21 nov 2011

Leyendas del fracaso del euro

PAUL KRUGMAN
DESDE NUEVA YORK



Así es como acaba el euro: no con un boom, sino con un bunga bunga. Hace no mucho, los dirigentes europeos insistían en que Grecia podía y debía permanecer en el euro mientras pagase sus deudas del todo. Ahora, con Italia despeñándose, resulta difícil ver cómo puede sobrevivir siquiera el euro.



Pero ¿cuál es el significado de la euro debacle? Como siempre pasa cuando se producen los desastres, los ideólogos se apresuran a afirmar que el desastre confirma sus opiniones. Así que es hora de empezar a desacreditarlos.



Empecemos por lo primero: el intento de crear una moneda común europea fue una de esas ideas que traspasan las fronteras ideológicas habituales. Fue aclamado por la derecha estadounidense, que lo veía como la mejor alternativa al regreso del patrón oro, y por la izquierda británica, que lo veía como un gran paso hacia una Europa socialdemócrata. Pero los conservadores británicos, que también lo veían como un paso hacia una Europa socialdemócrata, se opusieron. Y fue cuestionado por los progresistas estadounidenses, a quienes les preocupaba -con razón, diría yo (pero qué otra cosa iba a decir, ¿no?)- lo que pasaría si los países no pudiesen usar la política monetaria y fiscal para combatir las recesiones.



Así que ahora que el proyecto del euro se está yendo a pique, ¿qué lecciones podemos extraer de ello?



He estado escuchando dos afirmaciones, ambas falsas: que los males de Europa reflejan el fracaso de los Estados de bienestar en general y que la crisis de Europa justifica una austeridad fiscal inmediata en Estados Unidos.



La afirmación de que la crisis de Europa demuestra que el Estado de bienestar no funciona proviene de muchos republicanos. Por ejemplo, Mitt Romney ha acusado al presidente Obama de inspirarse en los "demócratas socialistas" europeos y ha declarado que "Europa no está funcionando en Europa". La idea, se supone, es que los países en crisis tienen problemas porque están siendo aplastados por la carga del elevado gasto público. Pero los hechos dicen otra cosa.



Es cierto que todos los países europeos tienen prestaciones sociales más generosas -entre ellas, la asistencia sanitaria universal- y un gasto público más elevado que los de Estados Unidos. Pero los países que están ahora en crisis no tienen Estados de bienestar más grandes que los de los países a los que les va bien (en todo caso, la correlación es la contraria). Suecia, con sus beneficios célebremente generosos, muestra unos resultados estelares; es uno de los pocos países cuyo PIB es más alto ahora que antes de la crisis. Por otro lado, antes de la crisis, el gasto en programas de bienestar social expresado como porcentaje de la renta nacional era más bajo en todos los países ahora en apuros que en Alemania, por no hablar de Suecia.



Ah, y Canadá, que tiene asistencia sanitaria universal y una ayuda para los pobres mucho más generosa que la de Estados Unidos, ha capeado el temporal de la crisis mejor que nosotros.



La crisis del euro, por tanto, no dice nada sobre la sostenibilidad del Estado de bienestar. ¿Pero supone un argumento a favor de apretarse el cinturón cuando la economía está deprimida?



Escuchamos esa afirmación continuamente. Estados Unidos, nos dicen, haría bien en recortar drásticamente el gasto ya mismo o terminaremos como Grecia o Italia. Una vez más, sin embargo, los hechos cuentan una historia diferente.



Primero, si analizamos el mundo en general, vemos que el gran factor determinante de los tipos de interés no es la magnitud de la deuda pública, sino si un Gobierno obtiene préstamos en su propia moneda. Japón está mucho más profundamente endeudado que Italia, pero el tipo de interés de los bonos japoneses a largo plazo es solo de alrededor del 1%, frente al 7% de Italia. Las perspectivas fiscales del Reino Unido parecen peores que las de España, pero el Reino Unido puede adquirir préstamos a poco más del 2%, mientras que España está pagando casi un 6%.



Resulta que lo que ha pasado es que, al adoptar el euro, España e Italia se han rebajado en la práctica a la categoría de países tercermundistas que tienen que solicitar préstamos en monedas de otros, con toda la pérdida de flexibilidad que ello conlleva. En particular, como los países de la eurozona no pueden imprimir dinero ni siquiera en caso de emergencia, están sujetos a interrupciones de la financiación de un modo en que no lo están los países que han conservado su moneda. Y la consecuencia es la que estamos viendo ahora mismo: Estados Unidos, que obtiene préstamos en dólares, no tiene ese problema.



La otra cosa que tienen que saber es que, frente a la actual crisis, la austeridad ha sido un fracaso en todos los lugares donde se ha probado: ningún país con deudas importantes ha conseguido congraciarse con los mercados financieros haciendo recortes drásticos. Por ejemplo, Irlanda es la niña aplicada de Europa, al haber respondido a sus problemas de deuda con una austeridad salvaje que ha disparado la tasa de paro hasta el 14%. Pero el tipo de interés de los bonos irlandeses sigue estando por encima del 8% (peor que el de Italia).



La moraleja de la historia, por tanto, es que hay que desconfiar de los ideólogos que intentan apropiarse de la crisis europea en beneficio de sus programas. Si escuchamos a esos ideólogos, todo lo que conseguiremos es que nuestros problemas -que son diferentes de los de Europa, pero posiblemente igual de graves- empeoren aún más. THE NEW YORK TIMES

20 nov 2011

ALEMANIA Y LA CRISIS EUROPEA

En la crisis de la deuda fija las pautas e impone la austeridad: Alemania manda


Fuerza. Tiene el nivel de desempleo más bajo en 21 años, su economía crece 2,5% más que en 2010 y la recaudación impositiva supera la previsión oficial
Alentador. Creció dos veces más que la economía italiana y su deuda es el 85% del PIB


BERLÍN
THE NEW YORK TIMES



A lo largo de la crisis en la eurozona, a medida que los gobiernos caen, el peso de la deuda se ha incrementado y las economías se han estancado o contraído, Alemania se ha mantenido por encima del conflicto. Mientras su economía ha continuado bien, sus líderes han insistido sin vacilaciones que, para los deudores, el camino hacia la redención se encuentra en la austeridad y en el sufrimiento.



Cuando la canciller Angela Merkel, el lunes último, describió la crisis de la deuda como "las horas más difíciles desde la II Guerra Mundial" para Europa, describía una situación, respecto de la cual la mayoría de los alemanes solo leyó en los diarios o vio por televisión. El martes último, la economía de Alemania volvió a sorprender a los expertos al crecer de manera inesperada un saludable 0,5% en el tercer trimestre y 2,5% más que el año anterior.



Mientras había señales ominosas de que el enlentecimiento de Europa también golpearía a Alemania, la economía más grande del continente, -resultó especialmente preocupante la caída aguda de la producción industrial, en septiembre-, el dolor que han sentido los socios de la eurozona, todavía no llegó a Alemania. Los consumidores germanos siguen gastando libremente, y el desempleo se situó en su nivel más bajo desde la reunificación del país hace más de dos décadas y continuó disminuyendo en octubre. La recaudación impositiva, de manera consistente, superó las proyecciones del gobierno, al extremo que la coalición política de Merkel tiene planes para recortar impuestos por más de US$ 8.000 millones.



En un giro ampliamente destacado sobre las sorpresas contables que ayudaron a encubrir las deudas griegas, Alemania descubrió, en fecha reciente, su propio error en los balances; sus obligaciones eran US$ 76.000 millones menores a los que se pensó previamente.



La continúa prosperidad de Alemania ha ayudado a alimentar la ira en países como Grecia y España contra los que se ve de manera creciente como la dura dominación germana. Cada vez más, Alemania es situado en el papel de villano, ya sea por los manifestantes en las calles de Atenas, Grecia, o políticos exasperados en los corredores de la reciente reunión del Grupo de los 20, realizada en Cannes, Francia.



"Los alemanes, con frecuencia, no aprecian lo suficiente cuán desgarradores son los cambios económicos que ellos recetan", dijo Philip Whyte, uno de los principales investigadores del Centro para la Reforma Europea, con sede en Londres.



DIFERENCIA. Whyte sostuvo que Alemania estaba intentando rehacer a Europa siguiendo su modelo económico competitivo impulsado por las exportaciones, sin comprender la conexión entre su éxito y el endeudamiento externo de países como Grecia, los cuales durante años utilizaron fondos prestados para adquirir bienes alemanes. "No todos pueden ser como Alemania", indicó Whyte. "El mundo en su totalidad no tiene comercio con la Luna".



Los socios europeos han tomado nota de la creciente división entre su lucha y la fortaleza de Alemania, y cómo los líderes alemanes han resistido las medidas agresivas del Banco Central Europeo que podrían haber provisto cierto alivio, aunque también pueden suscitar lo que para los alemanes es el profundo temor a la inflación.



Los griegos, en particular, se han mostrado furiosos ante las demandas de cambio dictadas por Alemania que se entrometen en su soberanía. Algunos manifestantes griegos han portado la bandera azul de la Unión Europea, con esvásticas amarillas en el centro, y comparan los acuerdos por la deuda con la ocupación de Grecia durante la II Guerra Mundial.



En otro punto, han surgido divergencias. Alemania no quiere que el Banco Central Europeo sea el prestamista de último recurso para países endeudamos mediante la compra activa de bonos.



Hasta ahora, Francia, Países Bajos y Austria han estado entre los aliados de Alemania en la crisis. Francia, impaciente por demostrar que el eje franco-alemán está prosperando, incluso ha respaldado la postura de Alemania con respecto a los préstamos del banco central. Sin embargo, el interrogante ahora radica en saber si otros países empezarán a resistirse a las prescripciones estratégicas de Alemania.



