14 ago 2020

GOLPISTAS BUSCANDO PERPETUARSE

Bolivia: Añez y el TSE confirman elecciones para el 18 de octubre y movimientos sociales lo consideran “una traición”

Por Verónica Zapata

14 agosto, 2020



Los vínculos con EEUU del presidente del Tribunal Electoral de Bolivia



El Tribunal Supremo Electoral (T.S.E.) postergó por tercera vez la fecha electoral en Bolivia del 6 de Septiembre al 18 de Octubre con la excusa de la pandemia. Esto rebalsó la paciencia del pueblo boliviano que desde el lunes 03 de agosto bloqueó 150 puntos del país a manera de protesta.

Las demandas van más allá de lo electoral, se exige el acceso al derecho a la salud, a la educación y al trabajo. Además, en los bloqueos se empezó exigir la renuncia de Jeanine Áñez.

Los medios de comunicación masivos difunden que las organizaciones sociales rechazan la nueva fecha electoral por capricho, sin embargo, las organizaciones convocantes del paro argumentan su rechazo, no solo por ser considerada una burla pos las múltiples postergaciones, sino porque la decisión fue tomada por el T.S.E. de forma unilateral, inconstitucional e ilegal, mediante una resolución por encima de la ley N° 1297 y N° 1304 que convoca a elecciones. Avasallando la Constitución Política de Estado (C.P.E.) y a la Asamblea Legislativa.

La ley N° 1297 de Postergación de las Elecciones Generales refiere que las elecciones se realizaran en un plazo máximo de 127 días computables a partir del 3 de Mayo, es decir hasta el 6 de Septiembre como sugirió el T.S.E. La ley N°1304 (Ley Modificatoria de la Ley 1297) solo modifica el artículo 2 de la ley 1297.

Una resolución no puede pasar por encima de una ley, por lo tanto la elección del 18 de Octubre sería un acto nulo de pleno derecho, que Áñez podría no reconocer. Por tal motivo, Luis Arce candidato del M.A.S. condiciona un acuerdo de una nueva fecha electoral, a que se establezca mediante una ley y no por una resolución, con el fin de ingresar al marco jurídico constitucional y tenga validez legal.

¿Quién es Salvador Romero?

Salvador Romero, presidente del TSE tiene conocimiento de esto. ¿A qué juega? Aparece en los cables revelados por WikiLeaks que demuestran su vínculo con el Departamento de Estado norteamericano y con la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, conocida por sus siglas en inglés: USAID. A través de la USAID, la Agencia Central de Inteligencia (CIA) canaliza fondos para operaciones políticas contra gobiernos no alineados a EEUU. Por otra parte, los cables revelan que Salvador Romero era informante del ex embajador estadounidense Philip Goldberg (2006-2008), quien fuera expulsado de Bolivia por Evo Morales acusado de conspirar contra el gobierno.

La USAID financió “charlas” de Salvador Romero en contra de Evo Morales en el pasado. ¿Dónde está su supuesta neutralidad política? Por otro lado, los estrechos vínculos con Carlos Mesa, candidato a presidente por Comunidad Ciudadana (C.C.) se exponen en las fotos que circulan en redes sociales. El 2003 Salvador Romero fue designado como presidente de la Corte Electoral (CNE) por Carlos Mesa, quién era presidente de Bolivia ese año. Evo Morales había denunciado que ese ente electoral era un órgano manejado por los Estados Unidos.

Romero en Honduras

Un dato revelador para comprender el contexto actual de Bolivia, es la participación de Salvador Romero en la persecución y proscripción contra el ex presidente Manuel Zelaya en Honduras y su legitimación de los fraudes posteriores. Romero fue enviado por EEUU a Honduras tras el golpe y fue designado director del Instituto Nacional Demócrata (NDI) entre el 2011 y 2014.

¿Qué es la NDI? El Instituto Nacional Demócrata es un canal de financiamiento, que apoyó a los grupos opositores del proceso de cambio, pero se hace llamar una organización “no gubernamental política” de EEUU, fue creada en 1983 como parte del programa “Apoyo Nacional a la Democracia” del congreso estadounidense y está financiado por USAID.

Desde que Salvador Romero llegó a Honduras, la derecha siempre ha ganado las elecciones, mediante fraude apoyado por EEUU y la NDI, financiada por la Fundación Nacional para la Democracia (conocida como NED por su sigla en inglés) que depende de la USAID.

