo que ha ocurrido es una demostración del poder de la pluma... La verdad es que nadie quiere ver imágenes de cadáveres de niños ahogados en el mar, no importa cuál fuera su viaje o su destino”.