``Los alemanes han sido capaces de confiar en los franceses, los holandeses y los austriacos``, dijo Simon Tilford, el economista en jefe del Centro para la Reforma Europea en Londres. "Pero, si son arrastrados a esto y sus costos para pedir préstamos siguen aumentando, eso podría influir sobre si continúan o no apoyando a Alemania y la línea asumida sobre la crisis de la eurozona``.



PELIGROSO. El miércoles último, el gobierno de Francia mostró una clara señal de divergencia. Hizo un llamado al banco central para que contribuya a calmar la crisis mediante la adquisición de los bonos de Italia, Grecia y otros gobiernos cuyos costos para préstamos están subiendo.



"El papel del Banco Central Europeo (BCE) consiste en asegurar la estabilidad del euro, pero también la estabilidad financiera de Europa", destacó Valerie Pecresse, la ministra francesa del presupuesto.



Berlín teme que si se permite a los países que dependan del banco central, se volverían holgazanes con respecto al saneamiento de sus propias finanzas. Jens Weidmann, el presidente del Bundesbank alemán y un influyente miembro del consejo gobernante del BCE, dijo que sería ilegal usar el banco para resolver problemas del presupuesto gubernamental.



"Es peligrosa la creciente demanda que se está poniendo sobre la política monetaria", dijo Weidmann. "La política monetaria no puede y pudiera no resolver los problemas de solvencia de gobiernos y bancos", añadió.



Sin embargo, los analistas dicen que se está agotando rápidamente el tiempo para insistir en la ideología. Debido a que legisladores europeos aún no han puesto en marcha el principal fondo de rescate, prácticamente no existen otras herramientas aparte de la austeridad para reducir gradualmente deudas y déficits.



La crisis europea ha sido señalada como un símil de una obra moral -los pecadores sureños y los virtuosos norteños- aunque a veces en Alemania ha tomado la forma de una ópera de Wagner, con Alemania en el papel de dragón que custodia el tesoro de oro.



La semana pasada, Alemania fue inundada por informes de una propuesta que circuló en la reunión del Grupo de los 20, que podría haber permitido que el Fondo Monetario Internacional (FMI) retirara de las reservas de oro alemanas para robustecer la Facilidad Europea de Estabilidad Financiera (FEEF), que es el fondo de rescate europeo.



La censura fue rápida y demasiado dura para una sugerencia que básicamente estuvo condenada desde el comienzo. "Las reservas de oro alemanas deben seguri siendo intocables", dijo el ministro de Economía y vicecanciller, Philip Rossler.



Un dibujo humorístico en el diario Suddeutsche Zeitung mostró a tres hombres intentando violar la caja fuerte de un banco que decía: "Bundesbank: oro y reservas monetarias internacionales", en referencia al banco central germano.



El hombre enmascarado que asaltaba la caja fuerte con un taladro tenía en la espalda la sigla del BCE, en tanto el que colocaba los cartuchos de dinamita tenía la sifla del FMI. Sosteniendo la linterna estaba el presidente del Consejo Europeo, Herman Van Rompuy.



REFORMAS. Los principales dirigentes políticos defendieron la independencia del Bundesbank, pero también aprovecharon la oportunidad para hacer un llamado a Italia para que venda sus propias reservas de oro, que son las cuartas más grandes después de las de Estados Unidos, Alemania y el propio Fondo Monetario Internacional.



"Considero que un país debe hacer todo lo que esté en su poder para ayudarse a sí mismo", señaló Gunther Krichbaum, presidente de la Comisión de Asuntos Europeos del Parlamentó alemán, quien habló en favor de que Italia venda su oro para aliviar la deuda de US$ 2,6 billones. "En este aspecto, Italia está lejos de agotar sus opciones", sostuvo.



A medida que la salud general de la economía alemana y su posición fiscal amplían la brecha con la periferia pobre de Europa, los germanos tienen una respuesta pronta. Afirman que ya hicieron los cambios estructurales en las normas de la fuerza laboral y la reforma jubilatoria, que ahora recomiendan para los países de lento crecimiento y que, de paso, realmente paguen los impuestos. Por tanto, si los perezosos quieren el dinero alemán, tienen que jugar de acuerdo con las reglas alemanas.



"Creemos que este éxito obedece a que tenemos ciertos criterios en torno de los cuales organizamos nuestra política económica. Esos son los criterios que queremos que cumplan otros países si piden nuestro dinero", señaló Tanja A. Borzel, profesora de Política de la Unión Europea, en la Universidad Libre de Berlín. "Cuando está en juego el dinero de los contribuyentes, la gente tiene que opinar y si eventualmente tenemos que pagar por los pecados económicos de otros, al menos deben cambiar sus políticas, si los rescatamos".



Gunthram B. Wolff, subdirector de Bruegel, un centro de investigación con sede en Bruselas, indicó que Berlín jugó un papel más firme en la crisis europea, en parte, debido a que la Comisión Europea no desarrolló un papel tan activo como debió, especialmente ante el endeudamiento italiano. "El cambio de poder es claro", dijo Wolff. "Se ve que Alemania ha ganado poder".



La cifra

6,5% Es la tasa de desempleo que se registró en Alemania, en octubre de 2011. Por ejemplo, en España, es más de tres veces superior.



La cifra

100.000 Son los millones de dólares que suman las tenencias de bonos soberanos de Italia que tienen, en la actualidad, los bancos de Francia.



Crece temor por Francia y su sistema financiero

Primero fue Atenas. Después, Roma. ¿París puede ser la próxima? Mientras Italia ha reemplazado a Grecia como el foco de angustia ante la crisis de la deuda europea que empeora, los inversores muestran creciente preocupación por la perspectiva de Francia, cuyos bancos están entre los más grandes del mundo y estrechamente vinculados a sus contrapartes de Estados Unidos. Una medida crucial del sentimiento de los inversores -la diferencia entre lo que Francia paga para pedir prestado contra lo que Alemania paga- se ha duplicado desde comienzos de octubre, en tanto la semana pasada alcanzó la brecha más amplia desde la formación de la eurozona, en 1999.



El salto que tuvo, la semana pasada, el rendimiento de los bonos italianos a más del 7% (después bajó), en función de la preocupación sobre la capacidad de Roma de pedir financiamiento, recordó a los inversores cel monto de la deuda italiana que está en manos de los bancos franceses. Pero, los bancos de Francia también tienen un montón de bonos del gobierno de su país, cuyos rendimientos han crecido al ritmo de la preocupación de que las finanzas francesas están exigidas al máximo, a medida que paga una cuenta mas grande para ayudar a prevenir que la crisis envuelva a Italia.



Los bancos franceses también son más dependientes del financiamiento de corto plazo que sus rivales de otros países, lo que los hace vulnerables si los problemas de Italia crean un congelamiento de los mercados de crédito como ocurrió cuando la caída de Lehman Brothers.



Por el momento, la formación del nuevo gobierno interino en Italia y la designación de Mario Monti -ex comisionado europeo- como primer ministro, han reducido los temores. Los políticos, reguladores y banqueros franceses insisten en señalar que los problemas de Italia están contenidos y no afectarán a los bancos de Francia, que han recortado sus tenencias de deuda soberana italiana en los últimos meses.



Los bancos franceses y otros en el continente, tradicionalmente se han dirigido a los fondos de mercado monetario estadounidenses para financiar la brecha entre los depósitos que tienen y lo que deben. Si bien los bancos franceses han cortado los pedidos de financiamiento sustancialmente en los últimos meses, lo que piden todavía es enorme. A fines de octubre, los fondos de mercado monetario de Estados Unidos tenían US$ 84.000 millones de deuda francesa.



Las raíces de la exposición de Francia a los problemas de Italia se encuentran en la decisión de los bancos franceses de expandirse agresivamente, durante la última década, mediante la adquisición de bancos italianos y de operar grandes redes de sucursales.



Pero, la economía de Francia es mucho más saludable que la de Italia y contrariamente a ésta cuya deuda equivale al 120% del PIB, el ratio deuda-PIB de Francia se sitúa en un manejable 85%. La economía francesa también creció a una tasa casi el doble que la de Italia, durante la última década. THE NEW YORK TIMES

14 nov 2011

BOMBAS, PUENTES Y EMPLEO...

PAUL KRUGMAN
DESDE NUEVA YORK



Hace unos años, el representante Barney Frank acuñó una expresión acertada para muchos de sus compañeros: keynesianos armamentistas, definidos como aquellos que creen "que el Gobierno no crea puestos de trabajo cuando financia la construcción de puentes o investigaciones importantes o reconvierte a los trabajadores, pero cuando construye aviones que nunca van a usarse en un combate, eso es, por supuesto, la salvación económica". Ahora mismo, los keynesianos armamentistas se muestran enardecidos (lo que hace que éste sea un buen momento para ver lo que realmente está pasando en los debates sobre la política económica).



Lo que está haciendo saltar a los defensores de los grandes gastos militares es la proximidad del plazo tope para que el llamado súper comité acuerde un plan para la reducción del déficit. Si no se llega a ningún acuerdo, se supone que ese fracaso desencadenará recortes en el presupuesto de defensa.



Ante esta perspectiva, los republicanos -que normalmente insisten en que el Gobierno no puede crear empleo y que han defendido que la clave para la recuperación está en un gasto federal menor, no mayor- se han apresurado a oponerse a cualquier recorte en el gasto militar. ¿Por qué? Porque, según dicen, esos recortes destruirían empleo.



Por eso, el representante republicano por California Buck McKeon atacó en su día el plan de estímulo de Obama diciendo que "lo que California o este país necesita no es más gasto". Pero, hace dos semanas, McKeon -que ahora es el presidente del Comité de Servicios Armados de la Cámara- advertía en The Wall Street Journal que los recortes en Defensa que se prevé que se producirán si el súper comité no consigue llegar a un acuerdo, eliminarían puestos de trabajo y harían subir la tasa de paro.



¡Menuda hipocresía! ¿Pero qué hace que esta forma concreta de hipocresía sea tan imperecedera?



