Febrero 7, 2016
El desplome del 70% del precio del barril de crudo desde mitad de 2014 ha provocado un terremoto en las cuentas de la industria petrolera, que está registrando fuertes descensos del beneficio, e incluso pérdidas históricas, y anunciando venta de activos y drásticas medidas de reducción de costos y de inversiones para amortiguar el golpe.
El exceso de oferta provocado por la elevada producción de hidrocarburos no convencionales (shale gas) en EEUU, el frenazo de la economía china, y la decisión de los países de la OPEP de no recortar la producción para elevar el precio han empujado el barril al entorno de los US$ 30, marcando mínimos desde 2003.
Este descenso, unido a las provisiones para depreciar activos y yacimientos, más las cargas de reestructuración, han impactado con fuerza en las cuentas de las petroleras que, además, se enfrentan a la rebaja de sus calificaciones por parte de las agencias.
Exxon Mobil, BP y ChevronExxon Mobil, la mayor empresa del sector por capitalización, anunció el martes una caída del beneficio neto del 50% en 2015, y entre octubre y diciembre ganó US$ 2.780 millones, la cifra trimestral más baja desde 2002. Aun así, su fortaleza en el negocio de refinación y marketing, que se beneficia al proveerse de un crudo más barato y de una demanda creciente –a diferencia del negocio de exploración y producción, cuyos ingresos caen al ritmo del barril–, le han permitido salvar los muebles frente a otros rivales. No obstante, Exxon reducirá un 25% sus inversiones en 2016.
Mucho peor le fue a la británica BP, que registró las mayores pérdidas de su historia el año pasado (US$ 6.482 millones), debido, en parte, a la depreciación de activos en el Mar del Norte y a las provisiones por problemas en Angola y la reestructuración. La compañía, que se ha comprometido a mantener el dividendo, a pesar de las dudas de algunos analistas, recortará 7.000 empleos hasta finales de 2017, un 9% de su plantilla.
La estadounidense Chevron, segunda del sector en EEUU por detrás de Exxon, lo pasó especialmente mal en el cuarto trimestre del año, cuando registró sus primeras pérdidas trimestrales desde 2002 (US$ 588 millones), tras provisionar US$ 1.100 millones por la depreciación de varios yacimientos de petróleo y gas. En todo el año, Chevron ganó US$ 4.587 millones, un 76% menos.
Repsol, Shell y Total La española Repsol registrará las primeras pérdidas de su historia en 2015 al provisionar € 2.900 millones para cubrir el deterioro del valor de algunos activos por el descenso del crudo. La compañía prevé unas pérdidas netas de € 1.200 millones, aunque recalca que sin los atípicos negativos, el beneficio ajustado subiría un 8% en 2015, hasta € 1.850 millones.
Otras dos grandes petroleras como la angloholandesa Shell y la francesa Total también esperan un fuerte descenso del beneficio. A falta de datos oficiales, Shell señaló que su beneficio ajustado, que excluye los extraordinarios, bajó un 50% el año pasado, aunque, en términos netos, los analistas consultados por Bloomberg esperan que la caída sea del 64%. Por su parte, Total prevé que su beneficio neto ajustado baje 20%, un descenso que el grupo considera amortiguado gracias a la buena marcha de sus negocios de refino y plásticos.
Ganadores y perdedores
Lo más inquietante para el sector es que el barril, que tuvo un precio medio de US$ 45 en el cuarto trimestre de 2015, ha seguido cayendo con fuerza a comienzos de 2016, y los analistas no prevén que recupere esos US$ 45 hasta finales de año, lo que augura un ejercicio muy duro. Las petroleras luchan por mantener su rating y detener el castigo en bolsa.
Y no solo afecta a los directamente ligados con las extracción, procesamiento y comercialización del crudo sino tiene implicaciones en muchos sectores y valores, algunos de forma negativa pero otros positivamente. En general, las actividades en las que el crudo es un factor decisivo en los costos se beneficiarán, mientras que otros en los que los ingresos dependen de los precios del petróleo se ven perjudicadas. La gestora de inversiones Fidelity ha identificado las empresas y sectores más sensibles a la situación del crudo.
Para la gestora, un ejemplo de ganadores con los precios actuales del petróleo son las compañías automovilísticas como General Motors, que ven crecer la demanda de vehículos de motor, en particular los pesados y los utilitarios deportivos. También empresas agrícolas como Kubota obtienen mejoras, ya que las granjas reducen sus costes operativos en áreas como la maquinaria, los fertilizantes y los costes de transporte. Por último, Fidelity destaca los beneficios que obtienen las empresas químicas, como Akzo Nobel, por la rebaja de las materias primas.
En el lado contrario, la caída del precio del crudo perjudica a las compañías petroleras de prospección y producción (E&P), en particular a aquellas con costes de equilibrio más altos, como la Occidental Petroleum. Con menos inversiones en E&P también baja la demanda de bienes de capital dependientes de la energía, como los que provee la empresa Diamond Offshore Drilling. Asimismo, precios bajos del petróleo reducen en la práctica el atractivo de las inversiones en energías limpias y renovables, lo que perjudica a firmas como Tesla Motors.
Fuente: (Expansión/RIPE)
Y no solo afecta a los directamente ligados con las extracción, procesamiento y comercialización del crudo sino tiene implicaciones en muchos sectores y valores, algunos de forma negativa pero otros positivamente. En general, las actividades en las que el crudo es un factor decisivo en los costos se beneficiarán, mientras que otros en los que los ingresos dependen de los precios del petróleo se ven perjudicadas. La gestora de inversiones Fidelity ha identificado las empresas y sectores más sensibles a la situación del crudo.
Para la gestora, un ejemplo de ganadores con los precios actuales del petróleo son las compañías automovilísticas como General Motors, que ven crecer la demanda de vehículos de motor, en particular los pesados y los utilitarios deportivos. También empresas agrícolas como Kubota obtienen mejoras, ya que las granjas reducen sus costes operativos en áreas como la maquinaria, los fertilizantes y los costes de transporte. Por último, Fidelity destaca los beneficios que obtienen las empresas químicas, como Akzo Nobel, por la rebaja de las materias primas.
En el lado contrario, la caída del precio del crudo perjudica a las compañías petroleras de prospección y producción (E&P), en particular a aquellas con costes de equilibrio más altos, como la Occidental Petroleum. Con menos inversiones en E&P también baja la demanda de bienes de capital dependientes de la energía, como los que provee la empresa Diamond Offshore Drilling. Asimismo, precios bajos del petróleo reducen en la práctica el atractivo de las inversiones en energías limpias y renovables, lo que perjudica a firmas como Tesla Motors.
Fuente: (Expansión/RIPE)