23 ago 2016

LA OVEJA NEGRA

Almagro arremete nuevamente contra Maduro en carta abierta.El secretario general de la OEA cree que no hay democracia en ese país
Por Felipe Llambías
Agosto 23,


EFE

El secretario general de la OEA, Luis Almagro, arremetió nuevamente contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela en una dura carta abierta dirigida al opositor preso Leopoldo López en la que habla de violaciones a los derechos humanos, torturas, y la intención de los herederos del chavismo de quedarse en el poder a cualquier costo."Hoy en Venezuela no hay democracia ni Estado de derecho", escribió Almagro. "La existencia de presos políticos", a quienes "tortura", según el funcionario, "es absolutamente incompatible con un sistema democrático", reafirmó.

Esta es la segunda vez que Almagro escribe una carta abierta presionando al gobierno de Maduro, tras una publicada en setiembre del año pasado dirigida al excanciller Elías Jaua. A su vez, en mayo de este año había publicado un comunicado de prensa en el que calificaba a Maduro de "dictadorzuelo". Almagro impulsó además por esas fechas la activación de la Carta Democrática contra Venezuela, aunque finalmente fracasó en el pleno de la organización que dirige.

El excanciller uruguayo dijo en esta oportunidad que el gobierno "desconoce la separación de poderes" y al Parlamento, controlado desde el año pasado por la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD). Indicó, además, que "quiere desconocer el derecho constitucional de la gente a revocar a su presidente", tal como impulsa esa coalición con un referéndum que el Consejo Nacional Electoral ha demorado para intentar mantener al chavismo en el poder. Si la oposición lograra llamar a una consulta pública sobre la continuidad de Maduro antes del 10 de enero de 2017, fecha en que se cumplen cuatro años del mandato iniciado por Hugo Chávez antes de morir, y venciera, habría un llamado a elecciones anticipadas. Si se hiciera un referéndum con posterioridad a esa fecha el presidente designaría a su sustituto.

"Analizo una y otra vez el tema y estoy convencido de que no quedan razones jurídicas, políticas, morales o éticas para no pronunciarse y condenar a un gobierno (a esta altura con características de régimen) que se ha deslegitimado a sí mismo", continuó Almagro.

Según el funcionario de la Organización de Estados Americanos, la población venezolana es "víctima de la intimidación", lo que configura a su criterio "el corolario de una gestión ineficaz de gobierno, que procura mantener el poder negando al pueblo la posibilidad de decidir mediante el voto".

De acuerdo a su visión, quitarle la posibilidad al electorado de revocar a Maduro es el "golpe final al legado político de Chávez", e "intentar eliminar a la oposición y a las voces disidentes es fiel reflejo de la ignorancia de los tiranos".

Almagro también cuestionó la presunta corrupción existente en ese país y apañada por el Palacio de Miraflores. "Hoy no se juzga la corrupción, te han juzgado a vos por hacer política", señaló.

López –perteneciente al ala más confrontativa de la MUD en contraposición al sector moderado del excandidato presidencial Henrique Capriles– fue encarcelado en febrero de 2014 tras ser acusado de incitar a la violencia y provocar la muerte de 43 personas en una manifestación contra el gobierno que había tenido lugar en Caracas días antes y que terminó violentamente.

En setiembre del año pasado fue condenado a casi 14 años de prisión y, de acuerdo a la sentencia, su participación en esas muertes estuvo dada por llamados a través de redes sociales a manifestarse contra el chavismo.

López "no utilizó los medios apropiados establecidos en la Constitución para que sus demandas fueran atendidas, sino que utilizó el arte de la palabra para hacer creer en sus seguidores que existía una supuesta salida constitucional" para la renuncia de Maduro, aseguró la Justicia.

En su misiva, Almagro apoyó la decisión de Argentina, Paraguay y Brasil de no reconocer la presidencia pro témpore del Mercosur por parte de Venezuela, en contraposición con la postura del gobierno uruguayo de intentar pasarle el mando al país caribeño.