8 abr 2015

Michelle Bachelet: “No he pensado en renunciar, de ninguna manera”


La presidenta chilena, Michelle Bachelet, reaccionó ante las versiones sobre una posible renuncia en medio de la crisis política más profunda de las últimas décadas de Chile, provocada por la explosión de escándalos investigados por la Fiscalía sobre financiamiento irregular de campañas a distintos sectores y los negocios millonarios de su nuera y primogénito.

La socialista descarta dejar la Presidencia de Chile en medio de la crisis política

ROCÍO MONTES / EFE Santiago de Chile 8 ABR 2015 -



Bachelet durante su reunión con el ministro de Hacienda. /PRESIDENCIA DE CHILE

“No he pensado en renunciar ni pienso hacerlo. De ninguna manera”, aseguró ayer Michelle Bachelet en un encuentro con corresponsales extranjeros en el Palacio de La Moneda, sin que se le hubiera preguntado directamente sobre este asunto que en los últimos días ha generado una importante expectación pública en Chile. “Imagínense (...), eso sería un quiebre institucional”, señaló la socialista, que asumió su segundo período en el poder en marzo de 2014.

Bachelet no había concedido entrevistas desde que a comienzos febrero pasado estalló el caso Caval, la trama de especulación inmobiliaria vinculada a su hijo Sebastián Dávalos y a su nuera, Natalia Compagnon, madre de sus dos nietos, que ayer declaró durante horas ante el Ministerio Público. En una investigación que persigue eventuales delitos de negociación incompatible y violación de secreto, Compagnon llegó hasta la Fiscalía local de Rancagua en calidad de imputada, mientras que su marido acudirá a declarar en los próximos días. El fiscal regional Luis Toledo pretende determinar la forma en que la empresa Caval, de propiedad en un 50% de Compagnon y en la que Dávalos se desempeñaba como gerente de proyectos, llevó a cabo el negocio en medio de lacampaña presidencial de 2013, una operación que contemplaba una ganancia de 3,8 millones de dólares para la compañía.

La socialista, que producto del caso Caval ha sufrido un daño importante en su popularidad, situada en un 31% de acuerdo a la reciente encuesta Adimark, se refirió a la reunión que el 6 de noviembre de 2013 sostuvieron su hijo y su nuera con el vicepresidente del Banco de Chile, Andrónico Luksic, que finalmente le otorgó a Caval el préstamo de unos 10 millones de dólares para concretar la compra y venta de terrenos en Machalí. Una de las principalesa incógnitas de esta trama es si la presidenta, que en ese entonces era exmandataria y candidata, estaba al tanto de las transacciones. Hasta ahora había señalado que se enteró por la prensa, como dijo el 23 de febrero, lo que ayer explicó con mayor profundidad. “Nunca supe de esa reunión. No tuve que ver con la reunión, no pedí la reunión, nunca hablé con Luksic desde que yo volví a Chile en marzo de 2013, nunca lo vi ni hablé con él hasta noviembre del año pasado, siendo Presidenta, en torno a APEC”, ha indicado Bachelet. “La verdad es que no he tenido ninguna vinculación con nada de aquello. Ni en la reunión ni en el negocio, en nada de eso”.

Bachelet se mostró preocupada por la imagen exterior de Chile, que se enfrenta otros dos escándalos de magnitud: el caso Penta, de presunta financiación irregular en la política, que afecta sobre todo a la derecha y tiene a importantes empresarios en prisión preventiva desde el 7 de marzo, y su arista Soquimich, la empresa minera del exyerno del dictador Augusto Pinochet, Julio Ponce Lerou, que la Fiscalía investiga por pagos irregulares a personas y sociedades vinculadas a distintos partidos del espectro político. “Puede que haya corrupción en Chile, pero no es generalizada. No todo el mundo es corrupto en nuestro país”, ha señalado Bachelet. “Cuando hay empresarios poderosos que están en la cárcel y que están siendo investigados; cuando hay familiares de la Presidenta que están siendo investigados a ver si hay algún mérito de algo para pasar a otro proceso, eso demuestra que el Gobierno no está haciendo ningún esfuerzo para tapar ninguna cosa (...) Aquí no hay ciudadanos de primera y de segunda clase”.

Pese a que los partidos políticos de centroizquierda y la derecha buscan una solución institucional para salir de la crisis política, Bachelet ha descartado acuerdos para impedir que se sigan investigando los eventuales casos de corrupción y ha señalado no importarle sus bajos índices de popularidad: “A mí no me interesa mi nivel de popularidad, me interesa Chile”.