21 jun 2024

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Alianza de Rusia y Norcorea socava la hegemonía de EEUU en Asia

Isabella Arria
On Jun 20, 2024







La firma de un acuerdo estratégico entre Rusia y Corea del Norte, con un importante y novedoso componente militar, disparó las alarmas en Occidente y el Lejano Oriente, mientras se expande la dimensión internacional de la guerra de Ucrania y refuerza la presencia rusa en la región Asia Pacífico.

En su primera visita a Corea del Norte en 24 años , el presidente ruso Vladímir Putin, selló el acuerdo el líder norcoreano, Kim Jong-un que prevé, entre otras cosas, asistencia mutua en caso de agresión contra una de las partes de este acuerdo. Putin acababa de asumir su cargo como presidente cuando viajó por primera vez a Corea del Norte, en julio del año 2000, cuando gobernaba Kim Jong-il, padre del actual mandatario norcoreano, quien falleció en 2011.

Desde entonces las relaciones entre los dos países estuvieron tranquilas y no preocuparon ni a los chinos, que conservaban el monopolio de los lazos de seguridad y alimentación con el régimen norcoreano, ni a los estadounidenses, que con el expresidente Donald Trump llegaron a celebrar algunas cumbres entre los dos líderes. Aunque si preocuparon a Corea del Sur y Japón, para quienes este acercamiento se concretó gracias a la guerra en Ucrania y los alineamientos consiguientes.

Para los analistas europeos, Corea del Norte, condenado por décadas al ostracismo mundial, se ha convertido no solo en el principal suministrador externo de munición de artillería y misiles para Rusia en la guerra en Ucrania, sino que puede ser palanca para que Moscú lance una de sus impredecibles «respuestas asimétricas» a la ayuda con dinero y armas que Occidente está prestando a Kiev en esa contienda en suelo europeo.


Además del tema de seguridad, los dos líderes abordaron la posibilidad de crear un «sistema comercial y de pagos recíprocos» que esquivara las normas económicas mundiales impuestas por Occidente. Putin criticó las presiones de Occidente, especialmente de Estados Unidos, a los países que no aceptan el sistema capitalista occidental. Esa red de pagos independiente intentará evadir las sanciones para «hacer las relaciones internacionales más democráticas y flexibles».

El nuevo tratado de asociación integral sustituye a los que habían firmado Moscú y Pyongyang en 1961, 2000 y 2001. Según el asesor del Kremlin en política internacional Yuri Ushakov, este acuerdo «no tendrá ningún carácter de confrontación, no estará dirigido contra ningún país y estará orientado a garantizar una mayor estabilidad en la región de Asia Nororiental».

Ushakov subrayó que se trata de amoldar las relaciones entre los dos países a los cambios ocurridos en el panorama geopolítico internacional, especialmente tras la invasión rusa de Ucrania, respaldada desde el primer momento por Corea del Norte.

En este viaje de Putin ha quedado evidente que el mapa trazado por la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), con Estados Unidos al frente, para el este de Asia y el Pacífico Occidental en las últimas dos cumbres de la Alianza, en Vilna y Madrid, está ya caduco.

Putin movió el tablero geopolítico

Putin movió el tablero. Si hasta ahora el principal desafío para Washington y su hegemonismo en la región de Asia Pacífico, donde cuenta con el hasta ahora irrestricto respaldo de la OTAN y sus aliados asiáticos, Japón y Corea del Sur, era China, ahora, con la alianza estratégica entre Corea del Norte y Rusia se abre otro frente de confrontación geopolítica.

Mientras, la asociación entre Rusia y China marcha muy bien: el petróleo y el gas rusos fluyen hacia China y desde 
este país se envían a Rusia los componentes electrónicos de doble uso que, según Occidente, están siendo utilizados para la fabricación rusa de misiles y otras armas empleadas en las batallas en Ucrania.