Empecemos por lo primero: el gasto militar sí crea empleo cuando la economía está deprimida. De hecho, muchas de las pruebas de que la economía keynesiana funciona provienen del seguimiento de los efectos de los rearmes del pasado. A algunos liberales no les gusta esta conclusión, pero la economía no es una cuestión de moralidad: el gasto en cosas que a uno no le gustan sigue siendo gasto, y más gasto crearía más empleo.



¿Pero por qué iba alguien a preferir gastar en destrucción que gastar en construcción, o fabricar armas que construir puentes?



El mismísimo John Maynard Keynes proponía una respuesta parcial hace 75 años, cuando se fijó en la curiosa "preferencia por formas completamente derrochadoras de gastar los préstamos en lugar de por formas parcialmente derrochadoras, las cuales, debido a que no son completamente derrochadoras, tienden a ser juzgadas según principios empresariales estrictos". Efectivamente. Gasten dinero en algún objetivo útil, como la promoción de las nuevas fuentes de energía, y la gente empezará a gritar: "¡Solyndra! ¡Despilfarro!". Gasten dinero en un sistema de armas que no necesitamos y esas voces se mantendrán calladas, porque nadie espera que los F-22 sean una buena propuesta de negocio.



Para abordar esta preferencia, Keynes propuso juguetonamente enterrar botellas llenas de dinero en minas abandonadas y dejar que el sector privado las desenterrase. En esa misma línea, yo insinuaba hace poco que una falsa amenaza de invasión alienígena que requiriese un enorme gasto antialienígena podría ser justo lo que necesitamos para volver a poner la economía en marcha.



Pero también hay motivos más siniestros tras el keynesianismo armamentista.



Por un lado, admitir que el gasto público en proyectos útiles puede crear empleo es admitir que dicho gasto puede, de hecho, ser bueno, que a veces el Gobierno es la solución, no el problema. El miedo a que los votantes puedan llegar a la misma conclusión es, diría yo, el principal motivo por el que la derecha siempre ha considerado la economía keynesiana una doctrina de izquierdas, cuando en realidad no lo es en absoluto. Sin embargo, el gasto en proyectos inútiles o, aún mejor, destructivos, no les plantea a los conservadores el mismo problema.



Aparte de eso, hay un argumento defendido hace mucho tiempo por el economista polaco Michael Kalecki: admitir que el Gobierno puede crear empleo equivale a empequeñecer la supuesta importancia de la confianza empresarial.



Los llamamientos a la confianza siempre han sido un punto de debate clave para quienes se oponen a los impuestos y la regulación; las quejas de Wall Street respecto al presidente Barack Obama forman parte de una larga tradición en la que los empresarios adinerados y sus relaciones públicas sostienen que cualquier indicio de populismo por parte de los políticos molestará a las personas como ellos y que esto es malo para la economía. Sin embargo, una vez que uno reconoce que el Gobierno puede intervenir directamente para crear empleo, esa queja pierde mucha de su fuerza persuasiva, de modo que la economía keynesiana debe rechazarse, excepto en aquellos casos en los que se utilice para defender contratos lucrativos.



Así que me alegro del repentino auge del keynesianismo armamentista, que está revelando la realidad que se oculta tras nuestros debates políticos. Básicamente, quienes se oponen a cualquier programa serio de creación de empleo saben perfectamente bien que dicho programa probablemente funcionaría, por la misma razón por la que los recortes en defensa harían subir el paro. Pero no quieren que los votantes sepan lo que ellos saben, porque eso perjudicaría sus planes más generales: mantener a raya la regulación y los impuestos de los ricos. THE NEW YORK TIMES

9 nov 2011

NUNCA ES TRISTE LA VERDAD...LO QUE NO TIENE ES REMDIO...

Lo dice la copla popular y este caso el dolor se acrecienta...
Uruguay como sabemos es considerado paraiso fiscal y nos
guste o no es una realidad insoslayable.Que sea un poco
menos o mas que otros estados no lo hace por ello ni mejor
ni peor, pero viendo el significado que adquiere esta condicion,
y la defensa corporativa que se hace del sistema financiero
uruguayo, debemos decir que es LA gran materia pendiente
que los gobiernos del Frente no han querido o podido modificar.
Este sistema laxo por el que se han ido miles y miles de recursos
de toda latinoamerica, de sus vergonzantes oligarquias ya sean
argentinas, brasileñas y ainda mais, nunca nos ha provocado
escozor , pues han quedado " para el pais" las migajas de la
triangulacion hacia otros destinos parecidos, donde la evasion
fiscal , la fuga de divisas y el dinero del narcotrafico, se dan
la mano para favorecer el desarrollo del primer mundo.
La increible proliferacion de sociedades "off shore" o sea
ficticias y para el unico fin de triangulacion, nos muestra el
grado de impunidad que han logrado y casi nulo control que
tiene la sociedad sobre un flujo de dinero que hace escala,
se acomoda, y sigue viaje " hacia destinos mas rentables".
Y el hecho casi logico de que alguna vez logremos tener DOCE
CONVENIOS de doble tributacion, que mas que controles
son via libre a no pagar impuestos aqui y alla , no modificara
en nada una ingenieria hecha y perfeccionada para evadir
contribuciones "ominosas" de estados que "despilfarran" en
gasto social...
Esta herencia, desarrollada en su mayor parte durante el apogeo
del neoliberalismo y cuyo unico fin sigue siendo proteger al
capital del aporte contributivo a la sociedad, ha contado con
una base de apoyo privado que no ha escatimado esfuerzos
en hacer ver como beneficiosa, toda desregulacion que de alguna
manera - a su criterio- coartara la libre empresa y el drenaje de
utilidades sin contrapartida de re-inversion , dejandole al estado
ademas de las deudas, los daños colterales si algo sale mal y a la
sociedad toda el costo social de los ajustes hipotecando el futuro.
Nada de esto hubiera podido llevarse a cabo, si aquellos que hoy
se espantan de la realidad, no hubieran apoyado canallescamente
toda medida que en ese sentido, fueron tomando desde muchos años
atras, la partidocracia blanquicolorada que en bien de cuidar sus
mezquinos intereses, no vacilaron en empobrecer y endeudar al
pais condicionando su desarrollo.
Y es claro que el pais por su caracteristica territorial se perfilara
como enfocado a los servicios- el financiero es uno de ellos- y
mirara a sus vecinos mayores con entusiasmo, sobre todo si buena
parte de la fuga de capitales pasa por aqui ,( algo queda en Punta)
y otros muchos mas aprovechan las "ventajas" del sistema para
triangular utilidades y desarrollar sociedades que encubren actividades
de toda indole por las que no se espanta nadie...
Por esto y porque de alguna manera sirve para haber empezado a
desandar el largo camino de pobreza y desigualdad, se le puede
dar al FRENTE la oportunidad de revertir esta situacion a fin de
poner al capital al servicio de la produccion, revertiendo esta
nefasta ecuacion de la cultura de renta y usura.
Porque ahora ya no quedan excusas , tampoco hay mucho margen
para barrer abajo de la alfombra y con poco , aprovechando la
imagen positiva que tiene hoy la sociedad para regular la actividad
financiera, se podria avanzar bastante en revertir la imagen.
Despues sera el turno de las zonas francas y los estimulos fiscales
a quienes decididamente no los necesitan...para hacer hay mucho.
Veremos si existe esa voluntad de terminar con los privilegios.
Todo lo demas, es folklore para los medios que desinforman.

18 oct 2011

SI LO DICE THE ECONOMIST....

Mayor carga fiscal sobre los ricos


En el mundo desarrollado tendrán que pagar más y hay maneras de lograrlo sin dañar el dinamismo de la economía

Las cornetas han sonado y los perros están ladrando. En todo el mundo desarrollado ha comenzado la caza de más impuestos a la riqueza. Los últimos presupuestos de austeridad de Francia e Italia han aplicado un 3% de sobretasa a quienes tengan ingresos que superen los 500.000 euros (U$S 680.000) y 300.000 euros respectivamente Los tories británicos están siendo atacados simplemente por considerar la posibilidad de dejar sin efecto la tasa máxima "temporaria", propuesta por los laboristas, del 50% del impuesto sobre la renta cuando los ingresos superen las 150.000 (U$S 235.000). Ahora Barack Obama ha propuesto un nuevo plan de reducción del déficit que directamente apunta a aumentar los aportes tributarios de los ricos, dentro del cual se incluye una "norma Buffett" destinada a garantizar que ningún hogar en el que ingresen más de US$ 1 millón anuales pague una tasa tributaria promedio inferior a la de las familias de "clase media" (Warren Buffett ha señalado que, a pesar de ser multimillonario, paga una tasa tributaria promedio inferior a la de su secretaria). Recurrir a los ricos para acabar con el déficit "no es lucha de clases", dice Obama. "Es matemáticas".

En realidad, no se trata simplemente de matemáticas (o en realidad matemática). La cuestión de si aumentarles los impuestos a los ricos o no radica en la concepción política de la dimensión que debe tener el Estado y el rol que debe desempeñar en la redistribución. La matemática dice que técnicamente podrían reducirse los déficits con sólo aplicar recortes en el gasto, tal como opina la oposición republicana. La expresión lucha de clases suele estar cargada de implicancias, pero pone en la palestra un debate pendiente y fundamental en las sociedades occidentales: ¿quiénes deben pagar los platos rotos de equilibrar las finanzas públicas?

