Isabella Arria
On Jun 24, 2024
Hungría está asumiendo por seis meses el Consejo rotatorio de la presidencia de la Unión Europea (UE), con posibles implicaciones para Ucrania y la política climática, bajo el slogan oficial Make Europe Greeat Again (MEGA, «Hacer que Europa vuelva a ser grande») lanzado por su ultraderechista presidente Víctor Orbán.
Mientras Francia e Inglaterra se preparan para unos explosivos comicios, Europa intenta metabolizar los resultados de las recientes elecciones parlamentarias donde se verificó un tan evidente como preocupante crecimiento de las ultraderechas.
Mientras Francia e Inglaterra se preparan para unos explosivos comicios, Europa intenta metabolizar los resultados de las recientes elecciones parlamentarias donde se verificó un tan evidente como preocupante crecimiento de las ultraderechas.
«Hacer que Europa vuelva a ser grande», tiene clara referencia al eslogan de Trump «Hacer que EEUU vuelva a ser grande» (Make America Great Again, MAGA). Las relaciones UE-EE.UU cayeron en picada durante la presidencia de Donald Trump, (2017 a 2021) y hay muchos temores en Europa por su eventual retorno al poder.
«En realidad muestra… la expectativa de que juntos deberíamos ser más fuertes que individualmente, pero que se nos debería permitir seguir siendo quienes somos cuando nos unimos», dijo el canciller húngaro Janos Boka en referencia al eslogan de Hungría.
Viktor Orban, primer ministro húngaro, ultranacionalista y populista, aliado cercano del expresidente estadounidense Donald Trump, es el líder euroescéptico más franco de la Unión Europea. Su gobierno chocó en la última década con funcionarios de la UE y de algunos estados miembros, por el retroceso democrático interno, la migracion y el apoyo militar del bloque a Ucrania.
Hungría ha utilizado frecuentemente su veto en votaciones clave, paralizando políticas cuando todos los demás estaban listos para proceder. Inicialmente se le retuvieron miles de millones de euros de fondos de la UE debido a violaciones de la democracia y el Estado de derecho, y una semana atrás, fue multada con 200 millones de dólares por violar la ley de asilo de la Unión Europea.
«En realidad muestra… la expectativa de que juntos deberíamos ser más fuertes que individualmente, pero que se nos debería permitir seguir siendo quienes somos cuando nos unimos», dijo el canciller húngaro Janos Boka en referencia al eslogan de Hungría.
Viktor Orban, primer ministro húngaro, ultranacionalista y populista, aliado cercano del expresidente estadounidense Donald Trump, es el líder euroescéptico más franco de la Unión Europea. Su gobierno chocó en la última década con funcionarios de la UE y de algunos estados miembros, por el retroceso democrático interno, la migracion y el apoyo militar del bloque a Ucrania.
Hungría ha utilizado frecuentemente su veto en votaciones clave, paralizando políticas cuando todos los demás estaban listos para proceder. Inicialmente se le retuvieron miles de millones de euros de fondos de la UE debido a violaciones de la democracia y el Estado de derecho, y una semana atrás, fue multada con 200 millones de dólares por violar la ley de asilo de la Unión Europea.
Una mayoría de legisladores de la UE aprobó una resolución preguntando «cómo podrá Hungría cumplir de manera creíble esta tarea en 2024, en vista de su incumplimiento de la legislación de la UE», pero esta objeción no vinculante nunca llegó a ninguna parte.
El canciller Janos Boka dijo que Hungría se esforzará durante su mandato por impulsar la competitividad económica de la UE, reforzar la política de defensa, luchar por una «política de ampliación consistente y basada en el mérito» y detener la migración ilegal con fronteras más estrechas y deportaciones más eficientes en cooperación con países no pertenecientes a la UE. .
Además, intentaría remodelar el Fondo de Cohesión, que busca cerrar las brechas entre las regiones más ricas y más pobres, impulsar una «política agrícola de la UE orientada a los agricultores», teniendo en cuenta las protestas contra las medidas climáticas de la UE, y abordar los desafíos demográficos.
El canciller Janos Boka dijo que Hungría se esforzará durante su mandato por impulsar la competitividad económica de la UE, reforzar la política de defensa, luchar por una «política de ampliación consistente y basada en el mérito» y detener la migración ilegal con fronteras más estrechas y deportaciones más eficientes en cooperación con países no pertenecientes a la UE. .
