EFE – El presidente de Bolivia, Evo Morales, defendió hoy en Roma lo que denominó “revolución democrática” en Latinoamérica, donde dijo que se ha puesto coto a “los saqueos de los recursos naturales y a las dictaduras militares”.
El mandatario boliviano pronunció estas palabras durante una conferencia en una universidad de Roma, en la que se mostró orgulloso de los apoyos recibidos por otros líderes latinoamericanos y en referencia al trato recibido desde Estados Unidos.
Morales afirmó que en Estados Unidos se le ha considerado como “el Bin Laden andino”.
El presidente boliviano, que participó en el Vaticano esta semana en una reunión de movimientos populares y conversó en privado con el papa Francisco, pronunció en la Universidad de La Sapienza una conferencia con el título de “Solidaridad, complementariedad y autodeterminación de los pueblos”.
Durante su alocución, en la que estuvieron presentes entre otros los embajadores de Argentina, Cuba y Venezuela en Italia, recordó su recorrido hacia el poder y su experiencia en la creación de lo que denominó una “unidad sindical convertida en unidad electoral”.
Un Gobierno que, según explicó, se basa en tres principios indígenas que él aprendió de su familia, de la etnia aimara: “no mentir, no robar y no ser flojo”.
Para su constitución, en 2005, Evo señaló que tuvo que agrupar a las principales fuerzas sindicales del país y enfrentarse a lo que consideró “el primer problema”: la embajada de Estados Unidos.
Las primeras elecciones a las que se presentó fueron las de 2002, unos comicios que, dijo, “afortunadamente nos robaron”, porque aún no estaban preparados para gobernar.
Así llegaron a las elecciones de 2005, en las que se convirtió en el primer indígena en gobernar el Estado a pesar de “la amenaza constante de los Estados Unidos” que, según afirmó, advertía que “si Evo ganaba caería la inversión internacional”.
Morales reconoció haberse asustado en aquel momento y comentó que acudió al líder cubano Fidel Castro y al venezolano, Hugo Chávez.
A ellos les preguntaba qué podría hacer si cuando fuera presidente de Bolivia Estados Unidos bloqueaba la economía del país.
Y sus interlocutores le advirtieron de que “esa lucha era grave porque los gringos saben vengarse”, mientras que Castro en concreto le dijo que contara con los cubanos y con otros Gobiernos como el argentino de Nestor Kirchner o la Venezuela de Chávez.
Morales recordó que el mandatario argentino le llamó para tranquilizarle diciéndole que si nadie quería invertir en Bolivia Argentina lo haría.