LEVIATÁN. Por lo general, The Economist tiende a inclinarse a favor de un gobierno de pequeñas dimensiones y en contra de las subas de los impuestos para hacer frente a un Estado de bienestar insustentable. Rechazamos la idea, implícita en gran parte del debate actual, de que la suba de las tasas tributarias de los ricos esté justificada por el papel desempeñado por la industria financiera en este trance: el desquite es un argumento endeble en materia de política tributaria. Tampoco el actual patrón de contribución al erario público es claramente "injusto": el 1% más rico de la población estadounidense paga más de un cuarto de todos los impuestos federales (y un total del 40% de los impuestos a las ganancias), para llevarse menos del 20% de los ingresos antes de impuestos. Y el acto reflejo de ir contra los ricos, como lo es la suba de impuestos de los laboristas en Gran Bretaña, rara vez redunda en una buena política. Las tasas impositivas marginales elevadas desalientan la inversión y por más que Obama hable de "millonarios y multimillonarios", no bastará con sólo subirles los impuestos a ellos para acabar con el déficit de Estados Unidos. Por lo tanto, el debate nunca podrá dejar de ser sesgado. Pero existen buenas razones para argumentar por qué los ricos deberían pagar más impuestos, aunque no, en líneas generales, de las maneras que proponen los gobiernos de los países desarrollados.

Primero, los déficits de Occidente no deberían abordarse solamente con recortes en el gasto. El gasto público debería decididamente hacerse cargo de la peor parte: hay muchísimas áreas en las que podría hacerse adelgazar al ineficiente Leviatán y el estudio de los pasados programas de reducción del déficit sugieren que resultan mejor cuando predominan los recortes. La relación de cuatro a uno de Gran Bretaña está bastante bien. Pero, tal como se desprende de esta misma relación, la experiencia también nos demuestra que la suba de los impuestos también debería considerarse. En Estados Unidos la recaudación de impuestos es, en términos históricos, baja, fruto de años de reducciones en las tasas. Tanto allí como en cualquier otra parte, el aumento de los impuestos debe soportar parte de la carga.

Segundo, existe un argumento político para hacer que los ricos paguen más. Los recortes al gasto recaen de manera desproporcionada sobre los menos favorecidos y aún antes de la crisis, los ingresos promedios se estaban estancando. Mientras tanto, la globalización ha estado premiando a los exitosos con más y más generosidad. El apoyo del electorado a los programas de austeridad vigentes depende en gran medida de cualquier nuevo ingreso que se pueda obtener de la población rica.

Pero, ¿cómo se hace? Hasta ahora la mayoría de los gobiernos se han concentrado en aumentar las tasas impositivas marginales sobre la renta, algo a lo que la mayoría de los ricos responde con agilidad. Los capitalistas hacen que sus ingresos provengan de fuentes menos gravadas, como las ganancias de capital; se mudan; trabajan menos; corren menos riesgos empresarios. Aún cuando es difícil asegurar cuán determinantes serán estos efectos, parece ser que lo que importa es el valor del nivel máximo, por lo que la tasa británica del 50% es más peligrosa que la propuesta de Obama de subir la tasa máxima del impuesto federal sobre la renta del 35% al 39,6%. Quien gane U$S 1 millón pagará más impuestos en Londres que en cualquier otra capital financiera. La excusa de que en la década de los setenta era peor no inspira mucha confianza.

EFICIENCIA. Dada la necesidad del mundo desarrollado de crecer a mayor velocidad, los gobiernos no deberían fiarse demasiado de las subas abruptas de los impuestos (en especial, cuando son innecesarias). De hecho, el tercer argumento para obtener más dinero de los ricos es que no hace falta aumentar las tasas impositivas marginales para lograrlo, sino que basta con hacer que el código tributario sea más eficaz.

El alcance de esta medida resultaría más evidente en Estados Unidos, que depende mucho más que otros países de los impuestos sobre la renta y ampara un complejo número de deducciones, que van desde los pagos de intereses sobre las hipotecas hasta los servicios de salud provistos por los empleadores, con lo que la base de la recaudación tributaria es muy estrecha. Deshacerse de las deducciones simplificaría el código y permitiría recaudar hasta un billón de dólares más al año. Debido a que los principales beneficiarios de las deducciones son los ricos, serían estos últimos quienes más paguen. Y debido a que las tasas marginales permanecerían intactas (o reducidas), esta reforma no afectaría su intención de generar riqueza.

En Europa, donde los sistemas tributarios son más eficientes, una opción sería desplazar una parte mayor de la carga fiscal desde las provenientes de las ganancias hacia las generadas por la propiedad, lo que aumentaría la recaudación proveniente de la población rica pero tendría un menor impacto sobre la predisposición a correr riesgos. El "impuesto a la mansión" propuesto por los liberales demócratas británicos causaría así menos daño que la tasa del 50%. Y a ambos lados del Atlántico aún queda espacio para reducir la brecha entre las tasas impositivas sobre los salarios y los premios y las que recaen sobre los dividendos y las ganancias de capital. Esa brecha explica por qué Buffett, cuyos mayores ingresos provienen de las ganancias de capital y los dividendos, tiene una tasa impositiva promedio más baja que su secretaria. Además, es la única protección con la que han contado los inversionistas para salvaguardar los millones que acumulan.

Hay que lograr un acuerdo básico. Imaginemos un sistema tributario que haya logrado equiparar las tasas máximas sobre los salarios y sobre el capital y que virtualmente haya eliminado todas las deducciones. Para evitar gravar las inversiones dos veces, este sistema no aplicaría impuestos a las ganancias empresariales. También habría espacio para una tasa máxima mucho más baja en el impuesto sobre la renta. ¿El resultado? Una mayor recaudación de impuestos provenientes de la población rica, sin dañar el dinamismo de la economía. Entonces, sí valdría la pena hacer sonar las cornetas.

9 oct 2011

DE CRISIS, TASA TOBIN Y DEMAS...

La aguda crisis que atraviesan las economias del mundo,
tienen a la hora de calificarlas, variadas formas de explicarlas
segun la optica de quien lo hace y desde donde.
Que este sistema de capitalismo modelo occidental esta
resquebrajado, no quedan dudas. Las dudas comienzan cuando
se trata de encontrarle una solucion para que el robot no nos
termine matando, aunque esta visto que hoy nos tiene de rodillas...
Para entender estos procesos habria que retrotraer la discusion
a los albores de la revolucion indusrial y al desarrollo de un
sistema de salvaguarda de los beneficios de la produccion y
el comercio que se fue adaptando a las nuevas realidades y
fue dando marco a la creacion de un sistema financiero acorde
a los intereses de aquellos que protegian sus bienes de la voracidad
de la obligacion fiscal de estados siempre demandantes , valiendose
para ello de las estructuras legales que se fueron dando a si mismos, a fin
de legitimar distintas formas de evasion que comprenden los multiples
niveles en los que se desarrolla la actividad economica.
Todas las cadenas de produccion -aun las mas elementales- estan
orientadas en ese sentido y no hay actividad economica alguna
que no participe directa o indirectamente con esta premisa.
Los diferentes sistemas de gobierno, han tenido que lidiar de
una manera u otra con esta disyuntiva y aquellos que en algun
momento lograron tenerlo bajo un mediano control , han desarollado
economias avanzadas que han sostenido estados poco deficitarios
que les ha permitido sobresalir en el contexto mundial hasta que
la inefable economia de renta, mediante nuevos "instrumentos financieros"
cada vez mas sofisticados, vuelven ineficientes los pocos controles
que tiene la sociedad para hacer contributiva esa economia rentistica.
Los deficits presupuetarios que asolan a los estados DE TODO EL
MUNDO tienen en comun esta forma de garantizar que todos quieramos
evadir de todas las maneras posibles, la obligacion de contribuir
al sostenimiento de los gastos comunes que demanda cualquier estado
y segun donde nos toque estar, o en la organizacion que estemos,
va a marcar la relevancia del nivel de evasion.
Las grandes empresas han desarrollado economias paralelas
donde se compran y se venden bienes y servicios entre sus
departamentos o filiales extranjeras para dibujar costos ficticios,
fragmentar la base imponible y generar gastos inexistentes, de
manera tal que frente al fisco SIEMPRE SON DEFICITARIAS.
El manejo de esta arquitectura financiera esta reservada a los
bancos, cuyos servicios de ocultamiento y re-inversion en titulos
bonos, acciones y un sin fin de seguros, reaseguros etc, etc, 
le da el marco legal que garantiza su desarrollo y crecimiento
con balances positivos para sus accionistas, PERO NEGATIVO
A LA HORA DE TRIBUTAR A FAVOR DEL ESTADO.
Esta caracteristica no se da solo en las economias occidentales,
podemos ver claros ejemplos en la Rusia post Gorbachov, o en las
multinacionales chinas, que pueden variar en cuanto a la forma
de administrar lo que se recauda, pero no en su estructura financiera.
(La timba que son las BOLSAS son iguales en todos lados).
El debate sobre los paraisos fiscales es un claro ejemplo de como
las consecuencias de esta realidad no permiten ver las verdaderas
causas del problema, ya que esta concentracion de evasion se da,
PORQUE EN SU LUGAR DE ORIGEN CARECE DE CONTROLES.
Suiza es un claro ejemplo de estas aberraciones -y no es desde hace
poco- ya que estas estructuras que favorecen la fuga de capitales,
la sobre y sub facturacion de las multinacionales, tambien lo hacen
con las transaccciones del narcotrafico, el trafico de armas y toda
actividad que requiera el secreto y el anomimato y un lugar seguro
donde todos se ponen de acuerdo para no tocar.
Las teorias que explican estas realidades, se han visto sobrepasadas
por la altisima especializacion tanto tecnologica como administrativa,
-hoy solo expertos pueden explicar como funciona este engendro-
y lo que es mas preocupante, es que todos formamos parte de esta
estructura de evasion permanente, de lo micro a lo macro, desde
las compras "en negro" hasta los ahorros jubilatorios que alimentan
fondos especulativos sean o no buitres, y desde donde nacen los
desequilibrios que todos decimos combatir.
La bancarizacion de la economia no va a mejorar mucho esta problematica
ya que los temas de fondo no estan en juego y solo va a haber una
sobrecarga a la economia formal, ya que la informal por su caracteristica
propia no entra en el esquema, lo que ahonda la problematica .
Quizas la tasa TOBIN pueda ser un buen comienzo, al menos para
evitar las transacciones electronicas altamente especulativas si se
logra hacer efectiva mundialmente y de forma uniforme , pero a futuro
LA REFORMA DE LOS SISTEMAS FINANCIEROS -EN DESMEDRO
DE LA ECONOMIA DE RENTA- CUYO FIN SEA EVITAR ESE
DESMEDIDO GRADO DE EVASION, HARA POSIBLES
SOCIEDADES MAS JUSTAS Y EQUILIBRADAS.
Y de esto se habla poco....