Además, intentaría remodelar el Fondo de Cohesión, que busca cerrar las brechas entre las regiones más ricas y más pobres, impulsar una «política agrícola de la UE orientada a los agricultores», teniendo en cuenta las protestas contra las medidas climáticas de la UE, y abordar los desafíos demográficos.
Soberanismo papanatas
Pascal Lamy, ex titular de la Organización Mundial del Comercio (OMC), celebró “el fin del soberanismo papanatas”, en referencia a la conversión de los ultranacionalistas como Le Pen, Meloni o incluso Orbán, que antes abogaban por la salida de la entidad multinacional y hoy se han asimilado. El filósofo esloveno Slavoj Žižek enfatizó que el dato relevante es la “normalización” de un neofascismo que hasta hace poco era considerado tóxico por la mayoría del sistema político.
“La división política ya no es entre la derecha moderada y la izquierda moderada, sino entre la derecha convencional, encarnada por el Partido Popular Europeo (que incluye a demócratas cristianos, conservadores liberales y conservadores tradicionales) y la derecha neofascista representada por Le Pen, Meloni, AfD y otros”, añadió el esloveno.
Pero no todo le sonríe a Orban. El l9 de junio se produjo la sorpresiva victoria de Péter Magyar y su nuevo partido Tisza en las elecciones europeas (29.5% de los votos), antes cercano a las altas esferas del poder y ahora convertido en renegado, confirmando su espectacular entrada en la política húngara y erigiéndose en el principal adversario de Viktor Orbán de cara a las elecciones legislativas de 2026.
Pascal Lamy, ex titular de la Organización Mundial del Comercio (OMC), celebró “el fin del soberanismo papanatas”, en referencia a la conversión de los ultranacionalistas como Le Pen, Meloni o incluso Orbán, que antes abogaban por la salida de la entidad multinacional y hoy se han asimilado. El filósofo esloveno Slavoj Žižek enfatizó que el dato relevante es la “normalización” de un neofascismo que hasta hace poco era considerado tóxico por la mayoría del sistema político.
“La división política ya no es entre la derecha moderada y la izquierda moderada, sino entre la derecha convencional, encarnada por el Partido Popular Europeo (que incluye a demócratas cristianos, conservadores liberales y conservadores tradicionales) y la derecha neofascista representada por Le Pen, Meloni, AfD y otros”, añadió el esloveno.
Pero no todo le sonríe a Orban. El l9 de junio se produjo la sorpresiva victoria de Péter Magyar y su nuevo partido Tisza en las elecciones europeas (29.5% de los votos), antes cercano a las altas esferas del poder y ahora convertido en renegado, confirmando su espectacular entrada en la política húngara y erigiéndose en el principal adversario de Viktor Orbán de cara a las elecciones legislativas de 2026.
Sobre el papel, sin embargo, la victoria fue para el Fidesz de Orbán, que ganó con el 44,6% de los votos y once de 21 diputados. A Orbán le gusta pensar que se trata del «récord en Europa», pero en la práctica, el resultado se vive como un fracaso.
En este contexto polémico, Orban lanzó la MEGA provocación que guiará su semestre al frente de la Unión. El Grand Continent, habla de “El fin de la soberanía papanatas”. Señala que Orbán fue el hombre que hizo bascular a la extrema derecha de los posicionamientos antieuropeos del soberanismo papanatas: «salir de Europa, fuera Europa, viva la nación», a: «Nuestro objetivo es participar en el poder europeo, ejercer el poder europeo, y lo haremos desde dentro, en lugar de pretender que tenemos que estar fuera»,
El crecimiento de las fuerzas a la derecha del Partido Popular Europeo va acompañado de su paradójica conversión a la Unión: fue cuando RN parece abandonar el Brexit cuando obtiene su mejor resultado en las elecciones europeas, mientras que las fuerzas que mantienen en su programa la salida del euro y de la Unión acumularon menos del 3% de los votos.
Esta es la nueva situación política. Una parte de la extrema derecha europea intentará influir en el ejercicio del poder europeo tratando de penetrar en él mediante alianzas parlamentarias o nombramientos en la Comisión Europea.
*Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)