La NED es otro canal de financiamiento de proyectos y grupos para realizar golpes de estado, entre sus acciones se encuentra el uso de jóvenes para provocar desestabilizaciones, casualmente los grupos paramilitares en Bolivia están integrados por jóvenes universitarios. Financió a partidos políticos y oenegés opositoras a presidentes populares.

NED, USAID, NDI, etc., diferentes nombres por sus siglas en inglés, con un mismo fin, imponer los intereses de EEUU en los países que no se alinean a sus designios.

Bolivia y el camino de Honduras: Golpe, Proscripción y Fraude

El golpe en Honduras fue punta de lanza de un proyecto regional de reconquista de los países que EEUU considera “su patio trasero” (Doctrina Monroe), toda la zona de su frontera para abajo. A partir de allí se dieron sucesivos golpes “blandos”, en Paraguay a Fernando Lugo, en Brasil a Dilma Rouseff, lo intentaron en Venezuela, pero no pudieron por la lealtad de sus FFAA y la condición miliciana de un pueblo con consciencia ideológica política. Entonces se aceleraron los planes para Bolivia y fueron por ella, donde las condiciones internas para concretarlo estaban dadas.

A nivel externo Bolivia se encontraba sola, con una UNASUR desactivada, rodeada de países alineados a EU y en un contexto de caída libre de EEUU como potencia económica mundial, con el surgimiento de Rusia y China. Por tal motivo, EEUU necesita reasegurase de los recursos naturales de Bolivia, cuyo oro y plata construyeron todo el continente de Europa con la conquista de América.

Actualmente, Bolivia tiene el 60% de reservas de litio del mundo y puede posicionar a cualquiera como potencia a nivel regional, incluso mundial. En el país no funcionan los golpes “blandos” o institucionales, por la idiosincrasia del pueblo boliviano, una asamblea legislativa controlada por el M.A.S. y un poder judicial elegidos por las urnas, entonces se necesitó de un golpe violento.

El futuro de Bolivia podría estar marcado por el de Honduras: Golpe, Proscripción y Fraude. El golpe a Manuel Zelaya fue en 2009, luego su posterior proscripción e imposición del presidente de facto Roberto Micheletti. Al año se llevaron a cabo las primeras elecciones y asumió el presidente “democrático” Porfirio Lobo (2010-2014), luego Orlando Hernández (2014-2018) que va a por la reelección y asume un segundo mandato en 2018. En todas estas elecciones hubo fraude sin disimulo, con apoyo de la OEA. De esta forma le pusieron una fachada democrática a la dictadura hasta el día de hoy. Estas presidencias cargan en sus espaldas miles de detenidos, asesinados, desaparecidos, torturas, heridos, represión y exiliados.

¿Qué le dejaron a Honduras los golpistas?

De Honduras salió el 13 de Octubre del 2018 las famosa “caravana de migrantes”, que partió con 1000 personas, a la que se fueron sumando personas en distintos puntos de El Salvador y Guatemala. Su tamaño llegó a 7000, la más grande jamás registrada con el objetivo de llegar a EEUU caminando.

Las y los bolivianos sabemos muy bien lo que es ser migrante por las políticas neoliberales y los golpes de estado. Pero la situación de estas “caravanas” es muy distinta. De Honduras salieron miles de personas con lo puesto, caminando, cruzaron ríos, con lluvia, sol, frio, durmieron en albergues improvisados, carpas en las calles, etc. Algunos murieron, otros se enfermaron y otro tantos cayeron en redes de trata.

Los indicadores sociales del país, pobreza, desigualdad, etc., están entre los más altos del continente. A consecuencia, se dispararon los niveles de violencia, narcotráfico, grupos paramilitares, asesinato de dirigentes. Un caso emblemático fue el asesinato de la líder indígena Berta Cáceres que tenía medidas cautelares de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

EEUU que ejecutó el golpe en Honduras, militarizó la frontera y las cerró para los migrantes. El presidente de Honduras se refirió a ellos como “grupos financiados por Nicolás Maduro” para desprestigiar su gestión.

Plurinacional
Añez promulga la ley de elecciones y dice que implica la ‘segunda pacificación’ del país

En un acto breve en el Palacio de Gobierno, la presidenta Jeanine Áñez promulgó la ley que fija elecciones hasta el 18 de octubre. En su discurso de ocasión, afirmó que el acto implica “una segunda pacificación” del país.