11 sept 2011

DE MILITARES Y ABERRACIONES.....

Con infinita verguenza y frustracion, hemos asistido al
desprestigio que una delegacion uruguaya encargada de asegurar
la paz en el  ya devastado Haiti, ha producido al verse
involucrada en actos aberrantes contra la dignidad humana.
Los perdones y las investigaciones que se realicen, no
podran nunca reparar el daño, aunque si limitar las
responsabilidades y actuar en consecuencia.
Ello viene a cuento, porque desde hace unas cuantas
decadas, los militares de toda latinoamerica se vieron
envueltos en miles de denuncias de actos de la misma
naturaleza, por la cual una infima parte ha sido procesado
y la gran mayoria goza de la impunidad de una justicia
que en bien de la "paz social" olvida y perdona todo.
Y esto que pareceria un caso aislado y producto de unos
pocos desubicados, deja de serlo cuando vemos que la
formacion a la que estos individuos estan sujetos desde
sus academias y que vienen recibiendo desde tiempo ha,
los convierte en diminutos dictadores que pueden ejercer
la fuerza en nombre de alguna autoridad y por ende disponer
a su arbitrio la voluntad, la vida e integridad de sus semejantes.
Hoy vemos como aquellos que sistematicamente se han
negado a profundizar las investigaciones sobre el pasado
reciente, donde se han cometido infinidad de actos de esta
naturaleza y sobre los que ha caido la responsabilidad de
modificar estas situaciones, se " horrorizan" ante conductas
delictivas de aquellos que sintiendose impunes antes,
se sienten mas impunes ahora con una normativa juridica
que ha transformado los delitos de lesa humanidad en
daños colaterales y obediencias debidas...
Toda esta verborragia carente del significado practico
mas alla de no condenar a nadie, demuestra ese doble discurso
a la que se acostumbra a pensar a la sociedad con la
mirada de aquellos que en circunstancias similares y de
acuerdo a los intereses en juego, condenan o perdonan a
individuos que la sociedad les ha confiado la tarea precisa-
mente, entre otras, de evitar que ello ocurra.
Veremos si en funcion de la verdad y para reparacion
de las victimas alla y aca, se investiga como corresponde
y se da punto final a una herida abierta que estos y otros
degenerados han provocado en la sociedad.
Y QUE NO SEA POR OBEDIENCIA PARTIDARIA.






17 ago 2011

¿Está el capitalismo condenado al fracaso?


¿Está el capitalismo condenado al fracaso?

Nouriel Roubini

2011-08-15

¿Está el capitalismo condenado al fracaso?

NEW YORK – La masiva volatilidad y la aguda corrección de los precios de las acciones que en la actualidad golpean a los mercados financieros globales son indicadores de que las economías más avanzadas se encuentran al borde de una recesión de doble caída. Una crisis financiera y económica causada por el exceso de deuda y apalancamiento del sector privado condujeron a un masivo re-apalancamiento del sector público con el fin de evitar la Gran Depresión 2.0. Sin embargo, la recuperación posterior ha sido anémica y mediocre en la mayoría de las economías avanzadas dado el desapalancamiento doloroso.



Hoy en día una combinación de los precios altos del petróleo y productos básicos, los disturbios en el Oriente Medio, el terremoto y tsunami del Japón, la crisis de deuda de la eurozona y los problemas fiscales de Estados Unidos (y ahora la rebaja de su calificación crediticia) han llevado a un aumento masivo en la aversión al riesgo. Económicamente los Estados Unidos, la eurozona, el Reino Unido y el Japón funcionan al ralentí. Incluso los mercados emergentes en crecimiento (China, Asia emergente y América Latina), y las economías orientadas a la exportación que se basan en estos mercados (Alemania y Australia, un país rico en recursos naturales), están experimentando desaceleraciones agudas.



Hasta el año pasado, los políticos siempre pudieron sacar un as de bajo la manga para reactivar los precios de los activos y detonar la recuperación económica. Estímulo fiscal, tasas de interés de casi cero, dos rondas de "flexibilización cuantitativa", separación estricta de las deudas incobrables y billones de dólares en rescates y provisión de liquidez para los bancos y entidades financieras: las autoridades ejecutivas intentaron todo esto. Ahora se han quedado sin ases.



La política fiscal hoy en día es un lastre para el crecimiento económico tanto en la eurozona como en el Reino Unido. Incluso en los EE.UU., los gobiernos estatales y locales, y ahora el gobierno federal, recortan el gasto y reducen los pagos de transferencias. Muy pronto, ellos subirán los impuestos.



Otra ronda de rescates para los bancos es políticamente inaceptable y económicamente inviable: la mayoría de los gobiernos, especialmente en Europa, están tan estresados que los rescates no son asequibles; de hecho, el riesgo soberano está, en realidad, alimentando por la preocupación por la salud de los bancos europeos, que tienen en sus carteras la mayor parte de los cada vez más inestables valores gubernamentales.



Tampoco la política monetaria puede ser de mucha ayuda. La flexibilización cuantitativa en la eurozona y el Reino Unido se ve limitada por una inflación por encima del nivel objetivo. La Reserva Federal de EE.UU. probablemente inicie una tercera ronda de flexibilización cuantitativa (QE3), pero esta ofrecerá muy poco y llegará demasiado tarde. El año pasado la flexibilización cualitativa (QE2) de $600 millardos y de $1 billón de dólares en recortes de impuestos y transferencias logró un crecimiento de apenas el 3% durante un trimestre. Posteriormente, el crecimiento cayó bruscamente a menos del 1% en el primer semestre del año 2011. QE3 será de mucho menor tamaño, y logrará mucho menos en cuanto a reactivar los precios de los activos y restaurar el crecimiento.



La depreciación de la moneda no es una opción viable para todas las economías avanzadas: todas ellas necesitan una moneda más débil y una mejor balanza comercial para recuperar el crecimiento, pero no todas ellas pueden estar en esta situación al mismo tiempo. Así que depender de los tipos de cambio para influir en la balanza comercial es un juego de suma cero. Por esta razón se vislumbran en el horizonte guerras cambiaras; Japón y Suiza son los participantes de las primeras batallas por debilitar sus tipos de cambio. Otros pronto seguirán el ejemplo.



Mientras tanto, en la eurozona, Italia y España están ahora en riesgo de perder acceso al mercado, y en la actualidad las presiones financieras sobre Francia también van en aumento. Sin embargo, Italia y España son países demasiado grandes para quebrar y demasiado grandes para ser rescatados. Por el momento, el Banco Central Europeo comprará algunos de sus bonos como un puente con el nuevo Mecanismo Europeo de Estabilidad Financiera (EFSF, por el nombre en inglés) de la eurozona. Sin embargo, si Italia y/o España pierden su acceso al mercado, los €440 mil millones ($ 627 mil millones) del arca de guerra del EFSF podrían agotarse hasta finales de este año o principios del año 2012.



En ese momento, a menos que se tripliquen los fondos del EFSF – una medida a la que se opondría Alemania – la única opción que quedaría sería una reestructuración ordenada pero coercitiva de la deuda italiana y española, tal como ha ocurrido en Grecia. La reestructuración coercitiva de la deuda no garantizada de los bancos insolventes sería el siguiente paso. Por esta razón, aunque apenas ha empezado el proceso de desapalancamiento, se harán necesarias las reducciones de deuda si los países no pueden crecer o ahorrar o agrandarse por cuenta propia para salir de sus problemas de deuda.



Parece que Karl Max estuvo parcialmente en lo correcto al argumentar que la globalización, la intermediación financiera fuera de control, y la redistribución del ingreso y la riqueza de los trabajadores en beneficio del capital podría llevar al capitalismo a su autodestrucción (sin embargo se demostró que su idea de que el socialismo da mejores resultados fue errónea). Las empresas están recortando puestos de trabajo porque no hay suficiente demanda final. Sin embargo, al recortar puestos de trabajo se reduce el ingreso de los trabajadores, se aumenta la desigualdad y se reduce la demanda final.



Las protestas populares recientes, que se extienden desde el Medio Oriente hasta Israel y el Reino Unido, y la creciente ira popular en China – y que más temprano que tarde llegarán a otras economías avanzadas y mercados emergentes – son todas impulsadas ​​por los mismos problemas y tensiones: creciente desigualdad, pobreza, desempleo, y desesperanza. Incluso las clases medias del mundo están sintiendo la presión de la caída de ingresos y oportunidades.



Para permitir que las economías orientadas al mercado operen como deberían y como pueden, tenemos que retornar al equilibrio adecuado entre los mercados y la provisión de bienes públicos. Esto significa alejarse tanto del modelo anglosajón de laissez-faire y economía vudú como del modelo europeo continental de los estados de bienestar impulsados por el déficit. Ambos modelos están resquebrajados.



El equilibrio adecuado hoy en día exige la creación de puestos de trabajo de manera parcial a través de estímulos fiscales adicionales dirigidos a las inversiones en infraestructura productiva. También requiere de impuestos más progresivos; más cantidad de estímulos fiscales a corto plazo junto con disciplina fiscal de mediano y largo plazo; de apoyo de préstamos de última instancia por parte de las autoridades monetarias a fin de prevenir corridas bancarias destructivas; de reducción de la carga crediticia de los hogares insolventes y de otros agentes económicos que atraviesan dificultades económicas; de supervisión y regulación más estricta de un sistema financiero que está fuera de control; y de fraccionamiento de los bancos que son demasiado grandes para quebrar y de los fondos de inversión oligopolísticos.



