El Gobierno tiene datos oficiales pero usó cifras falsas sobre precios. Detrás de la operación "Bot" a Milei y Caputo
Por Leandro Renou
10 de abril de 2024
La cuenta Jumbo Bot blanqueó, luego de ser citada por el Presidente para mostrar una desaceleración de la inflación, ser un experimento social sin veracidad informativa. Por qué todos los Bots de supermercados no coinciden con los aumentos en góndola y cómo el jefe de Economía no se enteró que tiene en su ministerio un sistema le que da las cifras de movimiento de precios en tiempo real y de manera directa de parte de los comercios.
El hecho es muy particular y abre un abanico de preguntas y preocupaciones sobre los modos técnicos que utiliza el Gobierno, la veracidad de los contenidos que difunde y, sobre todo, la negación de herramientas estadísticas confiables que el mismo Estado Nacional tiene.
En las últimas horas, el Presidente Javier Milei citó en una entrevista datos de bajas de precios en base a información surgida del "Jumbo Bot", una supuesta cuenta que, en la red social X, estaba promocionada como medidora de evolución de aumentos en la cadena de supermercados del mismo nombre.
Sólo unos minutos después de esa cita oficial, la cuenta Jumbo Bot (@Bot_Jumbo) emitió un mensaje diciendo que, en realidad, nunca midió precios y que la cuenta fue "un experimento social". Es decir, el Presidente Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo (que el viernes usó el mismo BOT en otra entrevista), tomaron datos falsos de una cuenta falsa de X para sustentar la teoría de la desinflación.
¿Quién se hace cargo?
A decir verdad, haber caído, de parte de Milei, en una trampa de BOTS en redes sociales refiere, más que nada, a la impericia de una fuerza política alimentada con horas de troleo. Y luego genera dudas sobre cómo usan y manejan la información. El hecho se dio, además, a horas de que este viernes el INDEC formalice un IPC que Caputo ve más cerca de 10 puntos. Para los que conocen las redes, la operación del Jumbo BOT fue "perfecta" porque instaló esta debilidad oficial en la manipulación de hechos y, sobre todo, verdades a medias.
A su favor, hay que decir que no son pocas las consultoras que venden un servicio de BOT, que funciona de la siguiente manera: es una aplicación que toma datos, en general, de los sitios web de los comercios o supermercados y en base a esos datos ofrecen un servicio de análisis de esa info bajo determinados parámetros. Ese servicio se ofrece no sólo con data de hipermercados, sino de otras empresas. El caso más emblemático es el servicio sobre las transacciones de Mercado Libre, la empresa de Marcos Galperín.
Lo curioso aquí es que el BOT de Jumbo cerró su mensaje de desmentida de sus propios datos asegurando que el experimento con esa cuenta "Sirvió para una cosa: ver la necesidad que tienen muchos en mostrar resultados que la realidad niega". En el Gobierno insisten, de todos modos, que los operaron y que los datos coinciden con los reales. Una guerra entre los hechos y la verdad.
Sólo unos minutos después de esa cita oficial, la cuenta Jumbo Bot (@Bot_Jumbo) emitió un mensaje diciendo que, en realidad, nunca midió precios y que la cuenta fue "un experimento social". Es decir, el Presidente Milei y el ministro de Economía, Luis Caputo (que el viernes usó el mismo BOT en otra entrevista), tomaron datos falsos de una cuenta falsa de X para sustentar la teoría de la desinflación.
En la Casa Rosada, la bronca es importante y la mayoría abona la teoría conspirativa de una operación para "desprestigiar al Gobierno". Naturalmente, la situación se viralizó al instante porque, como se comentó en el ambiente de los supermercados, "el Gobierno de las redes perdió de local, con viento a favor y en el minuto 91 contra un robot falso y con datos falsos".
En este contexto, se imponen además varias curiosidades: la primera, que la Secretaría de Comercio Interior tiene un sistema que se llama SEPA, uno de los pocos que no desmanteló, y que le muestra en tiempo real las subas y bajas de precios de los grandes supermercados, cargadas en el sistema on line por las mismas empresas. En síntesis, con mirar las computadoras oficiales, el Gobierno podría haber mostrado el síntoma real de los precios no sólo apelando a medios confiables, sino además evitando ser operador por un BOT nn en redes. La pregunta es: ¿si el SEPA da los mismos datos de baja de precios, por qué no los usaron? ¿Da los mismos datos de baja de precios?
Aún así, buena parte del gabinete, incluido el titular de Comercio, Pablo Lavigne, seguían al Jumbo BOT en X. Un dato de color que, quizás, es algo más que de color: el sistema de información SEPA lo creó Miguel "Mike" Braun, el secretario de Comercio del Gobierno de Mauricio Macri. En esa gestión de Braun, el secretario de Comercio Exterior era Lavigne, actual secretario de Comercio de Milei y uno de los seguidores del Jumbo BOT.
Datos falsos
La segunda cuestión es que el Gobierno no testeó la veracidad de los datos de los BOT con las empresas: según supo Página I12, los BOT de supermercados (hay también de Coto, Carrefour y Chango Más, entre otros) no solo no responden a las empresas, sino que la mayoría ha testeado que las cifras que publican no coinciden con lo que se ve en sus góndolas. En pocas palabras, son BOTS que operan, por alguna razón, con data de precios de la cual no se conoce el orígen.
