La LUC pone en riesgo el prestigio de la educación pública
MONTEVIDEO (Uypress/Maestro Héctor Florit) -
23.02.2022
23.02.2022
Los artículos sobre Educación de la Ley de Urgente Consideración acompasan las críticas reiteradas de los opositores a la gestión del Frente Amplio, críticas basadas en datos parciales de evaluaciones internacionales y la instalación de un relato apocalíptico de la educación pública.
Pasadas las elecciones y los discursos interesados, y ante la responsabilidad de gestionar la ANEP y exhibir la mentada "transformación", el CODICEN pidió un año atrás a Opción Consultores un estudio de opinión pública sobre el tema.
El informe publicado por La Diaria sorprende: lejos de los augurios de fracaso, "hay una mayoría satisfecha con la calidad de las escuelas, UTU y liceos (y mejora todavía más entre quienes tienen hijos cursando en instituciones del Estado)" (El País, 15-11-2021). La visión negativa alcanza a apenas el 20%, habiendo más de 30 puntos de diferencia favorable.
Hay una percepción positiva de la estabilidad y la titulación de todos los maestros. "Cuando a los padres que tienen hijos en la escuela pública se les pregunta específicamente por la escuela a la que van los hijos, la satisfacción alcanza al 87%. Pasa los mismo entre quienes tienen hijos en liceos o UTU, en que las respuestas de muy o bastante satisfecho trepan al 83%. Las visiones negativas (insatisfecho) alcanza al 7% de los padres encuestados".
La consulta también abordó qué debería cambiar en una reforma educativa. Las respuestas que coinciden con las prioridades de la actual Administración (transformación curricular y calidad) son apenas el 20%. Otros asuntos valorados son la formación y la remuneración docente, la extensión del tiempo pedagógico, el apoyo a los estudiantes y el presupuesto.
Las conclusiones del estudio son evidentes: la educación pública tiene aún más prestigio que el supuesto, los docentes son valorados, y la reforma educativa es más compleja que un cambio curricular.
EL PRESTIGIO IMPORTA EN EDUCACIÓN
En cualquier sociedad "de mercado" donde se asigna valor a bienes y servicios, el prestigio es una variable fundamental, un "intangible" que hace al aprecio y al precio de las cosas. El prestigio no sólo refleja los atributos del producto, del servicio o de la persona, sino que también agrega valor a ese bien.
De igual forma, una escuela que tiene buenos resultados, con docentes titulados y calificados, un currículo actualizado, participación de las familias e infraestructura moderna alcanza una alta estima. A su vez, aquellos centros que son denostados por el barrio en que están insertos, o por dichos que hablan de un clima de desorden, o de malos resultados, quedan estigmatizados aun cuando esos factores hubieran desaparecido.
El prestigio de la institución también "derrama" e impregna a sus estudiantes, docentes o funcionarios, son los ex alumnos orgullosos de tal escuela, son los profesores que ostentan trabajar en tal liceo, etc. El ejemplo de la Dra. Clara Niz que entregó a su escuela rural N° 61 de Rincón (Treinta y Tres) la obra de arte con la que fue homenajeada por ser parte del GACH, da cuenta del reconocimiento a la educación pública.
En general, el prestigio rebasa lo particular y se extiende a un conjunto de instituciones, a una categoría que se reconoce como "deseable", así se recomiendan las escuelas de Práctica o de Tiempo Extendido o las Agrarias de UTU. El reconocimiento puede generalizarse y alcanzar a un país, es el caso de Finlandia, por ejemplo, que mantiene el prestigio aun habiendo caído varios lugares en PISA.
