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El presidente del Banco Central Mario Bergara asegura que Uruguay antes trataba de vender opacidad y ahora vende transparencia
20 de mayo de 2016
Bergara disertó este jueves en el marco del evento Desayunos Útiles, organizado por la revista Somos Uruguay.
El presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Mario Bergara, expresó que en el pasado Uruguay trataba de venderle opacidad a los países vecinos en cuanto a controles financieros, y ahora vende transparencia al mundo. Para lograr este cambio, Uruguay se basó en la prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo, el "fortalecimiento" de las regulaciones del sistema financiero y el creciente "debilitamiento" del secreto bancario
En ese marco, el jerarca de la autoridad bancocentralista aseguró que Uruguay “pasó de una lógica de opacidad a una de transparencia como parte ineludible de la inserción en el mundo, a base de cooperación y transparencia”.
Remarcó que en el pasado, Uruguay trataba de vender “opacidad” a los países vecinos y ahora exististe una visión de “desarrollo integral y vende transparencia al mundo”.
Añadió que para lograr dicho cambio, Uruguay se basa en “la prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo, el fortalecimiento de las regulaciones del sistema financiero, una nueva fiscalidad internacional y el creciente debilitamiento del secreto bancario, que era el centro de la opacidad que brindaba Uruguay”.
Mayores estándares de transparencia
El jerarca del BCU también indicó que existe una “creciente demanda de transparencia en el mundo a partir de la crisis financiera mundial, que surgió como fruto de la desregulación, el desorden organizacional y de soslayar la importancia de la supervisión”.
Asimismo, Bergara expresó que a partir de la crisis surge una demanda por “mayores estándares de transparencia, prevención de lavado de activos y control de flujos financieros”, y en ese marco es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el organismo coordinador.
En la última década, Uruguay realizó “cambios normativos e institucionales para cumplir con las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y hoy tiene mejor evaluación que la mayoría de los países del G-20”.
El presidente del Banco Central del Uruguay (BCU), Mario Bergara, expresó que en el pasado Uruguay trataba de venderle opacidad a los países vecinos en cuanto a controles financieros, y ahora vende transparencia al mundo. Para lograr este cambio, Uruguay se basó en la prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo, el "fortalecimiento" de las regulaciones del sistema financiero y el creciente "debilitamiento" del secreto bancario
En ese marco, el jerarca de la autoridad bancocentralista aseguró que Uruguay “pasó de una lógica de opacidad a una de transparencia como parte ineludible de la inserción en el mundo, a base de cooperación y transparencia”.
Remarcó que en el pasado, Uruguay trataba de vender “opacidad” a los países vecinos y ahora exististe una visión de “desarrollo integral y vende transparencia al mundo”.
Añadió que para lograr dicho cambio, Uruguay se basa en “la prevención del lavado de activos y financiamiento del terrorismo, el fortalecimiento de las regulaciones del sistema financiero, una nueva fiscalidad internacional y el creciente debilitamiento del secreto bancario, que era el centro de la opacidad que brindaba Uruguay”.
Mayores estándares de transparencia
El jerarca del BCU también indicó que existe una “creciente demanda de transparencia en el mundo a partir de la crisis financiera mundial, que surgió como fruto de la desregulación, el desorden organizacional y de soslayar la importancia de la supervisión”.
Asimismo, Bergara expresó que a partir de la crisis surge una demanda por “mayores estándares de transparencia, prevención de lavado de activos y control de flujos financieros”, y en ese marco es la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) el organismo coordinador.
En la última década, Uruguay realizó “cambios normativos e institucionales para cumplir con las recomendaciones del Grupo de Acción Financiera Internacional (GAFI) y hoy tiene mejor evaluación que la mayoría de los países del G-20”.