20 MAY, 2016
La figura del nuevo secretario general de la Organización de Estados Americanos está permeada por un pragmatismo extremo que procede de una carrera diplomática de casi treinta años. Y aunque parezca un contrasentido, lo cierto es que este pragmatismo es lo que le ha llevado a convertirse en la punta de lanza en los ataques contra el Gobierno de Venezuela, quién sabe si en un intento de posicionarse como una de las nuevas caras de un social-liberalismo amable en el cálculo de que la restauración conservadora en Latinoamérica resultara triunfante.
La figura del nuevo secretario general de la Organización de Estados Americanos está permeada por un pragmatismo extremo que procede de una carrera diplomática de casi treinta años. Y aunque parezca un contrasentido, lo cierto es que este pragmatismo es lo que le ha llevado a convertirse en la punta de lanza en los ataques contra el Gobierno de Venezuela, quién sabe si en un intento de posicionarse como una de las nuevas caras de un social-liberalismo amable en el cálculo de que la restauración conservadora en Latinoamérica resultara triunfante.