El tercer punto, en tanto, es saber quién les acercó a Caputo y a Milei el BOT de Jumbo, que es una cadena no de las más populares (su target es medio alto y alto) y cuya cuenta, antes del escándalo, tenía sólo 4000 seguidores, contra casi 40 mil del Coto BOT o el Carrefour BOT. Este diario publicó en su edición dominical un artículo en el cual se contó que Caputo es amigo personal de Carlos Corro, el Director Comercial de Jumbo, el que traza la estrategia comunicacional.
Ese nexo, que incluso se da desde que se ven en los veranos en el country patagónico Cumelén -donde veranean los poderosos- y almorzaban juntos con ceos cuando Caputo era consultor, explicó que Jumbo haya sido el único híper que salió a bancar todo el discurso de Caputo, al pie de la letra, primero contra las promos 2x1 y luego la de los descuentos porcentuales. Hoy, es casi una certeza en el sector que fueron directivos de la empresa Cencosud, los chilenos dueños de Jumbo, Disco y VEA, los que le recomendaron a Caputo hacer uso del Jumbo BOT.
En este contexto, se imponen además varias curiosidades: la primera, que la Secretaría de Comercio Interior tiene un sistema que se llama SEPA, uno de los pocos que no desmanteló, y que le muestra en tiempo real las subas y bajas de precios de los grandes supermercados, cargadas en el sistema on line por las mismas empresas. En síntesis, con mirar las computadoras oficiales, el Gobierno podría haber mostrado el síntoma real de los precios no sólo apelando a medios confiables, sino además evitando ser operador por un BOT nn en redes. La pregunta es: ¿si el SEPA da los mismos datos de baja de precios, por qué no los usaron? ¿Da los mismos datos de baja de precios?
Aún así, buena parte del gabinete, incluido el titular de Comercio, Pablo Lavigne, seguían al Jumbo BOT en X. Un dato de color que, quizás, es algo más que de color: el sistema de información SEPA lo creó Miguel "Mike" Braun, el secretario de Comercio del Gobierno de Mauricio Macri. En esa gestión de Braun, el secretario de Comercio Exterior era Lavigne, actual secretario de Comercio de Milei y uno de los seguidores del Jumbo BOT.
Datos falsos
La segunda cuestión es que el Gobierno no testeó la veracidad de los datos de los BOT con las empresas: según supo Página I12, los BOT de supermercados (hay también de Coto, Carrefour y Chango Más, entre otros) no solo no responden a las empresas, sino que la mayoría ha testeado que las cifras que publican no coinciden con lo que se ve en sus góndolas. En pocas palabras, son BOTS que operan, por alguna razón, con data de precios de la cual no se conoce el orígen.
El tercer punto, en tanto, es saber quién les acercó a Caputo y a Milei el BOT de Jumbo, que es una cadena no de las más populares (su target es medio alto y alto) y cuya cuenta, antes del escándalo, tenía sólo 4000 seguidores, contra casi 40 mil del Coto BOT o el Carrefour BOT. Este diario publicó en su edición dominical un artículo en el cual se contó que Caputo es amigo personal de Carlos Corro, el Director Comercial de Jumbo, el que traza la estrategia comunicacional.
Ese nexo, que incluso se da desde que se ven en los veranos en el country patagónico Cumelén -donde veranean los poderosos- y almorzaban juntos con ceos cuando Caputo era consultor, explicó que Jumbo haya sido el único híper que salió a bancar todo el discurso de Caputo, al pie de la letra, primero contra las promos 2x1 y luego la de los descuentos porcentuales. Hoy, es casi una certeza en el sector que fueron directivos de la empresa Cencosud, los chilenos dueños de Jumbo, Disco y VEA, los que le recomendaron a Caputo hacer uso del Jumbo BOT.
¿Quién se hace cargo?
A decir verdad, haber caído, de parte de Milei, en una trampa de BOTS en redes sociales refiere, más que nada, a la impericia de una fuerza política alimentada con horas de troleo. Y luego genera dudas sobre cómo usan y manejan la información. El hecho se dio, además, a horas de que este viernes el INDEC formalice un IPC que Caputo ve más cerca de 10 puntos. Para los que conocen las redes, la operación del Jumbo BOT fue "perfecta" porque instaló esta debilidad oficial en la manipulación de hechos y, sobre todo, verdades a medias.
A su favor, hay que decir que no son pocas las consultoras que venden un servicio de BOT, que funciona de la siguiente manera: es una aplicación que toma datos, en general, de los sitios web de los comercios o supermercados y en base a esos datos ofrecen un servicio de análisis de esa info bajo determinados parámetros. Ese servicio se ofrece no sólo con data de hipermercados, sino de otras empresas. El caso más emblemático es el servicio sobre las transacciones de Mercado Libre, la empresa de Marcos Galperín.
Lo curioso aquí es que el BOT de Jumbo cerró su mensaje de desmentida de sus propios datos asegurando que el experimento con esa cuenta "Sirvió para una cosa: ver la necesidad que tienen muchos en mostrar resultados que la realidad niega". En el Gobierno insisten, de todos modos, que los operaron y que los datos coinciden con los reales. Una guerra entre los hechos y la verdad.