El prestigio (y el desprestigio) también son predictores del desempeño: una institución apreciada tiene más demanda de estudiantes y es elegida por más docentes y funcionarios, y suele contar con más ofertas de empresas para atenderla, etc. todo lo cual le permite ser selectiva, aun en ámbitos tan reglados como el sistema público. Por el contrario, una escuela desprestigiada pierde matrícula, es menos requerida por maestros y funcionarios, recibe menos apoyo del entorno, etc. un círculo de crítica, desprestigio, ausencias y malos resultados se refuerzan agraviando a la institución. Espiral que a veces se implanta en un territorio que ya sufre la segregación y el estigma, y cuya reversión exige un enorme compromiso político, profesional y social.
La Escuela, y en general la educación pública, tiene el mérito de acoger al 85% del alumnado del País. Por ella han pasado autoridades políticas y científicas, artistas y obreros... 6 de cada 7 uruguayos son ex alumnos de ella, integrantes del GACH y jóvenes premiados en la NASA, Presidentes de la República y profesionales destacados. Una Escuela que cimentó su prestigio en la Reforma de Varela y en principios y valores forjados en un siglo y medio, y que hoy es preciso cuidar.
ORGULLOS DE LA EDUCACIÓN PÚBLICA...
La satisfacción de las familias, el reconocimiento a muchas prácticas escolares y la evocación orgullosa de las historias personales son algunas razones del prestigio, otras hacen a los docentes, la transparencia y la autonomía en la gestión, la extensión de la jornada escolar y una educación integral, la participación y la inclusión de todos.
PORQUE TODOS SON TITULADOS
La Ley General de Educación (LGE, 2008) obliga a maestros y profesores de Educación Media Básica a ser titulados, exigencia plenamente cumplida en Magisterio y con notables avances en Secundaria. Las carreras docentes son similares o se otorgan reválidas que aseguran la equivalencia.
La LUC autoriza (Art. 163) a ejercer a cientos de "maestros" sin título (adscriptos, de Apoyo, Itinerantes, CEIBAL, etc.). Tampoco se le exige a profesores interinos o suplentes. La no exigencia del título retrotrae la Escuela a antes de la Ley 14.101 (1973), aunque parezca difícil, es peor que la Ley de Enseñanza de Sanguinetti.
La LUC autoriza a ciertos institutos o carreras públicos a otorgar títulos docentes universitarios, es decir que habrá licenciados y maestros no licenciados, creando una diferencia que va en desmedro de quienes hoy ejercen.
PORQUE LLEGAN POR CONCURSO Y SIN ACOMODOS
El ingreso a los cargos docentes es por concurso. La continuidad en un cargo, los traslados y ascensos son reglados y siguen rigurosos ordenamientos que preservan derechos y transparencia.
La LUC, sin embargo establece en su Art. 193 "regímenes espaciales" que autorizan a que algunos centros se rijan por otro estatuto. En ellos los directores pueden cooptar su personal, mantenerlo o prescindir de él (Lit. F), otorgar incentivos según el cumplimiento de ciertas metas (Lit. D). Una lógica de empresarial instalada en el Estado, de discrecionalidad y premios (o apremios) ajenos a la transparencia de la educación pública.
PORQUE HAY INGLÉS, ARTE, ED. FÍSICA Y TIEMPO COMPLETO
El artículo 7 de la LGE decía "se asegurará la extensión del tiempo pedagógico y la actividad curricular de los alumnos de educación primaria y media básica." Esta educación integral, de tiempo completo, fue propuesta por la CIDE en los años 60. Las sucesivas administraciones triplicaron los centros de jornada completa pasando de 105 (2005) a casi 350 escuelas y jardines en 2020, se superó el 20% de la matrícula y se mejoraron aprendizajes. Un proceso similar se inició con liceos de Tiempo Completo.
Se universalizó la educación física en 2008 con más de 1.100 profesores incorporados a Primaria, el inglés y/o portugués llegó a todas las escuelas, el Plan Ceibal dio acceso a las nuevas tecnologías, las Escuelas de Arte en todos los departamentos aseguraron la expresión musical, literaria o plástica. 30 mil alumnos por año tuvieron campamentos de 3 días en experiencias inolvidables de convivencia.