Con el tiempo, las economías avanzadas tendrán que invertir en capital humano, capacitación y redes de seguridad social para aumentar la productividad y permitir que los trabajadores compitan, sean flexibles y prosperen en una economía globalizada. La alternativa es – igual que en la década de 1930 – interminable estancamiento, depresión, guerras cambiarias y de balanza comercial, controles de capital, crisis financiera, insolvencias soberanas, y masiva inestabilidad política y social.



Nouriel Roubini es presidente de Roubini Global Economics, profesor en la Escuela Stern de Administración de Empresas de la Universidad de Nueva York y coautor del libro Crisis Economics [Cómo salimos de ésta, Ediciones Destino, Barcelona, 2010; traducción de Eva Robledillo y Betty Trabal].



Copyright: Project Syndicate, 2011.

www.project-syndicate.org

Traducido del inglés por Rocio L. Barrientos.

4 ago 2011

Noam Chomsky y las 10 Estrategias de Manipulación Mediática

Noam Chomsky y las 10 Estrategias de Manipulación Mediática


El lingüista Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación” a través de los medios





1. La estrategia de la distracción El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las élites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes.

La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.



2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.



3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.



4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.



5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.



6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos�



7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposible de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.



8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto�



9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se auto desvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!



10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídos y utilizados por las élites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.









“Reproduzca esta información, hágala circular por los medios a su alcance: a mano, a máquina, a mimeógrafo, oralmente. Mande copias a sus amigos: nueve de cada diez las estarán esperando.

Millones quieren ser informados. El terror se basa en la incomunicación. Rompa el aislamiento. Vuelva a sentir la satisfacción moral de un acto de libertad. Derrote el terror. Haga circular esta información”.