Recordó que firmó dos veces una ley referida a las elecciones de este año, “la segunda pacificación” del país. “La clave de ambos es muy simple: es la voluntad del pueblo de convivir en paz y armonía”, señaló la mandataria.

La Ley de Postergación de Elecciones Generales 2020 fue sancionada este jueves con premura en la Asamblea Legislativa, cuyas autoridades consideraron que se trata de una norma que pretende aportar con un granito de arena a la solución de los conflictos en el país.

Sancionada la ley, la Central Obrera Boliviana (COB) y el Pacto de Unidad, que propician un bloqueo de carreteras desde el 3 de agosto contra la postergación de elecciones para el 18 de octubre dispuesta por el Tribunal Supremo Electoral (TSE), consideraron que la ley, si consenso con los trabajadores en conflicto, es un acto de traición.

El secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi, dijo que tanto la Asamblea Legislativa como el TSE no atendieron su propuesta de elecciones el 11 de octubre. “Ellos han cerrado (la ley) sin concertar, y eso se llama traición, esa traición va a juzgarla el pueblo”, afirmó minutos después de la sanción de ley.

Sancionada la ley, la jefa de bancada del Movimiento Al Socialismo (MAS), Betty Yañíquez, afirmó que está en manos del TSE resolver el conflicto con los movimientos sociales. “Hemos cumplido con nuestra responsabilidad” de sancionar la ley, dijo.

En alusión a las medidas de presión, Áñez consideró que promulgada la ley no hay razón para los bloqueos. “Los bolivianos, más allá de nuestras diferencias, preferimos la democracia a la dictadura, el diálogo al bloqueo”, señaló en el Palacio de Gobierno.

“Queremos la vida antes que la guerra, por eso queremos que pase el oxígeno”, insistió.

Y, por último, dijo que los bolivianos tienen “metas comunes, que ahora son la salud y la economía”.

La consolidación de las elecciones tropieza desde antes del 3 de mayo, la fecha inicial, debido a la declaratoria de la cuarentena debido a la irrupción del nuevo coronavirus. Sin consenso más que el interés del MAS, la Asamblea Legislativa, con la firma de su titular en ejercicio Eva Copa, promulgó la Ley 1297, que fijó un rango de fechas para los comicios hasta el 2 de agosto.

La norma, que no quiso firmarla Áñez, incluso fue denunciada ante el Tribunal Constitucional.

Más tarde, el TSE acordó con las fuerzas políticas, con respaldo de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), la Unión Europea (UE) y la Iglesia Católica, el 6 de septiembre como fecha de la votación. La ley, 1304, fue sancionada por la Asamblea Legislativa y firmada apenas por Áñez, quien consideraba no prudente llevar elecciones en esa fecha debido a los picos de contagio de COVID-19.

Finalmente, por iniciativa propia y sin ningún consenso político, el TSE definió postergar las elecciones para el 18 de octubre, decisión que generó las protestas de la COB y el Pacto de Unidad que ahora sostienen un bloqueo de carreteras desde el 3 de agosto.

La Razón
COB y Pacto de Unidad consideran “traición” la ley de elecciones, dicen que se hizo a sus espaldas

La Central Obrera Boliviana (COB) y el Pacto de Unidad consideraron este jueves como una “traición” a la ley que se acordó entre políticos para hacer las elecciones hasta el 18 de octubre. Argumentaron que la norma se pactó a espaldas de las organizaciones y el pueblo movilizado.

“Hoy hemos sufrido una traición y eso tiene que conocer el pueblo, los movilizados, esta ley que jamás se ha consensuado con nosotros, que jamás se ha consensuado con el pueblo boliviano”, manifestó el ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi.

La ley en cuestión fue aprobada gracias al acuerdo las tres bancadas: MAS, UD y PDC, con el objeto de garantizar una fecha de elecciones improrrogable y pacificar el país.

Huarachi criticó el “acuerdo” político y reiteró que los dirigentes no fueron parte del mismo.

“Las tres bancadas se han puesto de acuerdo para proyectar esta ley a espaldas de la COB, del Pacto de Unidad, del pueblo boliviano movilizado y esto es una traición, una traición al pueblo”, recalcó.

El titular de la COB recordó que las organizaciones siempre estuvieron dispuestas a dialogar y hasta habían realizado una última propuesta para realizar las elecciones el 11 de octubre.

