El ministro francés de Finanzas, Michel Sapin, confirmó no estar dispuesto a abrir negociación alguna, sino a hacer cumplir las leyes, en la investigación por evasión tributaria que se le sigue a Google –por 1.600 millones de euros- y a McDonald´s por 300 millones de euros.
30 de mayo de 2016
McDonald’s está demandado por 300 millones de euros. Foto: Wikimedia Commons.
“No habrá negociaciones. Nosotros aplicamos la ley. E iremos hasta el final. Nada lo impide. Como nada impide que los grandes grupos declaren aquí sus impuestos”, dijo el secretario de Estado en entrevista concedida al diario El País de España. El fisco galo está seguro que el buscador desvía gran parte de sus beneficios a su filial en Irlanda, donde el impuesto de sociedades está en un rango 50% inferior al francés.
La conmoción en el marco de las políticas tributarias cobró mayor envergadura después que la semana pasada, un centenar de agentes, allanara la sede de Google en Francia.
El dumping fiscal: una práctica de alto riesgo
El escenario se plantea diferente en territorio francés que en otros países de la Unión Europea, donde el dumping fiscal, se ha convertido en una práctica común para las multinacionales evasoras.
Las entidades fiscales de los países de la Comunidad, intentan evitar que las multinacionales aporten en zonas de baja tributación –como Irlanda- y ello les sea homologado como liquidación real válida para los países donde realmente generaron el dinero.
Recientemente Google debió cerrar un acuerdo con Gran Bretaña, pagando unos 170 millones euros, algo similar a lo que ocurre en Italia donde cerraron negociaciones por un monto del orden de los 200 millones.
Situación similar aunque de consecuencias potencialmente más fuertes, vive McDonald´s en Francia, donde el desvío de fondos de sus filiales para Suiza y Luxemburgo, podría constituir un delito de “blanqueo con fraude fiscal”.
La conmoción en el marco de las políticas tributarias cobró mayor envergadura después que la semana pasada, un centenar de agentes, allanara la sede de Google en Francia.
El dumping fiscal: una práctica de alto riesgo
El escenario se plantea diferente en territorio francés que en otros países de la Unión Europea, donde el dumping fiscal, se ha convertido en una práctica común para las multinacionales evasoras.
Las entidades fiscales de los países de la Comunidad, intentan evitar que las multinacionales aporten en zonas de baja tributación –como Irlanda- y ello les sea homologado como liquidación real válida para los países donde realmente generaron el dinero.
Recientemente Google debió cerrar un acuerdo con Gran Bretaña, pagando unos 170 millones euros, algo similar a lo que ocurre en Italia donde cerraron negociaciones por un monto del orden de los 200 millones.
Situación similar aunque de consecuencias potencialmente más fuertes, vive McDonald´s en Francia, donde el desvío de fondos de sus filiales para Suiza y Luxemburgo, podría constituir un delito de “blanqueo con fraude fiscal”.