Rodolfo Walsh

13 jul 2011

Nota de Rebelion sobre Europa de Eric Toussaint

Ocho propuestas urgentes para otra Europa

por Eric Toussaint


La crisis sacude a la Unión Europea hasta los cimientos. Para varios países la soga de la deuda pública se cierra sobre ellos y están asfixiados por los mercados financieros. Con la complicidad activa de los gobiernos, de la Comisión Europea, del Banco Central Europeo y del FMI, las instituciones financieras responsables de la crisis se enriquecen y especulan sobre las deudas de los Estados. La patronal aprovecha la situación para lanzar una ofensiva brutal contra una serie de derechos económicos y sociales de la mayoría de la población.
La reducción del déficit público no debe hacerse reduciendo los gastos sociales públicos, sino luchando contra el gran fraude fiscal y gravando más el capital, las transacciones financieras, el patrimonio y las rentas de los más ricos. Para reducir el déficit, también es necesario reducir drásticamente los gastos de armamento, así como otros gastos socialmente inútiles y peligrosos para el medio ambiente. En cambio es fundamental aumentar los gastos sociales, especialmente para amortiguar los efectos de la depresión económica. Pero más allá hay que considerar esta crisis como una posibilidad de romper con la lógica capitalista y realizar un cambio radical de sociedad. La nueva lógica que hay que construir deberá romper con el productivismo, incluir la cuestión ecológica, erradicar las diversas formas de opresión [racial, patriarcal, etc.] y promover los bienes comunes.
Para eso es necesario construir un frente anticrisis, tanto a escala europea como localmente, con el fin de agrupar las energías para crear una relación de fuerza favorable a la puesta en práctica de soluciones radicales centradas en la justicia social y climática. Desde agosto de 2010 el CADTM ha formulado ocho propuestas relativas a la actual crisis europea |1|. El elemento central es la necesidad de proceder a la anulación de la parte ilegitima de la deuda pública. Para ello, el CADTM recomienda la realización de una auditoría de la deuda pública efectuada bajo control ciudadano. En determinadas circunstancias dicha auditoría deberá combinarse con la suspensión unilateral y soberana del reembolso de la deuda pública. El objetivo de la auditoría es llegar a la anulación/repudio de la parte ilegal de la deuda pública y a una fuerte reducción del resto de la deuda.
La reducción drástica de la deuda pública es una condición necesaria pero insuficiente para sacar a los países de la Unión Europea de la crisis. Hay que completarla con toda una serie de medidas de gran amplitud en diferentes ámbitos.
1. Realizar una auditoría de la deuda pública con el fin de anular la parte ilegitima
Una parte importante de la deuda pública de los Estados de la Unión Europea es ilegitima porque es el resultado de una política deliberada de gobiernos que decidieron privilegiar sistemáticamente a una clase social, la clase capitalista, y a otros sectores favorecidos, en detrimento del resto de la sociedad. La rebaja de impuestos sobre las rentas altas de las personas físicas, sobre sus patrimonios y sobre los beneficios de las empresas privadas, han llevado a los poderes públicos a incrementar la deuda pública con el fin de cubrir el agujero producido por esa rebaja. Así, dichos poderes públicos han aumentado fuertemente la carga impositiva sobre los hogares modestos que constituyen la mayoría de la población. A eso hay que añadir, desde 2007-2008, el rescate de las instituciones financieras privadas, responsables de la crisis, que ha costado muy caro a las finanzas públicas y ha hecho estallar la deuda pública. La disminución de los ingresos provocada por la crisis que han causado las instituciones financieras privadas, una vez más se ha tenido que cubrir con préstamos masivos. Ese marco general señala claramente la ilegitimidad de una parte importante de las deudas públicas. A eso se añade, en cierto número de países sometidos al chantaje de los mercados financieros, otras fuentes evidentes de ilegitimidad. Las nuevas deudas contraídas a partir de 2008 se han asumido en un contexto en el que los banqueros [y otras instituciones financieras privadas] utilizan el dinero conseguido de los bancos centrales a tipos de interés bajos para especular y obligar a los poderes públicos a aumentar las remuneraciones que éstos tienen que reembolsar. Además en países como Grecia, Hungría, Letonia, Rumania o Irlanda, los préstamos concedidos por el FMI se han combinado con condiciones que constituyen una violación de los derechos económicos y sociales de las poblaciones. Con el agravante de que esas condiciones, una vez más, favorecen a los banqueros y a las demás instituciones financieras. También por estas razones son ilegitimas. Finalmente, en algunos casos se ha hecho burla de la voluntad popular: por ejemplo, mientras que en febrero de 2011 una amplia mayoría de los irlandeses votó contra los partidos que hicieron regalos a los bancos y aceptaron las condiciones impuestas por la Comisión Europea y el FMI, la nueva coalición gubernamental continúa grosso modo la misma política que sus predecesores. Más generalmente, en algunos países se asiste a la marginación del poder legislativo en beneficio de una política de hechos consumados impuesta por el poder ejecutivo que pasa los acuerdos con la Comisión Europea y el FMI. A continuación el poder ejecutivo presenta al Parlamento ese acuerdo «lo tomas o lo dejas», que llega incluso a organizar un debate sin votación en asuntos de primer orden. La tendencia del poder ejecutivo a transformar el órgano legislativo en una oficina de registro se refuerza.
En ese inquietante contexto, sabiendo que antes o después una serie de Estados se enfrentará al riesgo concreto de la imposibilidad de pagar por falta de liquidez y que el reembolso de una deuda ilegitima es inaceptable por principios, conviene pronunciarse claramente por la anulación de las deudas ilegitimas. Anulación cuyo coste debe recaer sobre los culpables de la crisis, a saber, las instituciones financieras privadas.
Para los países como Grecia, Irlanda, Portugal o los países de Europa del Este [y los de fuera de la Unión Europea, como Islandia], es decir, los países que están sometidos al chantaje de los especuladores, del FMI y de otros organismos como la Comisión Europea, conviene recurrir a una moratoria unilateral del reembolso de la deuda pública. Esta propuesta se hace popular en los países más afectados por la crisis. A finales de noviembre de 2010 en Dublín, en una encuesta de opinión realizada por teléfono a cerca de 500 personas, el 57% de los irlandeses preguntados se pronunció a favor de la suspensión del pago de la deuda [«default» en inglés] más que por la ayuda de emergencia del FMI y Bruselas. «Default ! say the people» [el pueblo por la suspensión del pago] titulaba el Sunday Independent, principal diario de la isla. Según el CADTM, ese tipo de moratoria unilateral debe unirse a la realización de una auditoría de los préstamos públicos [con participación ciudadana]. La auditoría debe permitir que se aporten al gobierno y a la opinión pública las pruebas y los argumentos necesarios para la anulación/repudio de la parte de la deuda identificada como ilegitima. El derecho internacional y el derecho interno de los países ofrecen una base legal para ese tipo de acción soberana unilateral de anulación/repudio.
A los países que recurran a la suspensión del pago, con la experiencia sobre la cuestión de la deuda de los países del sur, el CADTM pone en guardia con respecto a una medida insuficiente, una simple suspensión del reembolso de la deuda, que puede revelarse contraproducente. Hay que hacer la moratoria sin añadido de intereses de demora sobre las sumas no reembolsadas.
En otros países como Francia, Gran Bretaña o Alemania, no es imperativo decretar una moratoria unilateral durante la realización de la auditoría. Pero también debe llevarse a cabo allí con el fin de determinar la amplitud de la anulación/repudio a la que habrá que proceder. En caso de deterioro de la coyuntura internacional la suspensión del pago pueden llegar a ser necesaria incluso para los países que se creen a salvo del chantaje de los prestamistas privados.
La participación ciudadana es la condición imperativa para garantizar la objetividad y la transparencia de la auditoría. Esta comisión de auditoría deberá estar compuesta especialmente por los diferentes órganos del Estado afectados, así como por auditores expertos de las finanzas públicas, economistas, juristas, constitucionalistas, representantes de los movimientos sociales… y permitirá determinar las distintas responsabilidades en el proceso de endeudamiento y exigir que los responsables, tanto nacionales como internacionales, rindan cuentas a la justicia. En caso de hostilidad de un gobierno con respecto a la auditoría, será necesario constituir una comisión ciudadana de auditoría sin participación gubernamental
En cualquier caso es legítimo que las instituciones privadas y las personas físicas de altas rentas que poseen los títulos de esas deudas asuman el coste de la anulación de deudas soberanas ilegitimas, ya que son ampliamente responsables de la crisis de la cual, por añadidura, se beneficiaron largamente. El hecho de que deban asumir el coste de la anulación no es más que una justa vuelta hacia una mayor justicia social. Es importante elaborar un registro de los propietarios de títulos con el fin de indemnizar a los ciudadanos y ciudadanas con rentas bajas y medias que haya entre ellos.
Si la auditoría demuestra la existencia de delitos relacionados con el endeudamiento ilegal, hay que condenar firmemente a sus autores a pagar las reparaciones y no permitir que se libren de las penas de cárcel en función de la gravedad de sus actos. Hay que exigir justicia contra las autoridades que pusieron en marcha los préstamos ilegales.
En cuanto a las deudas que no están afectadas de ilegitimidad, convendría imponer un esfuerzo a los acreedores en términos de reducción del stock y de los tipos de interés, así como una ampliación del período de reembolso. También seria conveniente efectuar una discriminación positiva a favor de los pequeños propietarios de títulos de la deuda pública que convendría reembolsar normalmente. Por otra parte, el montante de la parte del presupuesto del Estado destinado al reembolso de la deuda deberá limitarse en función de la situación de la economía, de la capacidad de reembolso de los poderes públicos y del carácter irreducible de los gastos sociales. Hay que inspirarse en lo que se hizo con Alemania tras la Segunda Guerra Mundial. El Acuerdo de Londres de 1953 sobre la deuda alemana, que consistía, en particular, en reducir el 62% del stock de la deuda, estipulaba que la relación entre el servicio de la deuda y los ingresos de las exportaciones no debía sobrepasar el 5%. |2| Se podría definir una ratio de este tipo: la suma asignada al reembolso de la deuda no puede exceder el 5% de los ingresos del Estado. También hay que adoptar un marco legal para evitar que se repita la crisis que comenzó en 2007-2008: prohibición de socializar las deudas privadas, obligación de organizar una auditoría permanente de la política de endeudamiento público con participación ciudadana, imprescriptibilidad de los delitos relacionados con el endeudamiento ilegal, nulidad de las deudas ilegales…
2. Detener los planes de austeridad, son injustos y profundizan la crisis
De acuerdo con las exigencias del FMI, los gobiernos de los países europeos han optado por imponer a sus pueblos políticas de estricta austeridad, con claros recortes en el gasto público: jubilaciones en la función pública, congelación e incluso rebaja de los salarios de los funcionarios, reducción del acceso a algunos servicios públicos vitales y de protección social, retraso de la edad de jubilación. A la inversa las empresas públicas reclaman -y obtienen- un aumento de sus tarifas mientras que el coste del acceso a la sanidad y la educación también se revisa al alza. Crece el recurso a la subida de impuestos indirectos particularmente injustos, en especial el IVA. Las empresas públicas del sector competente se privatizan masivamente. Las políticas de austeridad que se ponen en práctica se están empujando a un nivel nunca visto desde la Segunda Guerra Mundial. De esta forma los efectos de la crisis se duplican por los presuntos remedios que se dirigen sobre todo a proteger los intereses de los propietarios de capitales. En resumen, ¡los banqueros beben, los pueblos pagan!
Pero los pueblos cada vez toleran menos la injusticia de esas reformas caracterizadas por una amplia regresión social. En términos relativos son los trabajadores, los parados y las familias más modestas quienes más tienen que contribuir para que los Estados continúen engordando a los acreedores. Y entre las poblaciones más afectadas las mujeres ocupan el primer puesto, ya que la actual organización de la economía y la sociedad patriarcal hace que caigan sobre ellas los desastrosos efectos de la precariedad, del trabajo parcial y mal pagado. Afectadas directamente por la degradación de los servicios sociales públicos, ellas pagan un precio muy alto. La lucha para imponer otra lógica es indisociable de la lucha por el respeto total de los derechos de las mujeres.
3. Instaurar una verdadera justicia fiscal europea y una justa redistribución de la riqueza. Prohibir las transacciones con los paraísos judiciales y fiscales. Luchar contra el fraude fiscal masivo de las grandes empresas y de los más ricos
Desde 1980 no han dejado de bajar los impuestos directos sobre las rentas más elevadas y las grandes empresas. Así en la Unión Europea, de 2000 a 2008, las tasas superiores del impuesto sobre la renta y el impuesto de sociedades bajaron respectivamente 7 y 8,5 puntos. Esos cientos de miles de millones de euros de regalos fiscales se orientaron esencialmente hacia la especulación y la acumulación de riquezas por parte de los más ricos.
Hay que diseñar una reforma profunda de la fiscalidad con el objetivo de la justicia social [reducir al mismo tiempo las rentas y el patrimonio de los más ricos para aumentar los de la mayoría de la población] armonizándola en el plano europeo con el fin de impedir el dumping fiscal. |3| Se trata de aumentar los ingresos públicos, especialmente por medio del impuesto progresivo sobre la renta de las personas físicas más ricas [la tasa marginal sobre el tramo más elevado de renta debe llevarse al 90% |4|], el impuesto sobre el patrimonio a partir de cierto montante y el impuesto de sociedades. Este aumento de los ingresos debe ir parejo con una rápida rebaja del precio del acceso a los bienes y servicios de primera necesidad [alimentos básicos, agua, electricidad, calefacción, transporte público, material escolar...] especialmente por una reducción fuerte y concreta del IVA de dichos bienes y servicios vitales. Se trata también de adoptar una política fiscal que favorezca la protección del medio ambiente gravando de forma disuasiva a las industrias contaminantes.
La Unión Europea debe adoptar una tasa sobre las transacciones financieras, especialmente sobre los mercados de intercambios, con el fin de aumentar los ingresos de los poderes públicos.
Los diferentes G20, a pesar de sus declaraciones de intenciones, en realidad se han negado a atacar a los paraísos judiciales y fiscales. Una medida sencilla para luchar contra los paraísos fiscales [que todos los años hacen perder a los países del norte, y también a los del sur, recursos vitales para el desarrollo de las poblaciones], consiste para un Parlamento en prohibir a todas las personas físicas y a todas las empresas presentes en su territorio realizar cualquier transacción que pase por los paraísos fiscales, bajo pena de una multa de un importe equivalente. Además hay que erradicar esos agujeros negros de las finanzas, de tráficos criminales, de corrupción y de delincuencia de cuello blanco.
El fraude fiscal priva a la colectividad de medios considerables y actúa contra el empleo. Los medios públicos consecuentes deben ponerse al servicio del ministerio de finanzas para luchar eficazmente contra ese fraude. Los resultados deben hacerse públicos y sancionar severamente a los culpables.
4. Poner en orden los mercados financieros, en especial por la creación de un registro de los propietarios de títulos, por la prohibición de las ventas a descubierto y la especulación en una serie de sectores. Crear una agencia pública europea de calificación
La especulación a escala mundial representa varias veces el total de las riquezas producidas en el planeta. Los sofisticados montajes de la mecánica financiera la vuelven totalmente incontrolable. Los engranajes que suscita alteran la estructura de la economía real. La opacidad sobre las transacciones financieras es la norma. Para gravar a los acreedores en el origen, es necesario identificarlos. La dictadura de los mercados financieros debe acabar y se debe prohibir la especulación en toda una serie de sectores. Es conveniente prohibir la especulación con los títulos de la deuda pública, con las divisas y con los alimentos. |5| También se deben prohibir las ventas a descubierto |6| y los Credit Default Swaps se deben regular estrictamente. Hay que cerrar los mercados de contratación directa de productos derivados, que son verdaderos agujeros negros que escapan a toda reglamentación y vigilancia.
El sector de las agencias de calificación también debe reformarse y enmarcarse estrictamente. Lejos de una herramienta de evaluación científica objetiva, esas agencias son, estructuralmente, partes interesadas de la globalización neoliberal y en varias ocasiones han desencadenado repeticiones de catástrofes sociales. En efecto, la rebaja de la nota de un país implica una subida de los tipos de interés sobre los préstamos que se le han concedido. En consecuencia la situación económica del país en cuestión se deteriora todavía más. El comportamiento borreguil de los especuladores multiplica las dificultades encontradas que pesarán todavía más duramente sobre las poblaciones. La marcada sumisión de las agencias de calificación a los medios financieros estadounidenses las convierte en actores principales a nivel internacional, y su responsabilidad en el desencadenamiento y la evolución de la crisis no ha sido suficientemente aclarada por los medios de comunicación. La estabilidad económica de los países europeos se ha dejado en manos de esas agencias de calificación, sin protección, sin medios serios de control por parte de los poderes públicos. Es imprescindible la creación de una agencia pública de calificación para escapar de este callejón sin salida.
5. Transferir los bancos al sector público bajo control ciudadano
Tras decenios de desviaciones financieras y privatizaciones ya es hora de pasar el sector crediticio al dominio público. Los Estados deben recuperar su capacidad de controlar y orientar la actividad económica y financiera. También deben contar con instrumentos para realizar inversiones y financiar el gasto público reduciendo al mínimo el endeudamiento con instituciones financieras privadas y/o extranjeras. Hay que expropiar los bancos, sin indemnización, y transferirlos al sector público bajo control ciudadano.
En algunos casos, la expropiación de los bancos privados puede representar un coste para el Estado debido a las deudas puedan haber acumulado. El coste en cuestión debe recuperarse del patrimonio general de los grandes accionistas. En efecto, las empresas privadas que son accionistas de los bancos y que los llevaron al abismo mientras obtenían jugosos beneficios, son propietarias de una parte de su patrimonio en otros sectores de la economía. Debe hacerse, pues, una punción en el patrimonio general de los accionistas. Se trata de evitar al máximo la socialización de las pérdidas. El ejemplo irlandés es emblemático. La forma en que se efectuó la nacionalización del Allied Bank irlandés es inaceptable. Hay que aprender de eso.
6. Socializar las numerosas empresas y servicios privatizados desde 1980
Una característica de los últimos treinta años ha sido la privatización de muchas empresas y servicios públicos. Desde los bancos al sector industrial pasando por correos, las telecomunicaciones, la energía y el transporte, los gobiernos han entregado al sector privado gran parte de la economía, perdiendo al mismo tiempo toda la capacidad de regularla. Esos bienes públicos, procedentes del trabajo colectivo, deben volver al sector público. Se trata de crear nuevas empresas públicas y adaptar los servicios públicos según las necesidades de la población para responder, en particular, a la problemática del cambio climático, por ejemplo con la creación de un servicio público de aislamiento térmico de las viviendas.
7. Reducir drásticamente las horas de trabajo para crear empleos y aumentar los salarios y las pensiones
Distribuir de otra forma la riqueza es la mejor respuesta a la crisis. La parte de la riqueza creada destinada a los trabajadores se ha reducido considerablemente desde hace varios decenios mientras los acreedores y las empresas han aumentado sus beneficios para dedicarlos la especulación. El aumento de los salarios no sólo permite que las personas vivan con dignidad, sino que también fortalece los medios utilizados para financiar la protección social y las pensiones.
Al reducir el tiempo de trabajo sin menguar los salarios y creando empleos, se mejora la calidad de vida de los trabajadores y se proporciona empleo a aquéllos que lo buscan. La reducción radical del tiempo de trabajo también ofrece la oportunidad de practicar un ritmo de vida diferente, una forma diferente de vivir en sociedad alejándonos del consumismo. El tiempo ganado para el ocio permitirá una mayor participación activa de las personas en la vida política, en el fortalecimiento de la solidaridad, en actividades de voluntariado y en la creatividad cultural.
8. Refundar democráticamente otra Unión Europea basada en la solidaridad
Varias disposiciones de los tratados que rigen la Unión Europea, la eurozona y el BCE deben derogarse. Por ejemplo, es necesario eliminar los artículos 63 y 125 del Tratado de Lisboa, que prohíben cualquier control de los movimientos de capitales y cualquier ayuda a un Estado en dificultades. También hay que abandonar el Pacto de Estabilidad y Crecimiento. Y más allá, es necesario sustituir los tratados actuales por otros nuevos en el marco de un genuino proceso constituyente democrático para alcanzar un pacto de solidaridad de los pueblos a favor del empleo y la ecología.
Se debe revisar por completo la política monetaria así como la normativa y las prácticas del Banco Central Europeo. La incapacidad del poder político de obligar al BCE a emitir dinero es un obstáculo muy grave. Con la creación del BCE como entidad por encima de los gobiernos y de los pueblos, la UE tomó una decisión desastrosa, la del someter a los seres humanos a las finanzas y no a la inversa.
Mientras que muchos movimientos sociales denunciaron los rígidos y profundamente inadecuados estatutos, el BCE se ha visto obligado a cambiar de opinión en lo más álgido de la crisis modificando con urgencia el papel que le había sido asignado. Por desgracia el BCE accedió a hacerlo por razones equivocadas: no porque se tuvieran en cuenta los intereses de los pueblos, sino para preservar los de los acreedores. Es la prueba evidente de que hay que barajar y repartir las cartas de nuevo. El BCE debe tener el poder de financiar directamente a los Estados que desean lograr los objetivos sociales y medioambientales que integran perfectamente las necesidades básicas de la población.
En la actualidad, actividades económicas muy diferentes, como la inversión en la construcción de un hospital o un proyecto puramente especulativo, se financian de manera similar. El poder político debe, al menos plantearse, imponer costes muy diferentes a unos y otros: los bajos tipos de interés se deben reservar para inversiones socialmente justas y ambientalmente sostenibles, mientras que las tasas muy altas, incluso prohibitivas cuando la situación lo exige, deben aplicarse a las operaciones de tipo especulativo siendo también deseable que pura y simplemente se prohíban en ciertos sectores [véase más arriba].
Una Europa basada en la solidaridad y la cooperación debe dar la espalda a la competencia y la rivalidad que nivelan «por abajo». La lógica neoliberal ha conducido a la crisis y ha revelado su fracaso. Dicha lógica ha empujado los indicadores sociales a la baja: menos protección social, menos empleo, menos servicios públicos. Los que se han beneficiado de esta crisis lo han hecho pisoteando los derechos de la mayoría. ¡Los culpables han ganado, las víctimas pagan! Esta lógica, que subyace en todos los textos fundadores de la Unión Europea, comenzando por el Pacto de Estabilidad y Crecimiento, debe atacarse directamente: no se puede sostener. El objetivo prioritario debe ser otra Europa basada en la cooperación entre los Estados y la solidaridad entre los pueblos. Para ello, las políticas presupuestarias y fiscales no deben ser uniformes, ya que las economías europeas presentan grandes diferencias, pero hay que coordinarlas para que finalmente surja una nivelación «por arriba». Hay que imponer políticas globales a escala europea que incluyan inversiones públicas masivas para la creación de empleo público en áreas claves [de los servicios comunitarios a las energías renovables, de la lucha contra el cambio climático a los sectores sociales básicos].
Esta otra Europa democratizada debe, según el CADTM, trabajar para imponer principios no negociables: el fortalecimiento de la justicia fiscal y social, decisiones dirigidas a elevar el nivel y la calidad de vida de sus habitantes, el desarme y la reducción radical del gasto militar [incluida la retirada de las tropas europeas de Afganistán y la salida de la OTAN], optar por energías sostenibles sin recurrir a la nuclear, rechazo de los organismos modificados genéticamente [OGM]. También debe acabar resueltamente con su política de fortaleza sitiada frente a los inmigrantes y convertirse en un socio justo y verdaderamente solidario con los pueblos del Sur del planeta.
Traducido para Rebelión por Jorge Aldao y Caty R.