Aseveró que la COB y el Pacto de Unidad están unidos, pero advirtió que se debe identificar los “traidores” que realizaron el acuerdo a espalda de los trabajadores.

Lamentó que el conflicto se haya enfocado en el tema electoral, cuando la movilización de la Central Obrera tenía un carácter reivindicativo por temas como la salud, empleo y educación.

El ejecutivo de los interculturales, Henry Nina, dijo que las organizaciones deslindan responsabilidad sobre esa ley, puesto que no firmaron parte de ese acuerdo.

Respecto a las movilizaciones, dijo que dejarán a criterio de las bases las decisiones a tomar.

De parte de la Confederación de Campesinos, el dirigente Juan Villca ratificó que la norma se acordó a espaldas del pueblo, “debajo de la mesa” y que no representa su sentimiento. Comparó el acuerdo del

MAS, UD y PDC con los convenios políticos que existían en tiempos de partidos tradicionales.

Entretanto, la ejecutiva de “Bartolinas”, Segundina Flores, expresó sus reproches a la clase media e intelectuales que dirigieron al “proceso de cambio” y al MAS. Criticó la conducción que hicieron del partido y, además, acusó a quienes rodean a Evo Morales de llevar al movimiento hacia un “mal camino”.

Aseguró que mientras las organizaciones mantuvieron la unidad, incluso después de los sucesos de 2019, que calificó como “golpe”, las clases medias del MAS siguen actuando a costilla suya y usando a Evo Morales.



Erbol
Para el TSE, las elecciones del 18 de octubre son ‘definitivas, inamovibles e impostergables’

Para el TSE, las elecciones del 18 de octubre son ‘definitivas, inamovibles e impostergables’

Salvador Romero considera que “progresivamente las movilizaciones irán cediendo y se sembrará la paz” en el país. La COB rechazó la Ley 1315.

El Tribunal Supremo Electoral (TSE) ratificó que las elecciones generales se llevarán a cabo el domingo 18 de octubre, fecha que será “definitiva, inamovible e impostergable”, según lo anunció el presidente del organismo electoral, Salvador Romero.

La posición del TSE se conoció horas después de que la Asamblea Legislativa sancionara la ley y que ésta fuera promulgada por la presidenta candidata Jeanine Áñez.

“Hoy Bolivia tiene certeza; el Tribunal Electoral aprobó por unanimidad la resolución 205/2020 que confirma y establece al domingo 18 de octubre de 2020 como fecha definitiva, inamovible e impostergable de la jornada electoral», afirmó Romero en conferencia de prensa la noche de este jueves.

La ley promulgada “transmite un mensaje político fuerte porque fue aprobada de manera unánime por las bancadas” de la Asamblea Legislativa, dijo el vocal, quien destacó la apertura del TSE al diálogo, que permitió precisamente blindar la postergación que dispuso a través de una ley.




La Cámara de Diputados sancionó la ley cuyo límite de elecciones señala hasta el domingo 18 de octubre. El miércoles, en un intento de abrirse al diálogo, la Central Obrera Boliviana (COB) y el Pacto de Unidad, que reúne a cinco confederaciones, propuso elecciones para una semana antes de la fecha prevista, para el 11 de octubre.

Molesto con las decisiones de este jueves, el secretario ejecutivo de la COB, Juan Carlos Huarachi, consideró como una traición la sanción de la ley y rechazó la fecha.

Entretanto, la presidenta Jeanine Áñez consideró que la ley que promulgó por iniciativa de la Asamblea Legislativa implica una “segunda pacificación” del país, en referencia a la resolución de la crisis política y social de noviembre, tras la renuncia de Evo Morales, a través de una represión militar-policial que terminó con una treintena de fallecidos en Sacaba (Cochabamba) y Senkata (El Alto).

Romero consideró que el 18 de octubre «no es una fecha ideal o escogida por una candidatura, fuerza política, social o regional, sino debe ser aquella fecha en la que todos los ciudadanos estemos de acuerdo junto los actores políticos».

Consideró que una vez que fue promulgada la ley de elecciones en esa fecha “progresivamente las movilizaciones irán cediendo y se sembrará la paz como queremos todos”.

“El objetivo es común: elecciones confiables y en un plazo cercano», dijo Romero.

La COB y el Pacto de Unidad protestan porque consideran que la fecha fue elegida por el TSE sin una ley que la avale. Ahora, la Ley 1315 homologa la fecha de comicios.

La Razón