La LUC (Art. 127) deroga el compromiso de la extensión del tiempo pedagógico y de las actividades curriculares, poniendo en cuestión una política de hace 30 años, defraudando una expectativa creciente de las familias y recortando un proyecto de educación integral.
PORQUE TODOS PUEDEN PARTICIPAR
La educación común y obligatoria es sinónimo de inclusión, participación y ciudadanía. Estos principios y el cuidado de la laicidad promovieron la presencia de padres y vecinos en la escuela, a su vez los estudiantes y docentes abrieron espacios de representación. Así la LGE creó o reguló el Congreso de Educación, la Comisión Nacional de Educación (COMINE), Comisiones de Fomento, Consejos de Participación, Comisiones Consultivas, integración de los Consejos Desconcentrados, etc.
La LUC debilita esta participación: los Consejos desaparecen y con ellos la representación de educadores y de estudiantes de educación media superior, se elimina la COMINE, los Consejos Consultivos y los delegados de trabajadores y sectores productivos, el Congreso de Educación se reserva a una eventual sesión cada 5 años (Art. 143), en los Consejos de Participación se reduce la incidencia estudiantil (Art. 167), los docentes electos en CODICEN son prescindibles ya que todo se resuelve con 3 votos (Art. 152).
El Plan de Política Educativa Nacional elaborado por el Ministerio de Educación es un gesto de dudosa constitucionalidad y ostensible centralización. Un sistema que concentra potestades en el Ministro y el Presidente del CODICEN, y que traslada decisiones a Directores Generales para que las apliquen sin tener siquiera un consejo que las analice, necesariamente excluye y se aleja de docentes y estudiantes.
PORQUE ESTÁ DIRIGIDA CON DOCENTES Y NO POR POLÍTICOS
La idea de "preservar a la escuela de los fragores de la política" viene de José P. Varela que abogaba por una educación independiente del poder político (Cap. 14 de La Educación del Pueblo). Fue confirmada constitucionalmente y dio lugar a los entes autónomos.
Razones políticas y la especialidad técnica fundamentan esta autonomía y la condición de docentes de al menos algunos de sus directivos. O como dijo el CODICEN de Pivel Devoto en la Comisión de Constitución de Diputados en 1990 "es razonable que siendo la educación un campo cultural con especificidad propia, la mayoría de los llamados a conducirla sean docentes, cualquiera sea su modo de designación."
La LUC (Art. 151) niega esta especialidad ya que los consejeros o directores no tienen que ser docentes ni tener antecedentes en educación, tampoco el Secretario Administrativo requiere experiencia. Se incorpora así la educación pública al cúmulo de cargos destinados a atender repartos políticos, sin resguardarla de los avatares electorales de partidos y fracciones.
Por el contrario, los consejeros designados por el Ejecutivo deben ratificar ante el Senado su adhesión al Compromiso de Política Educativa del MEC, acto de sujeción inadmisible en los titulares de un ente autónomo. La Educación Pública queda sometida a los vaivenes de la Administración, y deja de ser una política de Estado.
EL PRESTIGIO EN RIESGO
La educación pública es para muchos la palanca de inclusión, la posibilidad de revertir un designio de pobreza y segregación, de devenir ciudadanos. Esta oportunidad sólo es imaginable desde una escuela prestigiosa y reconocida, respetados sus docentes y sus comunidades.
Lejos de eso, la LUC somete a la educación pública al riesgo del desprestigio, del sarcasmo y la crítica cuando dispone que para ejercer como maestro no se requiere ser maestro, o para dirigir la educación no se necesita ser educador, cuando se puede acceder o permanecer en un cargo por afinidad o recibir incentivos salariales discrecionales, cuando los proyectos más apreciados se diluyen y el presupuesto se recorta, cuando la autonomía se somete a las directivas de un Ministro o los consejos de integración plural se suprimen, cuando la educación del pueblo se cercena y se instala la educación del Gobierno.
UyPress - Agencia Uruguaya de Noticias