30 jun 2011

COMPROMISO DE MONTEVIDEO

“Compromiso de Montevideo”




“Los participantes del 2° Encuentro Latinoamericano por la Memoria, la Verdad y la Justicia, celebrado en la ciudad de Montevideo entre el 24 y 26 de junio de 2011, a 38 años del golpe de Estado en Uruguay y en el Día Internacional contra la Tortura, coincidimos en que en nuestros países se debe investigar, juzgar, penalizar, reparar y no olvidar los casos de tortura sufridos por nuestros pueblos, que indignan a nuestro sentimiento y condición humana, y constituye un crimen de lesa humanidad, es decir, imprescriptible, no amnistiable y pasible de persecución por la justicia internacional, cuando y donde fuera que se cometiere el delito, ya sea cuando las dictaduras del cono sur o por cualquier autoritarismo del presente.



Nos comprometemos contra la impunidad. Porque los impunes y los impunidores, militares o civiles, no deben continuar sin castigo, ya que la aplicación de la tortura en la región implicó un plan supranacional, practicado en forma sistemática, con idéntica metodología y desde los mismos manuales, para imponer desde las dictaduras un modelo político y social, que requería la eliminación de toda resistencia popular y la instauración del terrorismo de Estado, con sus muertes y desapariciones, antes que el autoritarismo permitiera una reinstitucionalización condicionada por la aceptación de distintos tipos de leyes de amnistía, punto final o autoperdón.



Nos comprometemos con los reclamos de las víctimas y sus familiares. Porque con la tortura se buscó la cosificación del ser humano, su deshumanización y su destrucción física y moral, para dañar no sólo el cuerpo de la carne y el hueso, torturado con el golpe, la picana, el tacho, la colgadura, el plantón o la violación y llegar hasta a la perdida de embarazos, sino también al cuerpo social, cultural y ético de convivencia, entretejido por la comprensión y la solidaridad, para generar el miedo y la desprotección de la sociedad, provocándole un daño transgeneracional con la interrupción de la continuidad del relato no oficial de su propia historia.



Nos comprometemos con la reparación a quienes padecieron la tortura. Porque la tortura no es un tema del pasado, sino que su daño, secuelas físicas o morales, se siguen viviendo en forma constante por quienes la sufrieron y su entorno, transformándola en un crimen permanente, porque es tan cruel el tormento como la posterior ausencia de políticas de reparación social a sus víctimas, quienes deben convivir con los impunes victimarios, y porque también es necesario repensar, desde una mirada de género y otras ópticas, las políticas de memoria, justicia y reparación, ante las características que la violencia represiva tuvo sobre hombres y mujeres.



Nos comprometemos con los juicios contra la tortura a nivel local e internacional. Porque las víctimas tienen el derecho de realizar las denuncias ante un sistema judicial independiente, que no debe estar sometido por el poder político, porque es un crimen imprescriptible que en cada país impone la justicia universal establecida por los convenios y tratados acordados desde la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948 hasta las normas que lo tipifican en el tratado de Roma.



Nos comprometemos a impulsar una cultura y una educación que, basadas en los derechos humanos, sostengan la memoria. Porque es la cultura la que produce conceptos a partir de sus propias prácticas y herramientas, porque es la educación la que forja el aprendizaje y el conocimiento, porque ambas trasmiten y construyen la memoria colectiva que permitirá recordar y comprender lo ocurrido, para asegurar el nunca más al terrorismo de Estado. Un Estado que deberá ser vigilado por la sociedad, alerta en su conjunto, y a través de órganos autónomos de contralor”.