NARANJAS
Gobierno de EE.UU niega eventual relación entre la apertura del mercado de naranjas a Uruguay y la llegada de presos de Guantánamo .Autoridades del gobierno de los Estados Unidos negaron una eventual relación entre la apertura de su mercado para los cítricos uruguayos y la llegada de los ex reclusos de la prisión de Guantánamo.
10 de mayo de 2016
Estados Unidos negó que existiera una relación entre la liberación de seis reclusos de Guantánamo y su envío a Uruguay y la apertura del mercado estadounidense a los cítricos uruguayos, como así lo expresó días pasados el ex presidente y actual senador, José Mujica. “No hubo ninguna correlación entre las dos cosas. La transferencia de los expresos de Guantánamo fue solo una señal de nuestra relación cercana, no hubo ningún ‘quid pro quo’ (una cosa por la otra) en el acuerdo para que Uruguay aceptara a los seis ex presos del penal”, manifestó un funcionario del Departamento de Estado estadounidense a la agencia de noticias EFE.
El jerarca norteamericano remarcó que la transferencia de ex presos fue solo una “señal de una relación cercana”.
Las declaraciones de Mujica
En el marco del compromiso de Mujica cuando se desempeñó como presidente de la República, de colaborar con su par estadounidense, Barack Obama, en el cierre de Guantánamo, Uruguay recibió a cuatro ciudadanos sirios, un tunecino y un palestino.
Mujica dijo la semana pasada que “para venderle unos kilos de naranja a Estados Unidos” tuvo que “bancar a cinco locos de Guantánamo”.
Ello generó gran polémica en ámbitos políticos y en una fuerte crítica de parte de la oposición.
Este martes, el ex presidente reconoció que su frase sobre los refugiados de Guantánamo “quizás no fue afortunada”.
Agregó -en declaraciones a Teledoce- que “si bien la llegada de los ex reclusos no incluyó un acuerdo sobre las exportaciones de naranjas, luego de tal episodio existió un cambio en la diplomacia norteamericana a favor de Uruguay”.
“Yo no tengo otra explicación que fue una gestualidad de consideración que tomó la autoridad norteamericana para con el Uruguay, pero no tengo ninguna documentación ni lo sé”, remarcó.
Por otro lado, dijo que se ha pasado la vida “criticando al gobierno norteamericano por la prepotencia en el mundo y un día que un presidente hace campaña electoral diciendo que va a cerrar la cárcel de Guantánamo”, le pareció “humanamente correcto”.
También señaló que él conoce lo qué es estar preso, y por ello tenía la convicción de que “muchos se estaban comiendo un garrón”.
“Es posible que haya sido injusto al decir que los refugiados no estaban habituados al trabajo, pero me dolieron las declaraciones de que estaban mejor en Guantánamo que acá”, sentenció.
El jerarca norteamericano remarcó que la transferencia de ex presos fue solo una “señal de una relación cercana”.
Las declaraciones de Mujica
En el marco del compromiso de Mujica cuando se desempeñó como presidente de la República, de colaborar con su par estadounidense, Barack Obama, en el cierre de Guantánamo, Uruguay recibió a cuatro ciudadanos sirios, un tunecino y un palestino.
Mujica dijo la semana pasada que “para venderle unos kilos de naranja a Estados Unidos” tuvo que “bancar a cinco locos de Guantánamo”.
Ello generó gran polémica en ámbitos políticos y en una fuerte crítica de parte de la oposición.
Este martes, el ex presidente reconoció que su frase sobre los refugiados de Guantánamo “quizás no fue afortunada”.
Agregó -en declaraciones a Teledoce- que “si bien la llegada de los ex reclusos no incluyó un acuerdo sobre las exportaciones de naranjas, luego de tal episodio existió un cambio en la diplomacia norteamericana a favor de Uruguay”.
“Yo no tengo otra explicación que fue una gestualidad de consideración que tomó la autoridad norteamericana para con el Uruguay, pero no tengo ninguna documentación ni lo sé”, remarcó.
Por otro lado, dijo que se ha pasado la vida “criticando al gobierno norteamericano por la prepotencia en el mundo y un día que un presidente hace campaña electoral diciendo que va a cerrar la cárcel de Guantánamo”, le pareció “humanamente correcto”.
También señaló que él conoce lo qué es estar preso, y por ello tenía la convicción de que “muchos se estaban comiendo un garrón”.
“Es posible que haya sido injusto al decir que los refugiados no estaban habituados al trabajo, pero me dolieron las declaraciones de que estaban mejor en Guantánamo que acá”, sentenció.