Putin puso a Corea del Norte nuevamente en el tablero geopolítico: el solo hecho de que Putin, enfrentado a todo Occidente por su invasión a Ucrania, esté apoyando a Corea del Norte, le da a este país un nuevo estatus y una importancia en la geopolítica mundial. Lo que menos le convenía a Occidente y a Japón y Corea del Sur es que ahora esas amistades peligrosas se convirtieran en una amenaza regional y mundial de manos de esos indudables vínculos militares.

Armas a Rusia


Las declaraciones de Putin en Pyongyang no dejaron lugar a dudas: el documento firmado por los dos líderes Pyongyang, incluye una cláusula de defensa mutua que contempla «la asistencia en caso de que uno de los dos países resulte agredido». Es un reconocimiento internacional de facto al suministro por Corea del Norte de armas a Rusia, que ha permitido mantener la iniciativa a su ejército en todo el frente ucraniano.

El ministro de Defensa de Corea del Sur, Shin Won-shik, señaló a la prensa estadounidense que los servicios de inteligencia militar surcoreanos han detectado al menos 10.000 contenedores norcoreanos enviados a Rusia, lo que supondría al menos 4,8 millones de proyectiles de artillería para ser –potencialmente- utilizadas en Ucrania. La Casa Blanca ha cifrado en 11.000 los contenedores de munición enviados ya desde Corea del Norte a Rusia.


Shin agregó que Corea del Norte ha enviado además «docenas de misiles balísticos» a Rusia. The New York Times señaló que se han encontrado fragmentos del misil balístico de corto alcance norcoreano Hwasong-11A después de los ataques aéreos rusos contra ciudades ucranianas, especialmente en Járkov.

La prensa estadounidense señala asimismo que Corea del Norte también podría estar suministrando a Rusia munición antitanque y misiles portátiles tierra-aire, así como lanzacohetes y morteros. Añade que a cambio de este armamento, Rusia habría entregado a Corea del Norte tecnología para desplegar una red de satélites espías, carros de combate y aviones, las que violarían las sanciones establecidas por Naciones Unidas contra Corea del Norte.

Hace unos meses, los medios rusos hablaron de la posibilidad de que Rusia desplegara cientos de miles de soldados norcoreanos en Ucrania si al presidente francés, Emmanuel Macron, se le ocurría poner en práctica su sugerencia de mandar tropas europeas al frente o a la retaguardia ucraniana.

El asistente de la Presidencia ucraniana, Mykhailo Podolyak dijo que ese acuerdo de asociación anula unilateralmente las sanciones y restricciones impuestas a Corea del Norte por la comunidad internacional y denunció la «absoluta incapacidad» de las sanciones internacionales para doblegar a Corea del Norte y Rusia, que, con esta nueva alianza, podrán abrir canales de intercambio bilateral intocables.

La OTAN preocupada

Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, mostró también su preocupación por el acuerdo entre Rusia y Corea del Norte, y asoció esta nueva asociación a las que el Kremlin mantiene con China o Irán, países que, según el político noruego, apuestan por la caída de la Alianza Atlántica.



Indicó que este acuerdo y el apoyo chino a la economía rusa, evadiendo las sanciones occidentales, muestra cómo están ligados los intereses europeos a Asia. Stoltenberg adelantó que en la cumbre de la OTAN en Washington en julio se abordará el fortalecimiento de las relaciones de la Alianza con los países aliados de la región, esto es, Australia, Nueva Zelanda, Japón y Corea del Sur.

Y lanzó una grave acusación contra China: «No puede mantener relaciones comerciales normales con países de Europa y al mismo tiempo alimentar la mayor guerra que hemos visto en Europa desde la Segunda Guerra Mundial». «Continuar como lo hacemos hoy, no es viable», dijo Stoltenberg obviando los más de 100.000 millones de euros que los países de la Alianza han entregado ya a Ucrania para que combata a los rusos, en armas y en asistencia económica.

Si el principal desafío para Estados Unidos y su hegemonismo en la región de Asia Pacífico —respaldada por la OTAN y sus aliados asiáticos, Japón y Corea del Sur—, era China, ahora, con la alianza estratégica entre Corea del Norte y Rusia se abre otro frente de confrontación geopolítica.

*Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)