EN LA ÚLTIMA LICITACIÓN, PEQUEÑOS INVERSORES FUERON MÁS DEL 5% DEL TOTAL EN LA LETRA MÁS CORTA CON UNOS $ 3.300 M
Por: Jorge G. Herrera
El stock que han alcanzado las Lebac en pesos, de más de $ 460.000 millones, ya equivale a la circulación monetaria (total de billetes y monedas en poder del público y de los bancos). Además representa más del 90% de la base monetaria, o sea del total del dinero de la economía. Estas magnitudes ya generan ciertos escalofríos en algunos analistas. Sin embargo, la cúpula del BCRA parece no mostrarse preocupada, pero sí atenta. Cierto es que mucho no puede hacer frente al actual panorama monetario y fiscal, y el tenor de la inflación. Pero ello no significa que hayan descartado recurrir a otras herramientas, como por ejemplo elevar finalmente los encajes bancarios, que de cierta manera sería menos oneroso que seguir esterilizando vía Lebac,como reconoció un miembro del directorio del ente monetario. Por lo pronto uno de los datos que monitorea el BCRA es que las Lebac en poder de los bancos no superen mucho más del 20% del total de sus depósitos (hoy son casi un 22%).
Al respecto vale señalar que sólo del stock en pesos se calcula que el costo de los intereses ascendería este año a casi u$s 10.000 millones, es decir, muy cerca del monto que le pagarán a los fondos buitre. A esto hay que sumar la carga financiera de las Lebac en dólares y las indexadas por el tipo de cambio, que entre ambas totalizan otros $ 72.000 millones, llevando el stock total de Lebac a unos $ 532.000 millones en la actualidad.
La encrucijada es que se ha acortado el plazo promedio del stock total a 45 días (entre el 85% y el 90% solo invierte en la letra más corta) y en paralelo se ha elevado el costo promedio. Así se ha armado una importante bola de nieve, que recuerda malas experiencias de los '80.
La alta tasa que ofrecen las Lebac, la más corta en el 38% anual a 35 días, sigue seduciendo así a los ahorristas casi en masa. Prueba de ello es que en la última licitación, según datos de FyEConsult, los pequeños inversores representaron un récord en la colocación de la letra más corta al participar en más del 5,1% del total en el tramo no competitivo. Sin duda el aliciente de semejante tasa positiva, o sea que le gana a la inflación esperada, explica el comportamiento de los ahorristas, más aún en un contexto de estabilidad cambiaria; y donde ningún rendimiento de plazo fijo lo iguala. Para un pequeño inversor es la manera de acceder a las tasas de los grandes. Según cálculos de EconViews las tasas Badlar de indiferencia para los bancos (la máxima tasa que pagarían antes de encajes y Sedesa para luego colocarse en Lebac) cae por debajo del 20% en el plazo de 119 días aunque se sostiene en niveles del 23,55 al 25% para el resto de los plazos y en niveles del 32% para el plazo más corto".
La contracara de todo esto es la caída del crédito al sector privado. Pero no hay duda que a los bancos les conviene captar fondos vía cuentas sueldos o caja de ahorro y colocarlos en Lebac. Además le prestan a un solo cliente sin ningún análisis crediticio como si fuera una pyme. Un negocio redondo, casi sin riesgo y bien rentable. Todo sea por bajar la inflación. Después, Dios dirá.